¿PARA QUÈ SER COMUNISTA?
¿PARA QUÈ SER COMUNISTA?
Por Juan González Febles
Lawton, La Habana, 30 de abril de 2009, (SDP) Allá por los años 70 del pasado siglo XX, Rosita quería ser psicóloga. Era católica y la licenciatura en psicología era una ‘carrera estratégica’. Esto quiere decir que los estudios de esa disciplina estaban vedados y sólo existía acceso para militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas. Hoy que ganó en libras y en años, vive en España y según sus palabras, es sólo bióloga.
Mi amigo y colega Luís Cino, nunca pudo estudiar periodismo. La Universidad de La Habana, concebida por el Partido Comunista como sólo para revolucionarios, le negó esta posibilidad. Lo curioso es que muy pocos exponentes de la prensa oficial, tienen el oficio y el talento para el oficio que despliega Luís. Su gran defecto, eliminatorio por demás, es que nunca fue comunista.
Muchos en Cuba arrastran frustraciones de diverso tipo por el hecho de no ser comunistas, o por no tener un familiar cercano integrado a esta minoría. Los hay que se imponen a su realidad y de alguna forma válida o no, realizan su sueño. Otros se pliegan y cargan siempre con el gusto amargo de haber cedido su sueño a una existencia gris y lineal, sin sobresaltos.
El gobernante Partido Comunista de Cuba, que nominalmente encabeza Fidel Castro, se abrogó desde hace muchas décadas el papel rector en la sociedad cubana. Su carácter discriminador, excluyente y opresivo marca dolorosamente a toda la sociedad cubana.
Son pocas las oportunidades que brinda Cuba para los cubanos que no sean comunistas, o que no sean todo lo comunistas que se exige para ciertas posiciones. Quien no es comunista en Cuba, no puede ser piloto de aviación, diplomático, juez, psiquiatra, periodista, capitán de barco o policía. Decididamente, Cuba no es con todos y para el bien de todos. Es de ellos (los comunistas-castristas) y para bien de ellos.
Nadie comprende como este carácter discriminador del Partido Comunista ha pasado a través de tantos escrutinios internacionales. Como el apartheid que ejerce la minoría insignificante de miembros de esta agrupación política, contra el resto de la población, no ha sido ampliamente condenado en foros internacionales.
La corrupción se ha cebado en esta agrupación política. Los más sonados escándalos destapados en el país en los últimos diez años, han sido protagonizados por miembros del Partido Comunista de Cuba. Exponentes de esto fueron en su momento los casos de la leche sucia de 2005 y el episodio por tráfico de influencias en que resultó complicado Juan Carlos Robinson quien fuera secretario provincial de esa organización. Lo cierto es que este excluyente y selecto grupo, también ha tomado para sí el control del floreciente mercado negro cubano e incluso del nunca acabado juego ilícito.
El corrupto y minoritario grupo político representado por los comunistas, se aferra al poder y mantiene un férreo bloqueo interno. Prohíben entre otras cosas, la entrada y salida el país, la posibilidad de cambiar de domicilio o de obtener una vivienda digna, el acceso a Internet y a la lectura libre de materiales que censuran a capricho.
Los comunistas vetan entre además, la libertad económica e imponen leoninos y absurdos impuestos como el que mantienen sobre el dólar estadounidense, defendido desde las ‘Reflexiones’, supuestamente por Fidel Castro.
Hoy día, cualquier cubano decente encontró respuesta a la pregunta: ¿Por qué ser comunista? No hay razón alguna para continuar la farsa. No hay que mantener por más tiempo la ineptitud y la mala leche de ese nefasto grupo y la clase política corrupta que sostiene.
jgonzafeb@yahoo.com
Publicado por APLP
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