CACERÍA EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DE CUBA
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CACERÍA EN LA BIBLIOTECA
El martes 6 de octubre se realizó en la Biblioteca Nacional “José Martí” la reunión para analizar los últimos planteamientos de Raúl Castro. Se trata de una jornada de reflexión que, como un acto rutinario má
s, está ocurriendo en los barrios, los centros laborales y de estudio. El objetivo es recopilar la opinión popular sobre diversos temas económicos y sociales, como ya se hizo a finales de 2007.
Entre los trabajadores de la Biblioteca había poco entusiasmo para volver a plantear lo que habían dicho dos años atrás, pero aún así asistieron en masa al llamado del sindicato. Sin embargo, el guión preestablecido para la discusión resultó de difícil cumplimiento, especialmente porque los empleados prefirieron centrarse en su continuado pedido de erradicar la jornada laboral del sábado. Aunque los organizadores trataban de llevar los temas hacía los propuestos por el “general presidente”, las necesidades internas del centro parecían desplazar la agenda de la discusión. Así transcurría la reunión, hasta que pidió la palabra Raydel, un treintañero que labora en los pisos altos donde se almacenan los documentos y libros. El joven comenzó de una manera ácida e irónica a cuestionar la limitada labor de los sindicatos, especialmente su ineficiencia para solucionar los problemas internos del centro.
El termómetro se disparó cuando dijo: “Con tantos problemas y estamos aquí para hablar de lo que dijo ese Raúl”. Los militantes del Partido Comunista no pudieron aguantar que se tratara así a su líder y la emprendieron físicamente contra Raydel, especialmente el Jefe de Protección Física de la Biblioteca. Lo sacaron por la fuerza del salón y al otro día, en reunión urgente, lo separaron de su puesto de trabajo. Alegaron que una persona desafecta no podía estar en los pisos altos, pues desde allí tenía control visual de la Plaza de la Revolución y del Ministerio de las Fuerzas Armadas y que podía incluso incendiar o regar algún arma bacteriológica entre los valiosos manuscritos que atesora el lugar. Lo calificaron de terrorista frente a los otros empleados, para lograr un consenso general en el despido del que había sido víctima.
Hasta hoy, el castigo a Raydel por haberse expresado libremente en una reunión para recabar la opinión ciudadana, sigue siendo la expulsión de su puesto de trabajo. Después de eso, vamos a ver quién se atreve en la Biblioteca a cuestionar la labor del sindicato, del Partido y del Presidente.
Nuestro Hombre en La Habana
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Tomado de http://www.penultimosdias.com
CACERÍA EN LA BIBLIOTECA
El martes 6 de octubre se realizó en la Biblioteca Nacional “José Martí” la reunión para analizar los últimos planteamientos de Raúl Castro. Se trata de una jornada de reflexión que, como un acto rutinario má
s, está ocurriendo en los barrios, los centros laborales y de estudio. El objetivo es recopilar la opinión popular sobre diversos temas económicos y sociales, como ya se hizo a finales de 2007.Entre los trabajadores de la Biblioteca había poco entusiasmo para volver a plantear lo que habían dicho dos años atrás, pero aún así asistieron en masa al llamado del sindicato. Sin embargo, el guión preestablecido para la discusión resultó de difícil cumplimiento, especialmente porque los empleados prefirieron centrarse en su continuado pedido de erradicar la jornada laboral del sábado. Aunque los organizadores trataban de llevar los temas hacía los propuestos por el “general presidente”, las necesidades internas del centro parecían desplazar la agenda de la discusión. Así transcurría la reunión, hasta que pidió la palabra Raydel, un treintañero que labora en los pisos altos donde se almacenan los documentos y libros. El joven comenzó de una manera ácida e irónica a cuestionar la limitada labor de los sindicatos, especialmente su ineficiencia para solucionar los problemas internos del centro.
El termómetro se disparó cuando dijo: “Con tantos problemas y estamos aquí para hablar de lo que dijo ese Raúl”. Los militantes del Partido Comunista no pudieron aguantar que se tratara así a su líder y la emprendieron físicamente contra Raydel, especialmente el Jefe de Protección Física de la Biblioteca. Lo sacaron por la fuerza del salón y al otro día, en reunión urgente, lo separaron de su puesto de trabajo. Alegaron que una persona desafecta no podía estar en los pisos altos, pues desde allí tenía control visual de la Plaza de la Revolución y del Ministerio de las Fuerzas Armadas y que podía incluso incendiar o regar algún arma bacteriológica entre los valiosos manuscritos que atesora el lugar. Lo calificaron de terrorista frente a los otros empleados, para lograr un consenso general en el despido del que había sido víctima.
Hasta hoy, el castigo a Raydel por haberse expresado libremente en una reunión para recabar la opinión ciudadana, sigue siendo la expulsión de su puesto de trabajo. Después de eso, vamos a ver quién se atreve en la Biblioteca a cuestionar la labor del sindicato, del Partido y del Presidente.
