miércoles, junio 18, 2008

FIDEL CASTRO DICE QUE EL CASO DE HILDA MOLINA ES UN CHANTAJE ANTE EL CUAL NO DEBE CEDERSE

18 de junio de 2008


Castro dice que el caso de Hilda Molina es un "chantaje" ante el cual "no debe cederse"

El ex gobernante acusa a la neurocirujana de mentir sobre las razones que llevaron a su salida del CIREN y de los círculos gubernamentales.

Fidel Castro afirmó que el caso de la neurocirujana Hilda Molina, a quien el gobierno cubano deniega desde 1994 el permiso para viajar a Argentina a reunirse con su hijo, es un "excelente material para el chantaje" de Estados Unidos a La Habana, ante el cual "no debe cederse", informó la AFP.

La referencia de Castro a Molina aparece en el prólogo, con fecha 4 de junio, de la edición cubana del libro Fidel, Bolivia y algo más, que comenzó a ser vendido este martes en estanquillos de la Isla.

Surge menos de un mes después de que la madre de Molina, Hilda Morejón, viajara a Buenos Aires para ver a su nieto, luego de que el gobierno le concediera la autorización, denegada también durante años.

Éste es el primer comentario oficial sobre el caso de la neurocirujana, que perturbó las relaciones entre Buenos Aires y La Habana durante el gobierno de Néstor Kirchner, esposo de la actual mandataria argentina, Cristina Fernández.

Kirchner pidió a Castro a fines de 2005 que permitiera el viaje de Molina a Argentina como un gesto humanitario, pero el entonces gobernante se negó.

Cuando cayó la Unión Soviética, "pensando que no podríamos resistir", Molina aspiraba a convertirse en propietaria del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), que dirigió por varios años, señala Castro en su texto sin mencionar a la neurocirujana por su nombre.

"Se le descubre y destituye", dice el ex gobernante, y señala que luego Molina "inventa la teoría de que ello se debe a su oposición al empleo de células madres de origen humano en las investigaciones".

Molina "nunca habló una palabra de eso", afirma Castro.

Al hijo de la neurocirujana, Roberto Quiñones, casado con la argentina Verónica Scarpati, lo describe como un profesional "nada brillante" que violó "normas éticas" que prohíben "relaciones sexuales con pacientes o acompañantes" e, "inconsistente moralmente", se marchó del país.

En Argentina, Quiñones "se convierte en imprescindible fisioterapeuta de importantes funcionarios", dice Castro.

A Molina, "se le niega (…) la solicitud de viajar al exterior", reconoce. "No debe cederse ante el chantaje: fue la decisión", añade.