LA CRUZADA ANTI NEOCONS
El autor vive en España y usa la terminología liberal que es similar a la que se usa en Latinoamericana y opuesta, en el sentido económico, a la usada en Estados Unidos y Gran Bretaña.
La cruzada anti neocons
Por Yaxys Cires Dib
Muchos han aprovechado la actual crisis financiera mundial para atacar duramente al movimiento neoconservador, en especial al norteamericano. Las críticas han venido de todas partes: de los radicales intervencionistas, devotos de la fracasada economía planificada, y de la izquierda vegetariana, fiel seguidora del keynesianismo. Por medio de manipulaciones y dobles raseros quieren hacernos creer que el neoconservadurismo es la causa todos los males y presentan a los neoconservadores como gente siniestra en cuyas ideas nunca jamás se deberá creer
La ofensiva en realidad no es contra el neoliberalismo como dan a entender, sino contra el neoconservadurismo. Para ello identifican el pensamiento neoconservador con la idea ya satanizada que se tiene del neoliberalismo como política encaminada a la liberalización, privatización y desregularización de las economías. Esta es la forma que la izquierda ha encontrado para culpar a los 'neocons' de la actual crisis financiera. El hecho de que las administraciones republicanas de las últimas décadas hayan tenido como base grandes coaliciones sociales e ideológicas formadas por libertarios y neoconservadores y hayan aplicado algunas recetas libertarias, como la disminución de la presión fiscal, ha contribuido a dicho propósito. Pero, el signo de identidad del neoconservadurismo no es el neoliberalismo y mucho menos la caricatura que de este otro se hace en la actualidad.
El neoconservadurismo, como el otro, también rechaza la extrema dependencia de los ciudadanos con respecto al estado, pero lejos de propugnar su total eliminación como pretenden prominentes seguidores de Hayek y Mises, los 'neocons' abogan por un estado fuerte, que pueda garantizar la seguridad y los derechos humanos, inclusive más allá de sus fronteras.
Desde los años sesenta, frente al hedonismo y el relativismo, el movimiento neoconservador defiende activamente valores como la responsabilidad, la vida, la libertad, la familia, la igualdad de razas, la democracia, la honradez, el amor al trabajo y la observancia de las buenas costumbres. Defiende el pluralismo frente al multiculturalismo.
Esta convicción neoconservadora tomó fuerzas con la administración Reagan y le llevó a enfrentar cara a cara al comunismo. El movimiento neoconservador fue consciente de la existencia de una cultura del mal, encarnada, entre otros, por el sistema comunista. Creía que el estado democrático tenía la misión de enfrentar al mal sin importar el lugar donde estuviese. Como escribió hace poco Rafael Bardají, con la llegada de Reagan al poder y con él los neocons, se dejaría de "aceptar la coexistencia pacífica con Moscú; se acabó llamar amigos a los enemigos; se acabó la política de concesiones sin contrapartidas. Rusia era el Imperio del Mal y había que acabar con él".
( Ronald Reagan )
Los neoconservadores que acompañaron al presidente Reagan procedían en su mayoría de las filas del Partido Demócrata, lo cual no deja de ser interesante. En la etapa del presidente Bush se verá el despunte de otra generación, en este caso de republicanos, que además se consolidaran más en el campo del pensamiento.
Actualmente existen destacados intelectuales y 'think tanks' conservadores que han logrado romper la hegemonía progresista y del realismo (todo visto en clave de intereses y de poder) en el campo de las relaciones internacionales.
Indagando sobre las causas de tanta inquina contra los 'neocons' hay algunas que están como quien dice a flor de piel. Diría que, en primer lugar, se trata de un gran resentimiento por el papel que jugó el movimiento neoconservador para acabar con el sistema comunista. Pero no creamos que ello causa malestar solamente entre los nostálgicos de los tiempos de la guerra fría; también alberga este sentimiento parte de la izquierda que fue incapaz de mover un dedo por liberar de la opresión y el sufrimiento a millones de personas que estaban bajo las garras del comunismo.
Otra de las causas tiene que ver con el sentimiento antinorteamericano existente principalmente en Europa. A la Europa del "yankee, go home" el tiempo le ha hecho olvidar la solidaridad que recibió de parte de los Estados Unidos cuando era aplastada por el nazi y la sangre que miles de norteamericanos derramaron en la lucha por su liberación. Una Europa que ha albergado a los dos totalitarismos más criminales que se hayan visto en la historia de la humanidad. Esta Europa odia a los 'neocons' por lo que representan: un recordatorio permanente de su histórica falta de determinación.
Finalmente, creo que la antes mencionada lucha sin complejos en el campo intelectual, desafiando los dictados de lo políticamente correcto, es otra de las causas de la cruzada anti-neocons que estamos viviendo.
En resumidas cuentas, todo se trata de un intento por convertir al mundo en un paisaje de un solo color. Repito, no creamos que la lucha es contra un modo de interpretar el mercado; es más profunda, se trata de un intento por imponer una sola forma de ver a la persona humana y al mundo. Es una lucha entre modelos axiológicos diferentes.
El presidente Sarkosy ha entendido esto. Por ello ha hecho énfasis en el papel de la educación y el respeto a los profesores y en medio de esta crisis financiera aboga por el recate para el mercado y la economía de determinados valores siempre defendidos por el movimiento neoconservador.
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