LA DESINFORMACIÓN COMO ESTRATEGIA POLÍTICA
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Por Frank Calzon
Los paladines de la propaganda totalitaria en el siglo XX, Lenin, Mussolini, Hitler y Fidel Castro, trasladaron a la realidad la premisa de Goebbels: una mentira repetida muchas veces llega a convertirse en verdad. Ciertamente, tuvieron razón cuando los pueblos no tenían otra fuente de información. Esa es la explicación por la cual la Radio BBC de Inglaterra tuvo tanta importancia durante la Segunda Guerra Mundial, Radio Free Europe durante la guerra fría o las trasmisiones de Radio y TV Martí en la Cuba de hoy; las dos primeras trasmitían a todo un continente y Radio y TV Martí sólo para los cubanos (aunque se pueden recibir y ver en otros lugares), pero su razón de ser es la misma: darles acceso a la verdad a pueblos que sufren la desinformación totalitaria.
Hoy la desinformación continúa afectándonos: la generada en las emisoras miamenses que retransmiten programas de La Habana; los rumores sembrados por la quinta columna castrista en la Florida; y la diseminada por los ''agentes de influencia'' que actúan en la opinión pública, aceptando como cuestión táctica algunos de los crímenes de La Habana. La libertad de expresión es una de las grandezas de las democracias; antes de que nos acusen de querer censurar a nadie me apresuro a aclarar que en una democracia todas las ideas pueden manifestarse, incluyendo las que favorecen a los enemigos de la libertad.
Esa libertad de expresión también nos ampara a los que no compartimos el contenido de la carta que una docena de compatriotas autoproclamados ''líderes del exilio'' dirigieron al congresista Mario Díaz-Balart. En ella, pedían que se retractase de unas declaraciones en las que decía que los mercaderes que se lucran con el comercio con Cuba y se aprovechan de la miseria de los cubanos para obtener ganancias financieras no son diferentes de los que lo hicieron en la Suráfrica racista, en la Alemania nazi, o los que hoy con comercian con Corea del Norte e Irán.
Los firmantes de la carta entre los que se encuentran Pepe Hernández, Carlos Saladrigas y Marcelino Miyares sostienen que el congresista comparó con los nazis a personas de su distrito que envían remesas o viajan a Cuba.
Los firmantes deberían volver a ver el video del programa. Incluso el periodista que entrevistó al congresista ha escrito que la acusación no tiene base real alguna. Lo que sí es real son las vejaciones que se cometen en La Habana: las golpizas propinadas por la Seguridad del Estado a disidentes indefensos y el abrazo de varios miembros del caucus negro a Fidel Castro. Pero los firmantes de la carta no se sintieron lo suficientemente insultados
para emitir un pronunciamiento.
Las acusaciones son más. ''Entre los firmantes de la carta --escribe Alejandro Armengol-- hay hebreos'' que dicen que Mario Díaz-Balart ''lanzó ataques personales en contra de sus propios electores''. Sería bueno que el columnista identificase cuáles de los firmantes viven en el distrito del congresista.
( Alejandro Armengol )
No sé qué importancia tiene que entre los firmantes haya hebreos, o cristianos. Aunque me gustaría recibir copia de cualquier carta de cualquiera de los firmantes de la carta denunciando las mentiras que proclama el castrismo en Naciones Unidas en contra de Israel. En 1959 había doce mil judíos en Cuba; hoy son unos 400. Todas sus instituciones fueron ''confiscadas'', una forma técnica de decir robadas. Si alguno de los firmantes se ha dirigido a La Habana o a Caracas pidiéndoles que restablezcan las relaciones diplomáticas con Israel, la prensa no lo ha reportado.
Los Castro, informa la agencia de noticias Reuters, confrontan ''una crisis de liquidez'' (el Banco Nacional no tienen divisas). El régimen desesperadamente necesita dólares y Carlos Saladrigas, uno de los firmantes, quiere que los dólares de miles de turistas americanos ''invadan'' la isla. A los que responden que el turismo llevará millones de dólares a los Castros, como dijo en el Senado de Estados Unidos esta semana el senador Robert Menéndez (D-NJ), el señor Saladrigas responde que Fidel Castro ''siempre ha tratado de prevenir que los viajeros extranjeros vayan a la isla''. No explica cómo se han construido todos esos hoteles, si Fidel no los quiere.
Es pura y simplemente desinformación; y los que se atreven a disentir, según ellos son ''de una línea vieja y dura''. Vieja y dura como la verdad, la cual es el mejor antídoto contra la desinformación como estrategia política.
www.cubacenter.org
Director ejecutivo,
Center for a Free Cuba.
