LA LIBERTAD DE GORKI AGUILA Y LA DE TODOS LOS CUBANOS
LA LIBERTAD DE GORKI AGUILA Y LA DE TODOS LOS CUBANOS
Por Carlos Alberto Montaner
Firma Press
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José Cadenas
Analista
Jefe de Buró
E.U.
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Septiembre 3, 2008
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Este episodio genera tres consecuencias muy importantes que vale la pena consignar:
Primero, demuestra cuán frágil y condicionado es el apoyo internacional que hoy tiene la dictadura cubana. El gobierno de Raúl Castro, o de Raúl y Fidel Castro, porque el actual presidente tiene las manos atadas, no puede hacer lo que quiera con los demócrat
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( Gorki esposado al llegar al tribunal, pese a no haber cometido delitos )
Segundo, prueba que dentro de Cuba ni siquiera en las filas del poder están de acuerdo con este tipo de represión bárbara. Pablo Milanés no tuvo valor para defender públicamente a Gorki Águila, pero sí lo hizo en privado, de acuerdo con la versión que me dio un amigo común. Ni él, ni Silvio Rodríguez, ni Abel Prieto, ni Perogurría, ni ninguno de quienes forman parte de la “cultura orgánica” del régimen, están de acuerdo con la represión policiaca. No lo dicen públicamente por miedo, pero lo comentan dentro de sus círculos íntimos. La línea dura no tiene adeptos en la Cuba actual, a no ser por Fidel, Ramiro Valdés y otros pocos nostálgicos del estalinismo.
Tercero, es evidente que la distancia entre los jóvenes y el gobierno cubano es abismal. Eso a lo que llaman “revolución cubana” ha perdido totalmente su conexión emocional con la juventud. Para los jóvenes, el gobierno cubano es una cosa extraña y polvorienta, basada en unas historias remotas que los dejan indiferentes.
Todo esto quiere decir que las condiciones esenciales para el cambio de régimen ya están dadas en Cuba: la fatiga, el cansancio que produce respaldar un gobierno fallido durante medio siglo, ya es absoluta, y no hay forma humana de revitalizar el ánimo revolucionario dentro o fuera de la Isla. Los Castro podrán retardar el inevitable cambio a base de palo y tentetieso, pero todo lo que conseguirán con la represión es desacreditar a los comunistas y a sus simpatizantes, cerrándoles el camino de la participación en la nueva Cuba cuando llegue el momento de estrenar la libertad.
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