Nuestro Hombre en La Habana
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COMENTARIOS DEJADOS
Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "CACERÍA EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DE CUBA":
Despues de ver un titulo tan llamativo para que sea de facil busqueda, despues de leer el contenido tan mediocre, acusando a personas que quizas el por sus ideales quiera denigrar, a los trabajadores, o quizas a esa magnifica instalacion, que estoy seguro que nunca harian esas cosas que narra, pero esa es la palabra de alguien que quizas como muchos quiera que le den un espacio dentro de los disidentes, y pueda recibir de la oficina de intereses en la habana su cuota para ponerse al servicio de estados unidos.
Hay veces que las personas criticamos cosas y para ello debido a que no tenemos la facil comunicacion buscamos a personas que como se dice vulgarmente, -tienen un tenis en la cabeza- y lo que tratan de acabar con la revolucion cubana, cosa que veo bastante dificil, ya que a pesar de tener problemas como los tienen todos los paises, ha sabido salir adelante y seguira avanzando a pesar de gentes que como ustedes traten de mancharla, analicen su mente, su alma y su cuerpo y despues vean si de verdad es necesario que escriban cosas como esta, despues de leido este articulo quisiera conocer mas sobre ese personaje que tuvo el problema en la biblioteca en esa reunion y de seguro que su mente no da para mas, debe ser una persona de mente estrecha, que no creo que en Estados Unidos mejore su vida, no lo creo es que solo quieren formar estos titeres para trabajar dentro de cuba y eso si que no va resultar, nunca, asi que con ese escrito lo que han hecho es demostrar que la Biblioteca Nacional de Cuba es una Institucion prestigiosa.
Ademas las ropas sucias de mi pais las lavamos en nuestro pais no fuera de este.
En otro momento quisiera dar mas detalles si asi lo desean.
otro de la Habana
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Este bloguista ha dejado elsiguiente comentario:
En su país, que es también nuestro país y Patria, no ha sido costumbre de la tiranía lavar los trapos sucios en casa, todo lo contrario. El dictador en Jefe los ha mostrado y exagerado internacionalmente para beneficio personal de su persona y de su tiranía.
Casos como ese los presencié en Cuba y le puedo decir aún más: fuí una de sus víctimas en un centro de educación universitaria por haber hablado no de los problemas actuales de nuestro país, sino nada menos que de la historia de Cuba del siglo XIX, apartándome de la historia oficial de la dictadura.
Para darle un ejemplo de esa forma del comportarse del tirano, basta la abominable mentira de Fidel Castro en el documental COMANDANTE, donde le dice a Oliver Stone que en Cuba antes del triunfo de la Revolución habían 100 000 prostitutas.
El bajo índice de enfermedades venéreas que presentaba el país y la información aparecida en el periódico El Mundo del 14 de febrero de 1958 que plantea, que aproximadamente 11 000 personas vivían de la prostitución, hablan del bajo índice de prostitución del país. Debo aclarar que en esa cifra se encuentran: los dueños de casas, burdeles y bares, las matronas, los proxenetas, el personal de servicio y limpieza, los policías corruptos, etc. y los llamados inversionistas, que eran los que echaban a andar el negocio (Abreu, 49).
En el último año de aquella república, Abreu Ramiro, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1984
Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "CACERÍA EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DE CUBA":
Despues de ver un titulo tan llamativo para que sea de facil busqueda, despues de leer el contenido tan mediocre, acusando a personas que quizas el por sus ideales quiera denigrar, a los trabajadores, o quizas a esa magnifica instalacion, que estoy seguro que nunca harian esas cosas que narra, pero esa es la palabra de alguien que quizas como muchos quiera que le den un espacio dentro de los disidentes, y pueda recibir de la oficina de intereses en la habana su cuota para ponerse al servicio de estados unidos.
Hay veces que las personas criticamos cosas y para ello debido a que no tenemos la facil comunicacion buscamos a personas que como se dice vulgarmente, -tienen un tenis en la cabeza- y lo que tratan de acabar con la revolucion cubana, cosa que veo bastante dificil, ya que a pesar de tener problemas como los tienen todos los paises, ha sabido salir adelante y seguira avanzando a pesar de gentes que como ustedes traten de mancharla, analicen su mente, su alma y su cuerpo y despues vean si de verdad es necesario que escriban cosas como esta, despues de leido este articulo quisiera conocer mas sobre ese personaje que tuvo el problema en la biblioteca en esa reunion y de seguro que su mente no da para mas, debe ser una persona de mente estrecha, que no creo que en Estados Unidos mejore su vida, no lo creo es que solo quieren formar estos titeres para trabajar dentro de cuba y eso si que no va resultar, nunca, asi que con ese escrito lo que han hecho es demostrar que la Biblioteca Nacional de Cuba es una Institucion prestigiosa.
