CUBA : Cierre de comedores: ¿Solución efectiva?
Tomado de http://www.cubaencuentro.com
Cierre de comedores: ¿Solución efectiva?
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El gobierno toma medidas de forma casuística y con urgencia, que podrían crear mayores dificultades.
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Por Oscar Espinosa Chepe
La Habana | 16/10/2009
Desde hace decenios, los comedores de los centros de trabajo, junto al racionamiento implantado en marzo de 1962, han constituido los principales métodos para paliar los bajos salarios recibidos por los trabajadores cubanos. Ambas vías han sido fuertemente subsidiadas por el Estado, pero todo indica que, dadas las incrementadas dificultades que enfrenta la economía actualmente y el previsible empeoramiento en los próximos meses, el gobierno eliminará una parte sustancial de los subsidios.
El 1 de octubre empezó un ensayo en los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social, Finanzas y Precios, Comercio Interior, y Economía y Planificación, para comenzar a eliminar los comedores obreros de forma gradual en todo el país. A cambio, el gobierno pagará 15 pesos por día laborado, o sea 0.62 centavos de peso convertible (CUC), equivalentes 0.75 centavos de dólar.
En realidad, esos comedores han brindado pésimos servicios, sin variedad de platos, con comidas casi siempre mal elaboradas y dudosas condiciones higiénicas. Al mismo tiempo, es ampliamente conocido que muchos de los recursos asignados iban a parar al mercado negro. Según cifras oficiales, el costo de los comedores, destinados a más de 3 millones y medio de trabajadores, sobrepasa los 350 millones de dólares, sólo para financiar cuatro artículos: arroz, granos, cárnicos y aceite, sin incluir los gastos que ocasionan la adquisición de otros alimentos, combustible, electricidad, el mantenimiento de los locales y el pago de los salarios al personal de servicio.
Además, el descontrol ha sido inmenso, como quedó demostrado en junio de 2008, cuando se realizó un estudio oficial y se detectaron excesos en los inventarios ascendente a 20.000 toneladas de arroz, 7.000 de frijoles y 5.000 de aceite, equivalentes a más de 35 millones de dólares.
La suma del estipendio de 15 pesos por día trabajado que se entregará a los empleados llegará a 360 mensuales, si el trabajador asiste todos los días. Esto equivale al 87,0% del salario promedio mensual, 415,0 pesos al cierre de 2008. Se dará la paradoja de que muchos trabajadores tendrán un ingreso adicional superior a su salario.
Sin embargo, esto no necesariamente implicará un beneficio. Conseguir una comida en la calle por 15 pesos no es fácil, al menos en La Habana. Una pizza de queso con calidad regular cuesta 10 pesos; de inferior calidad y cantidad (203gr), 5 pesos, y un refresco de lata "easy open" (355ml), 10 pesos. Si se desea comer algo mejor, como una cajita con pequeñas raciones de arroz, carne de cerdo, vianda y vegetales, hay que pagar entre 20 y 25 pesos.
Una solución racional, pero sin respaldo
El sistema gastronómico, fundamentalmente estatal, es muy pequeño e ineficiente. Si se ampliara, los problemas con el descontrol y el robo de recursos existente en los comedores obreros se trasladarían a esos establecimientos. Por ello, la mejor solución sería autorizar al sector privado a brindar servicios, estableciendo regulaciones que garanticen, entre otros, parámetros adecuados de higiene y el pago de impuestos.
Otra opción sería que los empleados, como en otros lugares del mundo, llevaran su propia comida al trabajo, pero hay que tener en cuenta que lo vendido por el sistema de racionamiento sólo permite garantizar —si acaso— la poco variada alimentación de las dos primeras semanas del mes, lo cual reconoce hasta el gobierno. Por tanto, los trabajadores tendrán que recurrir a los Mercados Agropecuarios estatales y de oferta y demanda, donde los precios son muy altos. Queda la posibilidad de compra en las tiendas en divisas, pero los precios en ellas resultan prohibitivos para la mayoría de los cubanos.
Las autoridades han decidido además eliminar paulatinamente el programa de las Escuelas en el Campo, lo cual tiene aspectos positivos al regresar los adolescentes al cuidado de la familia. Sin embargo, este cambio también representa nuevas exigencias económicas, al incorporarse otras bocas a las reducidas posibilidades hogareñas.
El cierre de los comedores obreros tiene elementos económicos racionales, pero como en el caso de otras medidas, como el pago por los resultados, el pluriempleo y la posibilidad de reincorporación de los jubilados al trabajo, al efectuarse de forma aislada y sin existir un programa coordinado e integral de reformas, genera disímiles problemas que impiden o dificultan su efectividad, al implementarse en un marco económico adverso, lleno de contradicciones.
Las medidas que se están tomando dan la impresión de ser casuísticas y parciales, realizadas por la urgencia de resolver problemas coyunturales, más que por una comprensión de las necesidades de la sociedad. Por esta vía, sin apenas realizarse cambios en la decisiva esfera productiva, poco se logrará e incluso se podrían crear mayores dificultades.
© cubaencuentro.com
1 Comments:
Este Chepe siempre desvaría; pa mí que ni é de verdad economista ni ná. Cómo es que no vé (po ejemplo) que se dispararán automáticamente los precios del mercado libre de alimentos ante el nuevo volumen de demanda sin posible oferta?
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