EL ENAMORADO Y SUS CELESTINAS
El enamorado y sus celestinas
Por Orlando Fondevila
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Así, el Zapaterito sonriente, en su desesperado empeño de conseguir la aceptación de su amada, por un lado, y por otro la aquiescencia de su familia, se ha empleado a fondo con un par de complacientes celestinas. El inefable Moratinos, celestina-escudero del Zapaterito, ha soltado parte de su grasa (gracia ninguna), de su sudor (mucho) y de sus argucias (encanto ninguno) para intentar convencer a todos: a la amada y a la familia.Mas, los esfuerzos de la celestina-escudero han resultado insuficientes. Sobre todo con la familia. Ah! Pero ahí surgió una celestina providencia (nunca mejor dicho): el Vaticano. Sí, sí, el Vaticano.En
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"Se puede decir que es insuficiente, pero no que no hay una dinámica de reformas en Cuba, con cambios estructurales muy importantes", afirmó con el miserable aplomo de las celestinas. Pero dijo más, desveló la existencia de otra muy importante celestina. En su intervención, el celestinesco jefe de la diplomacia española dijo que en las gestiones para el acuerdo europeo que potencia el diálogo con Cuba y levanta las sanciones de la UE con la isla, el Vaticano intermedió, sobre todo, con los países más contrarios con esta posición, como era el caso de la República Checa. Ya está. La otra celestina, la que ha intervenido para convencer a los miembros de la familia renuentes con los amoríos del Zapaterito sonriente, visten de sotana. Lo cual ya presumíamos.Claro que a esta historia le falta un final. Y ese final puede ser parecido al de la Celestina. Al de la Obra literaria me refiero. Por supuesto, en sentido metafórico.
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