lunes, octubre 20, 2008

GESTOS

Tomado de http://www.patriadigital.com/


Gestos

Por Orlando Fondevila


En política los gestos pueden ser más importantes que las palabras. Cuando menos podemos asegurar que nunca son inocentes. No lo son los gestos del Gobierno español y del PSOE hacia la tiranía castrista. Se advierte en ellos, al margen de la retórica política que empleen, una empatía clara y difícilmente disimulable. Hay química, que dirían los cursis. Se les ve el plumero, que dirían los castizos.

Desde que el PSOE de Zapatero arribó al poder, va a ser ya un lustro, ha sido pródigo en gestos de acercamiento, de cariño hacia Castro. Zapatero se ha preservado algo, es verdad, pero su ministro- escudero, el inefable Moratinos, ha cumplido cabalmente sus instrucciones. Nunca una palabra dura, siempre una sonrisa amable. Eso sí, siempre deseando lo mejor para el querido pueblo cubano.

El primer gesto fue el nombramiento de Carlos Alonso Zaldívar como embajador en La Habana. Un antiguo comunista -¿reciclado?- que lleva intactas en su corazoncito sus juveniles amores castro- guevaristas. En medio siglo de tiranía nunca el castrismo disfrutó de un embajador español, ni de Europa occidental, tan cercano y entrañable. Tan cómplice. Nunca los demócratas cubanos fueron tan despreciados.

A este gesto inicial y definitorio, le siguieron el empeño de arrastrar a Europa detrás de la política de apaciguamiento y de cerrar los ojos ante los abusos totalitarios del régimen cubano. Así, la ineficaz y casi inexistente política exterior española bajo el tándem Zapatero- Moratinos, que ha colocado a España en un rincón invisible y alejada de los centros de decisión en el mundo, sólo ha tenido significación en su triste batallar para dulcificar la imagen de la brutal tiranía de los Castro. Para nada más se escucha seriamente a España en Europa. Para nada más se ha esforzado tanto el ministro Moratinos.

Ahora, después de conseguir el levantamiento de las medidas diplomáticas tomadas en 2003 por la ferocidad represiva del régimen contra los disidentes, la política española empuja a Europa hacia el "diálogo" político con Castro. Que no con Cuba. Diálogo que no será más que una engañifa para legitimar políticamente al castrismo. Para proporcionarle oxígeno en sus momentos más críticos. Ya el régimen ha puesto sus condiciones: diálogo entre "iguales", y sin injerencias en los asuntos internos.

¿Iguales? ¿Iguales los Estados de derecho y democráticos europeos y la tiranía cubana? ¿Se hablará, o mejor, se llegará a algún acuerdo para liberar a los presos políticos, derogar las leyes represivas, establecer la libertad de expresión y de prensa, garantizar la pluralidad política y organizar unas elecciones libres? ¿O acaso de esas cosas no se hablará porque se trata de "asuntos internos"?

Gestos. Después de los agradables mojitos que degustó Moratinos en La Habana, entre abrazos y sonrisas de oreja a oreja con el siniestro Pérez Roque, ahora, esta semana, los mojitos se trasladan a Madrid. En La Habana también habrá mojitos, pero en ellos no participarán los disidentes.Gestos. España aliviará parte de la deuda cubana. Dicen que para impulsar las "reformas" que impulsa Raúl Castro. ¿Puede haber desvergüenza mayor?

Gestos. España ya desde el año pasado desbloqueó la cooperación oficial con Cuba -léase siempre con Castro-. A partir de ahora, dialogando y dialogando, fluirán millones de euros hacia La Habana. Seguirán los gestos. Pero la pregunta es: ¿ayudarán estos gestos al pueblo cubano? ¿Servirán para traer la libertad y la prosperidad a los cubanos? La respuesta es otra pregunta: ¿a estas alturas alguien puede creer en la buena voluntad de la tiranía castrista? ¿Puede alguien creer en Zapatero y Moratinos?