******************
Tomado de El Nuevo Herald.com
La desinformación como estrategia política
La desinformación como estrategia política
Por Frank Calzon
Los paladines de la propaganda totalitaria en el siglo XX, Lenin, Mussolini, Hitler y Fidel Castro, trasladaron a la realidad la premisa de Goebbels: una mentira repetida muchas veces llega a convertirse en verdad. Ciertamente, tuvieron razón cuando los pueblos no tenían otra fuente de información. Esa es la explicación por la cual la Radio BBC de Inglaterra tuvo tanta importancia durante la Segunda Guerra Mundial, Radio Free Europe durante la guerra fría o las trasmisiones de Radio y TV Martí en la Cuba de hoy; las dos primeras trasmitían a todo un continente y Radio y TV Martí sólo para los cubanos (aunque se pueden recibir y ver en otros lugares), pero su razón de ser es la misma: darles acceso a la verdad a pueblos que sufren la desinformación totalitaria.Hoy la desinformación continúa afectándonos: la generada en las emisoras miamenses que retransmiten programas de La Habana; los rumores sembrados por la quinta columna castrista en la Florida; y la diseminada por los ''agentes de influencia'' que actúan en la opinión pública, aceptando como cuestión táctica algunos de los crímenes de La Habana. La libertad de expresión es una de las grandezas de las democracias; antes de que nos acusen de querer censurar a nadie me apresuro a aclarar que en una democracia todas las ideas pueden manifestarse, incluyendo las que favorecen a los enemigos de la libertad.
Esa libertad de expresión también nos ampara a los que no compartimos el contenido de la carta que una docena de compatriotas autoproclamados ''líderes del exilio'' dirigieron al congresista Mario Díaz-Balart. En ella, pedían que se retractase de unas declaraciones en las que decía que los mercaderes que se lucran con el comercio con Cuba y se aprovechan de la miseria de los cubanos para obtener ganancias financieras no son diferentes de los que lo hicieron en la Suráfrica racista, en la Alemania nazi, o los que hoy con comercian con Corea del Norte e Irán.
Los firmantes de la carta entre los que se encuentran Pepe Hernández, Carlos Saladrigas y Marcelino Miyares sostienen que el congresista comparó con los nazis a personas de su distrito que envían remesas o viajan a Cuba.
Los firmantes deberían volver a ver el video del programa. Incluso el periodista que entrevistó al congresista ha escrito que la acusación no tiene base real alguna. Lo que sí es real son las vejaciones que se cometen en La Habana: las golpizas propinadas por la Seguridad del Estado a disidentes indefensos y el abrazo de varios miembros del caucus negro a Fidel Castro. Pero los firmantes de la carta no se sintieron lo suficientemente insultados
para emitir un pronunciamiento.Las acusaciones son más. ''Entre los firmantes de la carta --escribe Alejandro Armengol-- hay hebreos'' que dicen que Mario Díaz-Balart ''lanzó ataques personales en contra de sus propios electores''. Sería bueno que el columnista identificase cuáles de los firmantes viven en el distrito del congresista.
( Alejandro Armengol )
No sé qué importancia tiene que entre los firmantes haya hebreos, o cristianos. Aunque me gustaría recibir copia de cualquier carta de cualquiera de los firmantes de la carta denunciando las mentiras que proclama el castrismo en Naciones Unidas en contra de Israel. En 1959 había doce mil judíos en Cuba; hoy son unos 400. Todas sus instituciones fueron ''confiscadas'', una forma técnica de decir robadas. Si alguno de los firmantes se ha dirigido a La Habana o a Caracas pidiéndoles que restablezcan las relaciones diplomáticas con Israel, la prensa no lo ha reportado.
Los Castro, informa la agencia de noticias Reuters, confrontan ''una crisis de liquidez'' (el Banco Nacional no tienen divisas). El régimen desesperadamente necesita dólares y Carlos Saladrigas, uno de los firmantes, quiere que los dólares de miles de turistas americanos ''invadan'' la isla. A los que responden que el turismo llevará millones de dólares a los Castros, como dijo en el Senado de Estados Unidos esta semana el senador Robert Menéndez (D-NJ), el señor Saladrigas responde que Fidel Castro ''siempre ha tratado de prevenir que los viajeros extranjeros vayan a la isla''. No explica cómo se han construido todos esos hoteles, si Fidel no los quiere.
Es pura y simplemente desinformación; y los que se atreven a disentir, según ellos son ''de una línea vieja y dura''. Vieja y dura como la verdad, la cual es el mejor antídoto contra la desinformación como estrategia política.
www.cubacenter.org
Director ejecutivo,
Center for a Free Cuba.
