RUMORES Y MIEDOS
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Por Laritza Diversent
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Tras la cruzada del gobierno contra especuladores y acaparadores se puso a trabajar la balanza. Las anécdotas corren de boca en boca y el temor junto con ellas.
María trabaja frente a una estación policial. Comenta en la parada del ómnibus de la ruta P-6, que detuvieron a un hombre por tener seis cartones de huevos de 30 unidades cada uno, y en la misma unidad de la policía le celebraron el juicio.
Miguel, que esperaba también el ómnibus, agregó que apresaron a su vecina hace poco por vender viandas en el portal de su casa. La instruyeron de cargos y la fiscalía le pide como pena de 1 a 3 años de privación de libertad. “No tuvieron en cuenta que tiene una niña con graves problemas de salud” dijo Miguel.
Los casos extremos sobran y se multiplican por estos días. Ramiro, un vecino del barrio, comentaba en la esquina de la cuadra donde se reúne con un grupo diariamente, que a un amigo lo detuvieron con un paquete de jamón de 10 libras. Para justificar la carga dijo que lo compartiría entre su casa, la de su madre y la del hijo de su primer matrimonio.
El Código Penal no especifica lo que el legislador entiende por cantidades evidentemente superiores a las requeridas para satisfacer sus necesidades normales, y que se consideren un delito de acaparamiento.
Pedro, después de llegar del trabajo, comento: “La calle está llena de oficiales del Ministerio del Interior vestidos de civil a la caza de vendedores, y los inspectores andan con celulares para denunciar al momento”.
En Cuba todos tenemos una historia que contar sobre la represión del gobierno contra los revendedores. Rumores o no, se está sembrado pánico en el pueblo. La frase del día es: “La calle está mala”.
Los temores no son infundados. El periódico Granma, en su edición del 29 de septiembre aseguro “Cualquier intento de violar la ley recibirá una rápida y enérgica respuesta. Además de las medidas administrativas que correspondan, los órganos del Orden Interior continuarán actuando con energía ajustándose a lo establecido en la ley, y los tribunales aplicarán con el máximo rigor el Código Penal vigente a quienes delincan en las circunstancias especiales actuales”.
La batalla emprendida por el gobierno contra “los abusos de acaparadores y especuladores que trafican con productos frecuentemente robados o adquiridos en cantidades desproporcionadas en el comercio minorista” es anterior al paso de los huracanes.
El 28 de abril, en el programa Mesa Redonda Informativa, de la televisión nacional, el gobierno reafirmó que no iba a dar espacios a las indisciplinas sociales y las ilegalidades que afectan la tranquilidad ciudadana.
laritzadiversent@yahoo.es
Rumores y miedos
Por Laritza Diversent
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Tras la cruzada del gobierno contra especuladores y acaparadores se puso a trabajar la balanza. Las anécdotas corren de boca en boca y el temor junto con ellas.María trabaja frente a una estación policial. Comenta en la parada del ómnibus de la ruta P-6, que detuvieron a un hombre por tener seis cartones de huevos de 30 unidades cada uno, y en la misma unidad de la policía le celebraron el juicio.
Miguel, que esperaba también el ómnibus, agregó que apresaron a su vecina hace poco por vender viandas en el portal de su casa. La instruyeron de cargos y la fiscalía le pide como pena de 1 a 3 años de privación de libertad. “No tuvieron en cuenta que tiene una niña con graves problemas de salud” dijo Miguel.
Los casos extremos sobran y se multiplican por estos días. Ramiro, un vecino del barrio, comentaba en la esquina de la cuadra donde se reúne con un grupo diariamente, que a un amigo lo detuvieron con un paquete de jamón de 10 libras. Para justificar la carga dijo que lo compartiría entre su casa, la de su madre y la del hijo de su primer matrimonio.
El Código Penal no especifica lo que el legislador entiende por cantidades evidentemente superiores a las requeridas para satisfacer sus necesidades normales, y que se consideren un delito de acaparamiento.
Pedro, después de llegar del trabajo, comento: “La calle está llena de oficiales del Ministerio del Interior vestidos de civil a la caza de vendedores, y los inspectores andan con celulares para denunciar al momento”.
En Cuba todos tenemos una historia que contar sobre la represión del gobierno contra los revendedores. Rumores o no, se está sembrado pánico en el pueblo. La frase del día es: “La calle está mala”.
Los temores no son infundados. El periódico Granma, en su edición del 29 de septiembre aseguro “Cualquier intento de violar la ley recibirá una rápida y enérgica respuesta. Además de las medidas administrativas que correspondan, los órganos del Orden Interior continuarán actuando con energía ajustándose a lo establecido en la ley, y los tribunales aplicarán con el máximo rigor el Código Penal vigente a quienes delincan en las circunstancias especiales actuales”.
La batalla emprendida por el gobierno contra “los abusos de acaparadores y especuladores que trafican con productos frecuentemente robados o adquiridos en cantidades desproporcionadas en el comercio minorista” es anterior al paso de los huracanes.
El 28 de abril, en el programa Mesa Redonda Informativa, de la televisión nacional, el gobierno reafirmó que no iba a dar espacios a las indisciplinas sociales y las ilegalidades que afectan la tranquilidad ciudadana.
laritzadiversent@yahoo.es
posted by PPAC @ 10/10/2008 01:07:00 a. m.
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