miércoles, noviembre 11, 2009

CUBA Y BERLÍN DEL ESTE: Víctimas de dos muros

Tomado de http://desarraigos.blogspot.com



Víctimas de dos muros


Por Aguaya Berlín


Les soy sincera: el post que escribí ayer con motivo de los festejos por los 20 años de la caída del Muro de Berlín, y los festejos mismos, me mantienen en shock un día después. Fueron muchas las emociones porque, como les conté, no hubo minuto en que no pensara en el país de donde provengo, Cuba, esa isla caribeña a tantos kilómetros de distancia pero tan increiblemente cerca...

En el Muro de Berlín se disparó a matar a aquellos que se arriesgaron a cruzarlo para abandonar la antigua RDA. Desde la propia RDA salían los disparos... Muchos no pudieron cumplir su sueño de llegar al otro lado de la barrera física que separó, durante casi tres décadas, a un mismo país, a Alemania. Y yo no quiero pero no puedo evitarlo: pienso en los cientos y cientos de personas que han perdido sus vidas al abandonar Cuba, a como sea, para cumplir también un sueño o, más bien, para dejar atrás una pesadilla.

Las siguientes son fotos que hice a uno de los monumentos a las víctimas del Muro de Berlín. En particular éste está dedicado a las 15 personas del distrito Treptow que murieron en el Muro, como Jörg Hartmann y Lothar Schleusener, de 10 y 13 años de edad respectivamente, muertos a tiros el 14 de marzo de 1966.


Yo deseo que algún día haya un rinconcito, un pedazo de pared, un objeto, lo que sea, donde le pueda poner una flor a los cubanos que han muerto intentando salir del país en los últimos más de 50 años. Una flor para las miles de víctimas que se han ahogado en el mar alejándose del Muro cubano. Ese día recordaré también a las del de Berlín, donde vivo ahora.

Lo siento de veras si es un post triste... pero llevo meses con las fotos en la cámara y creo que es momento de compartirlas, así como algunas ideas de las que jamás imaginé, viviendo en Cuba, pudiera llegar a escribir.

Mi país se me ha ido viniendo abajo, señores, como un castillo de naipes. Desde que leo más sobre él, desde que me voy enterando de cómo fue y de cómo es, desde que escribo en mis posts sobre él. ¡Cuánto no pude saber! ¡Cuánto no se me dijo! ¡Cuánto quiero conocer ahora y cuestionar, opinar, disentir, comprender! ¿Son la distancia y las ataduras que quedan las que condicionan el grado de cercanía de lo tuyo, de lo innato, de lo patrio y la posición al respecto? Ah... yo tuve los ojos vendados... me los vendaron. ¿Con qué derecho?