miércoles, diciembre 03, 2008

APUESTO POR EL PUEBLO

Apuesto por el pueblo



Por Valentín Balart
APLA

CIEGO DE ÁVILA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - El pasado lunes 24 de noviembre el periódico Trabajadores, publicó un trabajo de Francisco Rodríguez en "La columna del lunes”. El trabajo se titula Apuesta a la inconstancia, en el cual reconoce que algunos negociantes por cuenta propia, o merolicos "a costa del Estado se atreven y compensan el riesgo de ser los primeros en resurgir con sus ventas por las calles de toda la Isla”.

El periodista concluye que esos "revendedores y ladrones apuestan otra vez a la inconstancia, esa vieja debilidad nuestra"; pero que al final podrían perder el juego.

Apuesto por el pueblo cubano, y me pregunto dónde y cómo vive el reportero oficialista, porque desde hace muchos años las propias autoridades que hoy reprimen a sus coterráneos han hecho de la vista gorda para evitar que la crisis crónica de la economía y la sociedad despierte a los cubanos, y se desate una revuelta contra el régimen, como sucedió durante las dictaduras de Machado y Batista.

No se justifican el robo y otras ilegalidades; pero los cubanos llevamos en el subconsciente una frase: "Dicten ustedes que nosotros no vamos a cumplir", como respuesta a un gobierno que no se da a respetar porque viola sus propias leyes, y utiliza otra frase popular entre los amantes dela demagogia: "Haz lo que yo digo, y no lo que yo hago".

Para poner un ejemplo, en la provincia de Ciego de Ávila existe un pedraplén muy cercano a la ciudad de Morón, que une a la Isla de Turiguanó con Cayo Coco, y a la entrada del mismo aún permanece un punto de control policial que actúa como una frontera, porque aunque el gobierno autorizó la entrada a los hoteles que antes eran sólo para los turistas extranjeros, si no tienes una reservación comprada de antemano, una autorización de algún alto dirigente con firma autorizada, o un pasaporte que te represente como residente fuera de Cuba, simplemente no te dejan pasar, en contravención del artículo 43 de la vigente Constitución de la República.

Volviendo a la columna del periodista Rodríguez, y para ser justos, le felicito porque reconoce una verdad irrefutable: “Si mañana lográramos que los salarios se correspondieran con las necesidades básicas de las familias, y tuviéramos suficiente oferta y variedad de productos y servicios como para cubrir las demandas insatisfechas, ello sólo no sería garantía de que resolveríamos las manifestaciones de ilegalidad y corrupción".

Muy cierto, porque el régimen ha permitido durante años estas ilegalidades, y la corrupción, como se explicó anteriormente; pero qué bueno que eso pasara, ya que sería el preludio de la necesaria transición que anhelamos los cubanos. Por esto y mucho más vuelvo y repito: apuesto por el pueblo.