¿PRESENCIA CUBANA EN WASHINGTON?
Por Juan González Febles
Lawton, La Habana, noviembre 27 de 2008, (SDP) Se habla mucho sobre la presencia de cubanos en el Congreso de los Estados Unidos de América. Ante tanto triunfalismo, conviene que alguien haga papel de aguafiestas. Primero, conviene definir la cubanía, como el propósito eventual de anteponer los intereses de la Isla grande y sufrida y por supuesto, del pueblo que la anima, a cualquier otra óptica geopolítica. Si se cumple esta premisa, entonces hay presencia cubana en Washington, si no, se trata de un sofisma. Un sofisma peligroso, muy peligroso.
Luego de esta aclaración necesaria se impone otra. Hablé de una derecha canalla en Miami, llegó el momento de definir donde y quienes conforman esta derecha canalla. También, vale aclarar por qué es canalla. Para comenzar, nadie puede dudar del patriotismo, la inteligencia y la cubanía de los buenos cubanos exilados. Ahí está la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA). Esta Fundación ostenta el honroso record de nunca haber estado de espaldas, al interés legítimo de la Isla grande. Nunca dejaron sus integrantes de ser cubanos. Esto les honra y les otorga eterno blasón heráldico de cubanía.
En tierras del exilio, residen los fundadores del movimiento de lucha civilista pacífica, que se ha extendido a lo largo de toda la geografía insular. Honor para Ricardo Bofill Pagés y para quienes le acompañaron en el Comité Cubano de Derechos Humanos. Honor y reconocimiento eterno a esos fundadores del combate por los derechos inherentes a todos los cubanos. Honor y respeto para los cubanos que desde el exilio, llevan a la patria en el corazón como deber vivo y llaga abierta. Ellos ciertamente no son la derecha canalla. Si hablamos de derecha canalla, no hablamos de Acción Democrática Cubana.
Entonces la derecha canalla es aquella, que no contempla el interés legítimo de la Isla grande y su pueblo cautivo, como su prioridad. Es la que de tanto odiar a Fidel Castro, extravió el camino del amor por Cuba y por su pueblo. Es la que se inventó un espacio nacional que ya no existe. La que habla de Cubas eternas que no están sino en el delirio del odio, de la impotencia y a fin de cuentas de la cobardía. La derecha canalla habla de ‘trasladar el centro de la lucha anti castrista a Miami’, como si fuera posible trasladar a Miami el terror que les hizo correr como conejos y llorar como hembras hasta hoy, lo que no supieron defender como hombres en su momento.
La derecha canalla, disputa espacio y recursos a los luchadores políticos que se mantienen aferrados al suelo de la patria. Vive parasitariamente de los recursos imprescindibles en las calles de la Cuba que lucha. Los legisladores que defienden y sostienen sus posiciones ante el Congreso de Washington, son norteamericanos de ascendencia cubana. No son cubanos y jamás han respetado a los cubanos que luchan por Cuba dentro de Cuba.
Las cartas remitidas por los líderes nacionales de la oposición interna cubana a los legisladores, supuestamente cubanos, jamás fueron respondidas por estos. Quienes respondieron con exquisita cortesía el reclamo de una Cuba sufriente, fueron los legisladores ciento por ciento norteamericanos, a quienes los líderes de la oposición recurrieron.
¿Por qué? Muy fácil, estos legisladores responden a la derecha canalla radicada en Miami. Lincoln y Mario Díaz Balart, Albio Sires e Ileana Ross Lehtinen, son los representantes del interés bastardo del Directorio Democrático, de Mal o Mar por Cuba, de esos Plantados o Congelados por la Democracia, del Grupo de Apoyo a la Democracia y del resto de la fauna que perdió el rumbo del amor a su tierra, extraviados por el odio a un caudillo, que también pasará.
La derecha canalla es la que malversó los haberes de la patria. Son los que estafaron por partida doble al gobierno y al pueblo norteamericano, a la oposición interna y al pueblo de Cuba. Son los que usaron en sus agendas personales y en el financiamiento de sus candidatos políticos de Miami, el dinero de la resistencia interna, donado generosamente por el pueblo y el gobierno de los Estados Unidos.
Por tanto, tales legisladores no son cubanos y no les importa Cuba. Son norteamericanos aliados de nuestros enemigos. Apañadores concientes de ladrones y receptores en alguna medida de esfuerzo canalla de ladrón.
jgonzafeb@yahoo.com
2 Comments:
Sr. González ¡cuánta virulencia! Algunos se extraviaron por su odio al caudillo, dice. ¿No será que Ud. ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo? Su odio a "la canalla" que odia al caudillo no lo deja muy bien parado. Mejor resulta dejar el odio de lado y punto.
Y que me dice de la izquierda canalla a nivel mundial, la que no ha parado de aplaudir, justificar y apoyar, directa o indirectamente, el terror de estado castrista en medio siglo? O es que no siente por lo menos igual desprecio y rencor hacia ella? Si no lo siente, no pierda su tiempo en tratar de convencer a nadie, pues carece de toda credibilidad.
Y con respecto al odio a Castro, niega usted que es algo plenamente merecido por el sujeto? O es que usted estuviera dispuesto a criticar un judio por odiar demasiado a Hitler? Por supuesto que usted puede hacerlo, pero de nuevo, si lo hace, pierde toda credibilidad.
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