miércoles, abril 07, 2010

CUBA: HACE 30 AÑOS. UN ARTÍCULO PARA LOS QUE AÑORAN LOS AÑOS 80S EN CUBA

HACE 30 AÑOS


Por Luis Cino
Periodista independiente.
luicino2004@yahoo.com

Arroyo Naranjo, La Habana, 1ro de abril de 2010 (PD) No acierto a comprender la añoranza de muchos compatriotas por el supuesto bienestar de los años 80. A partir del Período Especial, especialmente los desmerengados por hambre, empezaron a echar de menos los años del subsidio soviético: las latas de carne rusa, las becas en Uzbekistán, los contratos laborales del CAME, el vodka Stolishnaya, los viajes-premios del programa televisivo 9550 y los surtidos mostradores de los mercaditos paralelos.

En los 80 no había dualidad monetaria, pero tampoco alcanzaban los salarios y la tenencia de dólares se pagaba con años de prisión. La universidad era para los revolucionarios, en las cárceles había más presos políticos que ahora y no pasaban muchas semanas sin que supiéramos de la muerte en Angola de algún familiar, vecino o amigo.

De ningún modo pudo ser buena una década que se inició con un éxodo masivo y el estreno de los mítines de repudio. Si aquel hubiera sido un tiempo idílico, no se hubieran marchado 125 000 personas por el puerto de Mariel en menos de cinco meses, entre mayo y septiembre de 1980

Precisamente por estos días se cumplen 30 años de los sucesos de la embajada de Perú. Retirar la custodia de la sede diplomática fue un disparate colosal. Más de 11 000 personas repletaron los predios de la embajada en menos de 24 horas. Cuando ya no quedaba más espacio, se subieron a la azotea y a las ramas de los árboles. La cifra hubiera sido muy superior si no acordonan con esbirros la embajada y la emprenden a golpes contra los aspirantes a emigrar que se demoraron en llegar.

El mundo quedó atónito ante la estampida de un pueblo que huía del paraíso de Fidel Castro. El régimen tenía que demostrar que los descontentos con la revolución eran elementos antisociales: delincuentes, viciosos y pervertidos.

La televisión cubana mostró las riñas tumultuarias por la comida en el arruinado jardín de la embajada, en que rufianes de aspecto lombrosiano arrebataban las raciones a las mujeres y los niños. Lo que no explicaron fue que las autoridades cortaron el suministro de agua potable y demoraron dos días para empezar a repartir unas pocas cajitas de cartón que contenían un puñado de arroz y huevo. Cuando la multitud hambrienta y desesperada se bestializó fue que comenzó la filmación.

Lo que no mostró la TV fue las palizas que recibieron en la calle los que todavía intentaban penetrar en la embajada, las golpizas que recibieron los refugiados que acogidos a salvoconductos salieron para ir a sus casas. Los encargados de expresar “la indignación del pueblo revolucionario” eran militantes del Partido Comunista movilizados para la ocasión.

Los mítines de repudio fueron la más aberrada y vil muestra de soberbia e impotencia del castrismo. Reminiscentes de los progroms nazis, motivaron la caída por el tobogán de la desilusión de muchas personas que hasta aquel momento creyeron en la revolución cubana.

La llegada al Mariel de embarcaciones procedentes de la Florida que venían a buscar a familiares sirvió a los planes del régimen. En los barcos viajarían los que demostrarían al mundo que los peores cubanos eran los que se oponían al sistema. Adicionalmente, los criminales que sacaron de las prisiones directamente para embarcarlos hacia Miami servirían para castigar al gobierno de los Estados Unidos.

Para irse, había que hacer largas colas en las unidades policiales para firmar ignominiosas declaraciones. La gente estaba dispuesta a incriminarse, a declarar cualquier barbaridad. A proclamarse delincuente, puta, maricón, cualquier cosa. Era el precio a pagar por escapar.

Así el gobierno pudo dar la imagen al mundo de que expulsaba por un puerto convertido en cloaca a las heces de la sociedad. Los tildaron de escorias. Vejados, insultados, los echaron del reino a patadas. Que se vayan, gritaba la turba. Construir el socialismo era tarea de hombres y mujeres libres. Con total libertad para aplaudir y obedecer al Comandante en Jefe. Suyo fue desde entonces el reino de las órdenes, los himnos y las consignas. ¡Y todavía hay gente que añora los 80!

luicino2004@yahoo.com

Foto: Ana Torricella

4 Comments:

At 2:43 a. m., Anonymous Anónimo said...

todo lo q tu dices es verdad pero d q se vivia mejor es cierto y teniamos varias cosas q tu no colocas bien,educacion,salud y seguridad q esta ultima no tiene valor,ni con mastercard

 
At 8:09 p. m., Anonymous Anónimo said...

hola hermanos todos:
el socialismo es una utopía , su sistema lleno de buenas ideas no puede cumplir lo que promete o sueña , los años pasan , 50 años en el universo no es nada , 50 años en la vida de una persona es casi toda su vida , rectificar es de sabios , es hora de arreglar todo el desaguisado que han organizado , nunca es tarde.

desde madrid.

 
At 7:23 p. m., Anonymous Anónimo said...

en Ecuador se quiere implementar la misma idiologia patetica esperomos que el pueblo reaccione
desde Ecuador

 
At 7:23 p. m., Anonymous Anónimo said...

en Ecuador se quiere implementar la misma idiologia patetica esperomos que el pueblo reaccione
desde Ecuador

 

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