domingo, julio 27, 2008

MIENTRAS LLUEVE

Mientras llueve

Por Rafael Ferro Salas

PINAR DEL RÍO, Cuba, julio (www.cubanet.org) – Llovía fuertemente esa tarde de verano. La gente se agrupaba en el portal del mercado de la ciudad. Había veinte personas en el lugar. El último en llegar fue un viejo. Llevaba un bastón en su mano derecha, en la otra sostenía una jaba de tela.

-Esta agua es buena para la cosecha de frijoles –dijo un señor.

El viejo del bastón lo miró de arriba abajo:

-Eso puede decirlo el que tiene sembrado los frijoles, amigo mío. O en el mejor de los casos el que los pueda comprar al precio que están ahora.

De entre la multitud salió un murmullo de aprobación.

El señor llevaba un sombrero, se lo quitó y lo sostuvo entre sus manos Miró fijamente al hombre del bastón:

-El que no trabaja no come, mi viejo. Para comer los frijoles hay que ganárselos sembrándolos.

Una mujer vestida de blanco dio un paso al frente y colocándose delante del hombre ripostó:

-Eso que usted dice no es verdad, señor. Ahora aquí en Cuba los que más comen son los que no trabajan.

El murmullo esta vez fue de sorpresa. La lluvia amainó pero nadie abandonaba el sitio. Todos esperaban la continuación del diálogo.

-Lo que ella dice es verdad –dijo el viejo señalando a la mujer vestida de blanco- hace cincuenta años aquí en este país el que trabajaba comía. Ahora nada más comen sin susto los que mandan, y esos son los que menos trabajan.

El sujeto del sombrero miró al grupo y respondió:

-Lo que ocurre es que este país está lleno de gente mal agradecida. Yo no pierdo mi tiempo hablando con mal agradecidos.

Sin esperar respuesta se puso el sombrero y salió bajo la lluvia. Algunos rieron, los otros callaron. Entonces el viejo habló:

-¿De dónde habrá salido ese hombre? No parece cubano, caray.

La dama vestida de blanco fue la que respondió a la interrogante del anciano:

-Si, es cubano. Yo lo conozco, vive cerca de mi casa. Lo que sucede es que no piensa como gente del pueblo. Ese hombre es jefe en una empresa agrícola.

-Por eso habló así, el tipo es de los que comen –dijo el viejo sonriendo al tiempo que abandonaba el portal del mercado.