RICARDO ALARCON ¨COLAPSA ¨EN MANZANILLO
Tomado de http://www.cubaencuentro.com
Alarcón “colapsa” en Manzanillo
Por Yodel Pérez Pulido
Convertido en el hazme reír de la propaganda oficialista, Ricardo Alarcón ha blasfemado en Manzanillo: La obra revolucionaria sigue invicta.Así lo ha dicho delante de miles que le miraban asombrados, estupefactos, con hambre, callados.
Había llegado de avión la noche anterior por el no colapsado espacio aéreo nacional. Rosadito como siempre, vestido de “ilustre patriota” y movido por Mercedes Benz Made in Consejo de Estado, el dirigente aprovechó el acto político por el 10 de octubre, para intentar espantar el contagioso rumor de hecatombe general que recorre la isla.
La guayabera que lo vestía en el Teatro de Manzanillo apenas resistía el calor del entorno y un nerviosismo “poco usual” le hizo tartamudear en algunas expresiones.
Volvió a afirmar (en consigna) que la revolución cubana se había iniciado en 1868 y que continuaba hasta hoy, con la “linda e invicta obra que defendemos”. Obviamente, cada día es más coincidente aquel acto de desesperación de Céspedes en medio de la ruina, con la coyuntura de los actuales gobernantes cubanos. Como antes, a los más “patriotas”, en momentos de crisis, les da por gritar ¡Cuba Libre! cuando lo más obvio es vociferar ¡Auxilio!
No obstante, el presidente del parlamento ha dicho que “ahora los patriotas de la mayor de las Antillas construyen y defienden su única revolución, frente a las peores dificultades, impuestas por el mismo imperio que siempre trató de derrotarlo y aniquilar a su pueblo”. Es decir… los “imperialistas” son los culpables de la extinción de la yuca, de los boniatos y de la oscuridad de los mercados agropecuarios.
No dijo, sin embargo, que el plátano está costando 5 pesos en el Oriente y en La Habana apenas aparece, que la producción del triste jabón de la “cuota” está parada, que la fábrica de aceite de Santiago de Cuba estaba en “interrupto”, que el dengue quiere volver y la leptospirosis es una seria amenaza para el sistema de salud nacional.
Esteban Lazo, también presente en el acto de Manzanillo, le miraba atentamente. Parecía incrédulo ante la retórica vacía de Alarcón cada día más inconsecuente y charlatana. Lazo no se quedó hasta el final del acto pues su recorrido incluiría a Santiago de Cuba y dejó hablando solo al desafinado Alarcón.
El descendiente de la alta aristocracia camagüeyana va perdiendo por días su tino. Lo va perdiendo desde que imaginó un colapso aéreo en los cielos de todo el mundo... o antes de eso... ya estaba perdido...
Mientras… él sigue utilizando los YAK-40 para irse a su linda casa de La Habana, después de dejar boquiabiertos a los miles que le escucharon hablar de riquezas patrias mientras la más absoluta de las miserias reales originaba los “robóticos” aplausos de los que le vieron en Manzanillo.
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