BARACUTEY CUBANO

A la izquierda, Deysi Lázara y a su lado Tania Montoya

Por: Aini Martín Valero, ALAS- Coordinadora Nacional de Nueva Esperanza en Cuba

Mucho se ha escrito en estas últimas semanas sobre las Damas de Blanco, muchas han sido las frases de elogio y valentía para con ellas, pues en honor a la verdad, se las merecen.

Pocos o ninguno de los trabajos que he leído hablan de las Damas de Apoyo, aquellas que sin tener obligación alguna, estuvieron en el séptimo aniversario de la Primavera Negra de Cuba. `

Algunos fuera de la isla se preguntarán ¿Quiénes son las Damas de Apoyo? no son más que activistas de la oposición interna, que aunque no tienen ni hijos, ni esposos, ni hermanos en las cárceles cubanas, se solidarizan con la libertad de los presos políticos.

Muchas se trasladaron de otras provincias, fueron brutalmente golpeadas, vejadas, amenazadas, arrastradas y heridas en lo más profundo de sus corazones. Algunas de ellas manifestaron con lágrimas en los ojos, el odio con que fueron tratadas por las turbas uniform

adas.

Otras todavía incrédulas de lo que habían pasado las ultimas horas, contaron sus experiencias en ese 17 de marzo, que para ellas será inolvidable. Las Damas de Apoyo surgieron desde hace varios años, en que muchas de las Damas de Blanco, con edades avanzadas, no podían asistir a las celebraciones acordadas.

Entonces este grupo d

e mujeres, que lo pueden componer, cualquier fémina de la sociedad civil cubana, se unió, a la noble causa de la liberación de los más de 200 presos políticos que se encuentran en las cárceles cubanas.

“Cuan temeroso y débil debe sentirse este régimen para que nos apaleen de esa manera”, me comenta Deysi Lázara Suárez quien es Dama de Apoyo y fue seriamente lesionada ese día. Esta mujer partici

pó en los siete días que duró la celebración, aunque su brazo derecho clamaba a gritos un reposo necesario, después de contraer un egipse propinado por las mujeres comunistas.

En todos estos días hubo una cubana que marchó sin detenerse y la que fue golpeada en un seno, por una pata de una oficial del MININT. Ella es Tania Montoya, la cual desde Palma Soriano en la provin

cia mas Oriental del país, llegó a la Ciudad solo para apoyar a las Damas de Blanco.

Es de destacar que ambas dignas cubanas son miembros de MDO afiliados a Nueva Esperanza.

Todas estas señoras de apoyo, merecen el reconocimiento más grande de todo el pueblo cubano, merecen que las

Damas de Blanco las feliciten y les reconozcan como pilar fundamental dentro de su lucha pacífica. Toda aquella mujer que corra por sus venas sangre cubana, debe y tiene que apoyar esta causa, que no es ni suya, ni nuestra, que es de todo un pueblo que clama libertad, prosperidad, respeto y justicia. A ustedes Damas de Apoyo, ¡que Dios las bendiga!