CUBA: Gatopardos al acecho de las Damas de Blanco
Por Jorge A. Pomar, Colonia
Hay que ser muy cegato y sordo de cañón para no ver y oír los cabildeos secretos entre Washington y La Habana hacia esa meta; para no percatarse de que el sociata Obama y su Partido del Burro están más preocupados por mejorar la deteriorada (por Bush) imagen de Estados Unidos sesgándola a la izquierda, proteger sus fronteras federales y, de paso, ampliar sobre bases crediticias el actual comercio desigual con la Isla de cara a la remodelación de la era castrista.
Con perspectivas contrapuestas pero de común acuerdo, en la misma línea de acción opera la diplomacia peninsular, cuyo ministro del Exterior Miguel Ángel Moratinos arriba hoy a La Habana previo aviso de que no entraba en su agenda reunirse con líderes disidentes. A pesar de lo cual encuentra resonancias positivas entre ciertos líderes contemporizadores de la disidencia interna:
Igual de incuestionables las precisiones de Charlie Bravo y demás comentaristas al del segundo post de Zoé con el elocuente título "Del absurdo". Tanto que, como de costumbre, este post apenas añade a lo dicho y comentado en el blog de la novelista el rigor del regodeo abicueril en ponerles nombres y apellidos a los perpetradores del desaguisado de marras.
A propósito, Payá [foto de al lado] volvió a dar en el clavo esta vez al asumir la única posición digna posible ante el flagrante ninguneo de Moratinos: "Él viene a visitar al gobierno cubano, no a Cuba, y hay su diferencia, y grande. No porque el gobierno no sea parte de Cuba, sino porque excluye al resto de Cuba, y Moratinos se suma a esa exclusión". Y para someterlo ordalía en La Habana, invitó al despectivo huésped a asistir junto con él a la misa dominical en su parroquia del Cerro. Eso se llama darse a respetar como opositor. ¡Sombrero!
Amén de la absurdidad, lo grave, nocivo e infamante --por lo que conlleva en ignorancia, oportunismo y diversión policial la actual escisión del movimiento opositor alrededor de la obamanía y la cosmética reformista de Raúl-- es que buena parte de la mal llamada oposición "moderada y pacífica", El Herald y Encuentro en la Red a la cabeza, ha claudicado de antemano ante los cantos de sirena de la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
Moderados y pacíficos en la acepción castiza de la palabra, por cierto, somos más bien todos los anticastristas consecuentes, que en definitiva ni abogamos por la eficacia de los petardos ni tenemos otro modo de incitar a la rebelión cívico militar, a la Primavera de La Habana (con capitalismo sui géneris a la cubana, como quiere Yoani) o a la Revolución de Terciopelo en versión antillana que no sean el discurso oral o escrito en los pocos medios disponibles para nosotros los heresiarcas del exilio militante.
Por la misma razón lingüística que aquellos clasifican más bien como reformistas leales. Por lo demás, como nunca antes salta hoy a la vista la evidencia factual de que sus organizaciones están trufadas de agentes provocadores que ya campean por su respeto gracias al "todo vale-No hagan olas-To er mundo e güeno" imperante en el seno de la vapuleada disidencia...
Tanto como eso ha salido a relucir con las paradójicas cartas de apoyo y/o alabanza de reos de la Primavera Negra y Damas de Blanco (ojo: hay ahí labor de zapa interna) al concierto de Juanes y al Nobel de la Paz Barack Hussein. En fin, visto que las verdades requieren más refuerzo que las mentiras, lo dicho y redicho: el cuento de la lechera, vivir de ilusiones para morir de desengaño. "Lo digo yo que --al igual que Pánfilo-- no digo mentiras".
No hay mejor botón de muestra de la veracidad del absurdo de que habla Zoé Valdés que los arbitrarios distingos que, sin perjuicio de sus méritos, acaba de hacer la lideresa de las Damas de Blanco entre Zapatero y Moratinos. El colmo es que le atribuye al embajador de España una clara autonomía de obra y palabra con respecto al titular del ramo. Un extremo al que con toda seguridad no llegaría ni el más trasnochado de los incondicionales de ambos partidos en pugna perpetua allá en las solariegas Cortes.
No huelga advertir de que, hoy por hoy, cualquier división mayor del movimiento de las Damas de Blanco por la razón que sea --vasallajes foráneos, errores de cálculo de sus dirigentes, afán protagónico, mediatización o infiltración policial, sería un golpe psicológico con secuelas funestas para la imagen de la acorralada oposición interna a nivel mundial. A buen seguro, la Seguridad del Estado no ignora el enorme valor de símbolo de ese comando callejero femenino...
El pogromo del vídeo ocurría en 2007, a cuatro años de la fundación a mediados del 2003 del símbolo viviente de mayor impacto global que posee la resistencia civil anticastrista después de los centenares de prisioneros de conciencia por cuya libertad ellas arriesgan la suya. A la sazón, todavía no se había registrado la primera deserción de monta en el liderazgo de las Damas de Blanco: casualmente, la de Miriam Leiva, esposa de Espinosa Chepe, muñidor en jefe de las paradójicas iniciativas epistolares arriba mencionadas...
Tan escandalosa es la exclusión que hasta un compungido Espinosa Chepe declaró a la prensa extranjera que sus compañeros "están muy disgustados y decepcionados" con Moratinos. No es para menos. Por otra parte, ¿qué rupturas cabía esperar de una diplomacia zapaterista que en un quinquenio de diálogos, regalías y rogativas, de clamorosas claudicaciones y complicidades, no ha conseguido ni siquiera la reapertura del Centro Cultural de España en Centro Habana?
Pero retomemos el tema de nuestros gatopardos al acecho. Todo tiende a confirmar la suspicacia abicueril de que --así como el presidio político acaba de ser partido en dos so pretexto de un concierto claramente amañado contra el que se debió oponer rechazo unánime o, en su defecto, guardar prudente silencio-- las Damas de Blanco están siendo instigadas a arriesgar su cohesión interna y el impacto simbólico de sus marchas al tomar partido en cuestiones ajenas a su misión original: mantener vivo en la opinión pública el recuerdo del cruel cautiverio impuesto a sus seres queridos, marchar por la libertad en calles y plazas denunciando a voz en cuello los atropellos del régimen.
Alejadas de esposos, padres, hijos y hermanos disidentes aún presos, ese grupo de mujeres honestas es presa fácil para la demagogia diversionista. De modo que, hoy por hoy a buen seguro puestas en la mirilla de la DSE como objetivo número uno, nuestras Damas de Blanco corren serio peligro de implosión.
A la vista, la creciente neurosis de Obama en Washington. La perla más gruesa de su largo rosario de reveses en nueve meses de desgobierno la ensartó anteayer en Wall Street: 1,4 billones de déficit, 10 por ciento del PIB, récord desde la época de las Trece Colonias. Y un Zapatero con la cajetilla dental en "estática milagrosa" al frente de lo queda de España y de la Unión Europea en Bruselas...
Nada, que los líderes de la disidencia leal que tengan vergüenza para admitir en público el triste resultado de su torpeza, ingenuidad o maldad diplomática comprobarán sin falta más temprano que tarde a dónde se llega fiándose del sigilo de ese par de gatopardos prestos a saltar sobre la presa más inerme e influyente de la subversión insular...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home