NUESTROS
Nuestros mejores años
Por Ismael de Diego
La primera vez que vi a Gorki fue en la cárcel durante la producción de Habana Blues. Fue en un comedor grande, con varias mesas de cemento empotradas en el suelo, en un extremo estaban los familiares apretados en la puerta de entrada con la vista fija en una puerta de hierro al otro extremo de la habitación. Sólo se escuchaban las voces de los oficiales, ''No pasen hasta que no se les avise''. Estuvimos así un rato en silencio hasta que comenzaron a salir los reclusos, los esculcaban uno por uno antes de entrar y quedar parados a 40 metros frente a nosotros, así que tuve tiempo de tratar de adivinar cuál de ellos era Gorki.

Al conocer las acusaciones, las supuestas pruebas que se esgrimieron y la sentencia totalmente desmedida e injustificada, recordé aquellas persecuciones estúpidas y medievales que me contaron de los años 60 en la UMAP y que tanto afectaron a generaciones de cubanos que lo vivieron. Generaciones que hoy están convencidos que eso fue algo del pasado sólo porque ya no les ocurre a ellos y que se rehúsan a tomar partido. Siempre pensé que fue el pueblo y no el sistema, no Pavón, no Quesada, no Fidel, los culpables de aquella tragedia, el pueblo que lo permitió, que lo aprobó, que se calló y no habló cuando pudo, por miedo o por lo que fuese. Me pregunto qué tanto abuso puede cometer un gobierno, hasta dónde puede llegar, si su pueblo nunca protesta y permite todos los atropellos, y qué tan solo y vulnerable está un hombre cuando nadie quiere comprometerse, por justa que sea la causa.
Esto le está ocurriendo ahora a nuestra generación, a la que se ha mantenido encerrada en esta isla y a la cual nunca se le ha permitido tener voz propia. La cultura, para que sea auténtica y genere u

Los artistas e intelectuales que piensan que reflejan nuestra realidad de una forma crítica y logran el acceso a los medios de comunicación son aquellos que han sido aprobados y que han pasado a ser una especie de contestatarios oficiales, cuyos pensamientos no representan en lo más mínimo las carencias, las miserias y la increíble falta de libertad que vivimos a diario. Aquellos que se niegan a modificar, endulzar o transformar su discurso con tal de entrar en el sistema y poder ganarse el derecho a tocar en algún lugar y vivir de lo que hacen les esta reservado el anonimato, la persecución y la indiferencia. Al parecer, la honestidad y el compromiso con la verdad individual no tienen pegada en un país dormido y apático que ha decidido que hacer de la vista gorda es lo más inteligente y correcto. Vaya pueblo culto que hemos generado.
Si piensan que no son evidentes las razones por las cuales se intenta encancelar a Gorki se equivocan, son obvias. Hace rato que el engaño no es más que una burda manipulación. Si piensan que esta torpe solución a la hora de lidiar con la crítica no hace notar su patética incompetencia política se equivocan, todos nos damos cuenta de la falta de compromiso con la verdad. No pronunciarse ante este tipo de hechos nos hace cómplices de la intolerancia porque existen situaciones que nos conciernen a todos y donde lo que está en juego no es más que la libertad. Esa libertad pura de ser como somos sin condiciones ni juicios, ésa que para disfrutar hay que ganársela. No me gusta apoyarme en las citas, pero él lo dijo mejor que yo: ''Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad''. Benjamin Franklin.
Ahí está la historia para contarnos cómo fue que lidiaron los líderes revolucionarios con la generación de nuestros padres, queda por ver cuál va a ser la relación que establezcan con nosotros y hasta qué punto vamos a dejar que nos roben nuestros mejores años con el silencio como verdugo. Mientras tanto, Gorki se queda en la celda de la Quinta esperando a que se inventen una buena excusa para que se pudra en la cárcel donde lo conocí y logren que deje de cantar para siempre.
***************
Actor cubano residente en La Habana. Protagonista de la película española 'Habana Blues', inspirada en el rockero Gorki Aguila.
habana blues la pelicula(part 4)
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home