martes, julio 14, 2009

El Arzobispado de Madrid lamenta la muerte de Mariano Arroyo Merino, otro sacerdote español en la Isla

El Arzobispado de Madrid lamenta la muerte de otro sacerdote español en la Isla


Agencias | 14/07/2009


El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, sus obispos auxiliares y el clero diocesano manifestaron hoy su dolor por el fallecimiento, "en circunstancias deplorables", del sacerdote español Mariano Arroyo Merino en Cuba, reportó EFE.

El cadáver del párroco de Regla, en La Habana, fue encontrado este lunes apuñalado y quemado, en lo que es el segundo caso de un sacerdote español asesinado este año en la Isla.

A través de un comunicado, el cardenal Rouco Varela se refirió al padre Mariano Arroyo como "un magnífico sacerdote, cercano a los pobres, hombre profundamente religioso, entregado a su ministerio, que ha dejado siempre una profunda huella evangélica en cuantos le conocieron".

( padre Mariano Arroyo )

Vicente Jiménez Zamora, el obispo de Santander (capital de Cantabria, comunidad de la que era natural el sacerdote), expresó su "profundo dolor" y su "más enérgica protesta" por el asesinato.

También a través de un comunicado, Jiménez Zamora afirmó que en estos "tristes momentos" la fe y el dolor unen en la oración a la familia del religioso asesinado, a sus amigos y a la Arquidiócesis de San Cristóbal de La Habana, donde ejercía su ministerio".

El obispo de Santander definió a Arroyo como un "buen sacerdote, entregado al servicio del Evangelio, de los más pobres y necesitados".

El cuerpo de religioso será trasladado a España, donde recibirá sepultura.

Mariano Arroyo nació en 1935 en la localidad de Cabezón de la Sal, en Cantabria (norte de España), y fue ordenado sacerdote en 1960.

En 1962 inició su trabajo como misionero en América Latina, a través de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano-Americana (OCSHA).

Tanto en sus estancias en Chile como en la diócesis de La Habana, siempre estuvo integrado en los respectivos presbiterios diocesanos y a disposición del obispo de la diócesis.

En Cuba, el cardenal Jaime Ortega le nombró en 1998 párroco de Nuestra Señora del Pilar y, en diciembre de 2004, rector y párroco del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Regla, donde permaneció hasta su muerte.

Asimismo, en La Habana Arroyo fue asesor del Movimiento de Trabajadores Cristianos, y director del Instituto de Ciencias Religiosas Padre Félix Varela. También formó parte del Consejo Nacional de Misiones.

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