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Para intransigentes, los Castro
El señor Alejandro Armengol en su columna Insulto y disparate [Perspectiva, 27 de abril] ataca, yo diría que muy fuerte, a un representante por la Florida porque él cree es de ``línea dura''
Opino, sin embargo, que el objetivo de cada cubano es uno: mantener una fuerza permananente contra la familia mafiosa que dice gobernar en Cuba. He leído algunos artículos que publica la prestigiosa edición digital de El Nuevo Herald del señor Armengol, y ninguno de ellos critica tan severamente al gobierno cubano como lo hace, con los, según él, intransigentes y de ''línea dura'' del exilio.
Considero que si hay personas que son intransigentes y de línea dura son precisamente los Castro, y que no debemos dejar de atacarlos por cualquier costado. Ellos fueron los que condenaron en segundo juicio a los pilotos. Ellos fueron los que les robaron en Cuba las propiedades a los americanos y a los cubanos. ¿Quiénes han fusilado en juicios sumarísimos, e incluso sin juicio? Fueron los Castro. Ellos fueron los que hundieron, hay pruebas fehacientes, un barco en la bahía de Matanzas y otro en aguas internacionales, el remolcador 13 de Marzo, donde murieron muchos niños. Ellos fueron los que encarcelaron a 75 periodistas e intelectuales por escribir sus opiniones y pensar con sus cerebros. Y no les bastó con esos crímenes. Después fusilaron a tres jóvenes que no habían cometido delitos para tamaño castigo. Ellos fueron quienes derribaron dos avionetas indefensas de un grupo dedicado a salvar vidas humanas en alta mar. ¡Y cuántas cosas más se me quedan en el tintero!
Julián Ginart
Fort Myers
El señor Alejandro Armengol en su columna Insulto y disparate [Perspectiva, 27 de abril] ataca, yo diría que muy fuerte, a un representante por la Florida porque él cree es de ``línea dura''
Opino, sin embargo, que el objetivo de cada cubano es uno: mantener una fuerza permananente contra la familia mafiosa que dice gobernar en Cuba. He leído algunos artículos que publica la prestigiosa edición digital de El Nuevo Herald del señor Armengol, y ninguno de ellos critica tan severamente al gobierno cubano como lo hace, con los, según él, intransigentes y de ''línea dura'' del exilio.
Considero que si hay personas que son intransigentes y de línea dura son precisamente los Castro, y que no debemos dejar de atacarlos por cualquier costado. Ellos fueron los que condenaron en segundo juicio a los pilotos. Ellos fueron los que les robaron en Cuba las propiedades a los americanos y a los cubanos. ¿Quiénes han fusilado en juicios sumarísimos, e incluso sin juicio? Fueron los Castro. Ellos fueron los que hundieron, hay pruebas fehacientes, un barco en la bahía de Matanzas y otro en aguas internacionales, el remolcador 13 de Marzo, donde murieron muchos niños. Ellos fueron los que encarcelaron a 75 periodistas e intelectuales por escribir sus opiniones y pensar con sus cerebros. Y no les bastó con esos crímenes. Después fusilaron a tres jóvenes que no habían cometido delitos para tamaño castigo. Ellos fueron quienes derribaron dos avionetas indefensas de un grupo dedicado a salvar vidas humanas en alta mar. ¡Y cuántas cosas más se me quedan en el tintero!
Julián Ginart
Fort Myers
posted by PPAC @ 5/02/2009 05:40:00 p. m.
2 comments
2 Comments:
Y mi pregunta del millone es: algun cubano ha denunciado a la CIDH sobre estas violaciones a los derechos humanos a Fidel? estos casos no prescriben por lo tanto lo han hecho? cualquier ciudadano lo puede hacer y si tienen las pruebas fehacientes porque nadie me responde que SI LO HA HECHO? porque en 50 anos ningun caso contra Fidel o Raul u otro de los viejos de Sierra maestra ha pagado por esto? cuantos de ellos salen del pais y ninguno ha sido encarcelado? es lo que hasta ahora no entiendo .
Sí, muchos cubanos han denunciado con pruebas esos actos. En video de Google puede ver algunas de ellas en el documental NADIE ESCUCHABA. Durante 12 ó 13 ocasiones seguidas el régimen cubano fue condenado en la desaparecida Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, pero la complicidad de otros países donde existen dictaduras, la indiferencia de otros y los intereses de otros gobiernos por resolver sus problemas , como que médicos cubanos vayan en misión gubernamental a atender gratuitamente o a muy bajo costo a pobladores de ese país, han hecho que nuevamente la tiranía Castrista esté impune antes esos crímenes.
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