Ademas las ropas sucias de mi pais las lavamos en nuestro pais no fuera de este.
En otro momento quisiera dar mas detalles si asi lo desean.
otro de la Habana
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Este bloguista ha dejado elsiguiente comentario:
En su país, que es también nuestro país y Patria, no ha sido costumbre de la tiranía lavar los trapos sucios en casa, todo lo contrario. El dictador en Jefe los ha mostrado y exagerado internacionalmente para beneficio personal de su persona y de su tiranía.
Casos como ese los presencié en Cuba y le puedo decir aún más: fuí una de sus víctimas en un centro de educación universitaria por haber hablado no de los problemas actuales de nuestro país, sino nada menos que de la historia de Cuba del siglo XIX, apartándome de la historia oficial de la dictadura.
Para darle un ejemplo de esa forma del comportarse del tirano, basta la abominable mentira de Fidel Castro en el documental COMANDANTE, donde le dice a Oliver Stone que en Cuba antes del triunfo de la Revolución habían 100 000 prostitutas.
El bajo índice de enfermedades venéreas que presentaba el país y la información aparecida en el periódico El Mundo del 14 de febrero de 1958 que plantea, que aproximadamente 11 000 personas vivían de la prostitución, hablan del bajo índice de prostitución del país. Debo aclarar que en esa cifra se encuentran: los dueños de casas, burdeles y bares, las matronas, los proxenetas, el personal de servicio y limpieza, los policías corruptos, etc. y los llamados inversionistas, que eran los que echaban a andar el negocio (Abreu, 49).
En el último año de aquella república, Abreu Ramiro, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1984
posted by PPAC @ 10/09/2009 10:38:00 p. m.
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3 Comments:
Despues de ver un titulo tan llamativo para que sea de facil busqueda, despues de leer el contenido tan mediocre, acusando a personas que quizas el por sus ideales quiera denigrar, a los trabajadores, o quizas a esa magnifica instalacion, que estoy seguro que nunca harian esas cosas que narra, pero esa es la palabra de alguien que quizas como muchos quiera que le den un espacio dentro de los disidentes, y pueda recibir de la oficina de intereses en la habana su cuota para ponerse al servicio de estados unidos.
Hay veces que las personas criticamos cosas y para ello debido a que no tenemos la facil comunicacion buscamos a personas que como se dice vulgarmente, -tienen un tenis en la cabeza- y lo que tratan de acabar con la revolucion cubana, cosa que veo bastante dificil, ya que a pesar de tener problemas como los tienen todos los paises, ha sabido salir adelante y seguira avanzando a pesar de gentes que como ustedes traten de mancharla, analicen su mente, su alma y su cuerpo y despues vean si de verdad es necesario que escriban cosas como esta, despues de leido este articulo quisiera conocer mas sobre ese personaje que tuvo el problema en la biblioteca en esa reunion y de seguro que su mente no da para mas, debe ser una persona de mente estrecha, que no creo que en Estados Unidos mejore su vida, no lo creo es que solo quieren formar estos titeres para trabajar dentro de cuba y eso si que no va resultar, nunca, asi que con ese escrito lo que han hecho es demostrar que la Biblioteca Nacional de Cuba es una Institucion prestigiosa.
Ademas las ropas sucias de mi pais las lavamos en nuestro pais no fuera de este.
En otro momento quisiera dar mas detalles si asi lo desean.
otro de la Habana
En su país, que es también nuestro país y Patria, no ha sido costumbre de la tiranía lavar los trapos sucios en casa, todo lo contrario. El dictador en Jefe los ha mostrado y exagerado internacionalmente para beneficio personal de su persona y de su tiranía.
Casos como ese los presencié en Cuba y le puedo decir aún más: fui una de sus víctimas en un centro de educación universitaria por haber hablado no de los problemas actuales de nuestro país, sino nada menos que la historia de Cuba del siglo XIX, apartándome de la historia oficial de la dictadura.
Para darle un ejemplode esa forma comportarse del tirano, basta la abominable mentira de Fidel Castro en el documental COMANDANTE, donde le dice a OLiver Stone que en Cuba antes del triunfo de la Revolución habían 100 000 prostitutas.
El bajo índice de enfermedades venéreas que presentaba el país y la información aparecida en el periódico El Mundo del 14 de febrero de 1958 que plantea, que aproximadamente 11 000 personas vivían de la prostitución, hablan del bajo índice de prostitución del país. Debo aclarar que en esa cifra se encuentran: los dueños de casas, burdeles y bares, las matronas, los proxenetas, el personal de servicio y limpieza, los policías corruptos, etc. y los llamados inversionistas, que eran los que echaban a andar el negocio (Abreu, 49).
En el último año de aquella república, Abreu Ramiro, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1984
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