BARACUTEY CUBANO

Por Ramón Dìaz Marzo


Habana Vieja, La Habana, 12 de noviembre de 2009, (PD) Recientemente en Cuba liberaron o le dieron la libertad a la papa, aunque no especificaron por conveniencias políticas que era “condicional”.

En el resto del mundo se conoce a la papa como patata. La papa o patata se encontraba en prisión desde la década de los años 60 del siglo pasado cuando cayó en la misma causa junto al Sr. Bistec de Res (que es su marido) y otros elementos desafectos.

No me hago ilusiones con la reciente libertad de la papa. En cualquier momento las autoridades podrían encerrarla otra vez por cualquier motivo real o imaginario. De cualquier modo, la papa debe sufrir mucho cuando sabe que su esposo (el Sr. Bistec) cumple cadena perpetua en ésta nuestra Isla y sólo le permiten salir de la prisión fuertemente custodiado cuando tiene que ir a las carnicerías de nuestro país a responsabilizarse con ciudadanos que tienen dieta médica, están en los hospitales o habitan las casas en los barrios congelados donde vive la nomenclatura.

De estos principales de Cuba caídos en desgracia desde el triunfo de la Revolución, se ha hablado mucho, pero no por los verdaderos motivos de sus largas penas de prisión.

( Viandas, vegetales y Ajiaco cubano )

La causa del Sr. Bistec de Res es exclusiva. Contra él las autoridades se ensañaron de modo personalizado. Durante los últimos 50 años, las autoridades con el Sr. Bistec no han tenido muy claro qué hacer. Por épocas le han querido cambiar la cadena perpetua por la pena máxima. Pero en la nomenclatura nadie es vegetariano y aunque lo tengan condenado para el pueblo, goza entre los mayimbes de gran popularidad sin que ello afecte los principios ideológicos de austeridad de la Revolución.

No pueden fusilar al Sr. Bistec porque aún sin libertad es necesario hacerlo cumplir algunas tareas con nuestra sociedad. Son muchas las personas que consideran al Sr. Bistec el elemento más conveniente para el Poder en la Isla. El Sr. Bistec ha demostrado a través de los años poseer dotes naturales de líder y son muchos los que le siguen ciegamente.

Ahora la papa se encuentra sola y triste. En unas de las últimas declaraciones que concedió a la prensa declaró: “Me siento sola y no encuentro a un macho capaz de hacerme sentir papa. Además, las autoridades son tan crueles que jamás nos dan pabellón ni la oportunidad de estar juntos en una visita familiar para compartir unos minutos de unión como en los viejos tiempos cuando en los restaurantes y cafeterías de la ciudad y de las casas siempre estábamos conectados”.

( Comida criolla cubana )

Pero no menos importantes han sido otras las revelaciones que han llegado a las orejas del público. Por ejemplo, uno de los primeros en caer preso en las famosas redadas que la Seguridad del Estado efectuó en los años 1960 para exterminar a la contrarrevolución fue el chícharo. Pero también se sabe que fue uno de los primeros en ser liberado. Ahora no hay dudas. El chícharo era y es un infiltrado. Se calcula que fue el agente secreto que chivateó a todos sus compañeros. ¿Pruebas? Sólo tienen que beber una taza de café de nuestros días y sabrán que al chícharo lo han infiltrado en el café para efectuar nuevas investigaciones a pesar de que el café es nuestra bebida nacional. Pero en cuestiones de principios, la Revolución es diáfana. Si hay que sustituir al café por actos contrarios a la Revolución, será sustituido. Es cierto que han tenido que quemar al chícharo para efectuar estas investigaciones, pero ahí fue donde todo el mundo se enteró que el chícharo es un agente de la contrainteligencia.

El caso del boniato es archiconocido. Fueron muy pocas las veces que estuvo en un calabozo del G-2, pero nunca lo condenaron porque era demasiado bruto para ser un real y verdadero contrarrevolucionario. La estupidez del boniato ha sido proverbial y hasta los niños saben que es un elemento apolítico, no se mete en nada, y no sabe lo que ocurre en el país.

El caso del arroz es diferente. En vez de enviarlo a prisión desde el principio, lo mandaron castigado a una granja con la posibilidad de salir de pase una vez al mes. La esencia del arroz es estar en todas partes y nunca meterse en política.

( Frutas cubanas )

Las frutas son tan peligrosas como el Sr. Bistec. Menos el aguacate, la naranja, el limón (cuyo uniforme no por gusto es verde), a todos sin excepción se les considera nocivos al proceso revolucionario de los hermanos Castro cuya clave es mantener al pueblo en un estado mental que raye en la tontería. Con el consumo de frutas como la chirimoya, el anón, el zapote, el melón, la mandarina, la pera, el melocotón, el mamoncillo, la fruta bomba, y otros elementos que ahora harían muy larga esta lista, el proceso revolucionario correría peligro.

Para la leche preparamos, con la intención de publicarlo, un trabajo pormenorizado.

ramon597@correodecuba.cu