miércoles, febrero 03, 2010

El antídoto perfecto

Nota del Bloguista


Aunque en esos años me gustaba más bailar rock que bailar casino ( en pareja sobre todo y no ¨en rueda¨ salvo que no hubiera más remedio ), siempre me gustó la música de Los Van, Van, al igual que la de otras orquestas de la música popular bailable cubana, incluyendo hasta a Pello El Afrocán; la rubia que bailaba con Pello, Daysi Monteavaros, era de mi barrio. No me gustaba Pacho Alonso y sus Bocucos. El rock yo lo bailaba fundamentalmente en el Vedado y sobre todo en el Vedado Tennis Club ( CSO ¨José Antonio Echeverría ¨), en el club Johny´s Dream ( después se le llamó ¨El Río ¨ ) al lado de la desembocadura del río Almendares y en algunas zonas de Marianao y Miramar. Pero en Centro Habana, Lawton, Luyanó,, Regla y Guanabacoa, etc..,casi siempre había que bailar casino si uno quería bailar en las fiestas.

El autor con su artículo me hizo recordar las madrugadas que me pasaba oyendo , y bailando. el radio del Salón de Recreación de la beca universitaria ( que la pagué posteriormente con 24 años de salarios de miseria como profesional ) el programa de música ¨underground ¨ llamado Baker Street de la KAAY, hasta que se acababa y le seguía un programa de misterio llamado The Monster of the Black House. La beca estaba al lado del Malecón y las ondas hertzianas entraban que era una divinidad al no oirse la interferencia del gobierno Castrista, que siempre ha tenido esa práctica. En ese programa se ponían las versiones de las canciones en las cuales los músicos improvisaban. Recuerdo las improvisaciones de Led Zeppelin, Rare Earths, Black Sabbath, Iron Butterfly, The Doors, Wilson Picker, The Animals, Jimmy Hendrix, Jefferson Airplane, Santana, etc., con sus canciones más exitosas; las había de 20 minutos y más de duración.

No necesité de antídoto para no ir a ver a Los Van, Van , aunque su música aún me sigue gustando para bailar ( las letras de sus canciones ni se lo que dicen ) y ella forma parte de mi memoria auditiva y visual que acompañan mis vivencias de cuando bailaba toda la noche y la madrugada y mis rodillas no necesitaban del condroitín ni de la glucosamina. Saber que unos de manera consciente y otros de manera inconsciente han sido abanderados del Castrismo y se han dejado utilizar me es suficiente razón para no recibirlos ni oirlos.

Por cierto, no he encontrado en ningún lugar, que Juan Formell haya firmado el documento donde de manera implícita se está apoyando los encarcelamientos y fusilamientos de la Primavera Negra 2003, pero leer la proclama que leyó en la celebración cultural por el 50 aniversario del triunfo de la Revolución y gritar Viva Fidel como lo hizo, es como haberla firmado y estar de acuerdo con TODO lo que ha hecho Fidel y la maldita Revolución.

En http://baracuteycubano.blogspot.com se encuentra la más amplia relación de firmantes de ese documento y algunas opiniones.
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El antídoto perfecto


Por Oscar Díaz


La semana pasada fue una pesadilla. Que si van, que si no van, que si vienen, que cuándo se van --no la furgoneta, sino la orquesta con nombre redundante y contradictorio, porque a final de cuentas no fueron.

Treinta años después, me siguen molestando. No políticamente, sino al oído. Aclaro que soy patón de nacimiento. Mis padres eran buenos bailadores de casino --nada de salsa, que eso es lo que se echa a los espaguetis-- pero las leyes de la herencia fallaron y no me tocó ni un solo gen danzante. (Mi hermano mayor, que tampoco baila, por lo menos es profesor de música).

Eso complicaba mucho las cosas para un muchachón en La Habana a principios de los años 70. En las fiestas me quedaba conversando con los amigos mientras la gran mayoría bailaba. Una ex futura suegra me preguntaba: ``Niño, ¿tú eres mongo?'' Yo me quedaba callado, para no ofender a los mayores, pero la monga era la hija, que llevaba tres asignaturas a extraordinario, aunque bailaba como las diosas.

( Los Van, Van ensayando antes de su presentación en Los Cayos )

Aclaro que no rechazo esa música de plano. Puedo escuchar a la Sonora Matancera, incluso a la Orquesta de la Luz, y los pies se me mueven, aunque a destiempo y en la dirección equivocada. Isabel dice que debo bailar como los polacos, pero Martínez me entiende, porque a él, un muchachón ecléctico, también le gusta el rock.

Entonces empezaron a llegarme por ahí sonidos eléctricos, duros, enervantes, y encontré mi música. Pink Floyd; Black Sabbath; Emerson, Lake & Palmer; Bachman-Turner Overdrive, The Police, Queen.

No hacía falta moverse al compás preciso que dicta el casino, bastaba con dejarse llevar, como los polacos. Fue la liberación, que me llegó a través de KAAY (AM 1090), desde Little Rock, Arkansas, con su programa Baker Street, que escuchaba en secreto en el bachillerato cerca de Güines.

Y entonces Los Van Van no me molestaron más, se quedaron en una zona pequeña del cerebro donde guardo los archivos de ritmos pedestres y poco creativos, al menos para estas dos orejas. We are the champions le gana, de calle, a Pastorita quiere guararey, cualquier día, a cualquier hora y en cualquier lugar.

Pero la semana pasada me volvió a dar picazón y el domingo me fui a casa buscando un antídoto. Podía haber hecho algo a propósito, como poner un CD de los Rolling Stones y dejar que hiciera lo suyo. Pero no, quería que fuera algo espontáneo, justicia divina, y me llegó del cielo, por satélite.

Un concierto de Queen en Ucrania, a beneficio de los pacientes de sida. Eran 300,000 personas, en su inmensa mayoría jovencísimos, disfrutando a todo dar de un grupo donde lo que abundan son las canas y los dolores en las articulaciones, y la ausencia de Freddy Mercury pesaba fuerte. Pero si uno cerraba los ojos y sólo escuchaba la música, era la misma energía de siempre.

Me fui a la cama casi al amanecer tarareando I want it all, and I want it now, el antídoto perfecto.

2 Comments:

At 5:03 p. m., Anonymous Anónimo said...

Si que te entiendo, muchos pasamos lo mismo en Cuba, al igual que tu era "patón" porque no bailaba casino, pero lo nuestro era el Rock, por ese lado nos llamaron en las IPUEC y ESBEC diversionistas ideologicos y proclives al sistema capitalista!! jajajajaja, (bueno en eso tenian razon, aqui estoy en Cancun), pero gracias a eso me diverti mucho tocando Rock con los "Nueva generacion" en su ultima etapa antes que se esfumaran a mediados de los 80s vendiendo los equipos y comprando un barco para irse a Miami,

Saludos!!!

JUnior

 
At 8:01 p. m., Anonymous Anónimo said...

excelente articulo, tambien vivi esos momentos de KAAY en el pre Republica de Panama en Guines a mediados de los 70s, eramos rockeros diversionistas ideologicos, jajaja, menos mal, eso nos mantuvo coherentes y no abrazamos el proyecto de Cara e Coco y compañia con el fanatismo de nuestros pades.

 

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