BARACUTEY CUBANO

Por Félix Navarro

Preso de Conciencia cubano

Prisión Provincial Canaletas, Ciego de Ávila, abril 1 de 2010 (PD) Representando los sentimientos patrios de Pedro Arguelles Morán, Fernández Saínz, Pablo Pacheco Ávila y Ramón Díaz Sánchez, prisioneros todos de conciencia, en la prisión de Canaleta, en la provincia de Ciego de Ávila, remito lo siguiente al foro debate parlamentario de la Asamblea Nacional del Poder Popular:

Está demostrado que sólo con la acción de los hombres y de los pueblos, sinceramente integrados en el bien de todos los demás, se podrá alcanzar la autentica fraternidad. Una sociedad justa puede ser realizada solamente en el respeto y la dignidad de la persona humana.

En lo particular, no reprocho el esfuerzo que realizan por la liberación de los cinco prisioneros cubanos presos en cárceles norteamericanas. Se trata de demostrar nuestra inconformidad por su actuar, ese que ofrece una imagen en la que sólo ellos están tras las rejas y olvidan lastimosamente que a lo largo y ancho de nuestra hermosa geografía insular, permanecen las cárceles sobresaturadas por cientos de nuestros compatriotas. Para liberarlos no tendríamos que realizar campañas ni foros, sino que bastaría la voluntad política del gobierno de la Isla.

Compatriotas cubanos, hermanos todos, pongamos a un lado nuestras diferencias ideológicas y en nuestros corazones el amor a la patria, pues el tiempo de cambio es ahora. Uno de nuestros compatriotas ofrendó su vida por amor profundo a las cuatro letras y al gorro frigio. Otro más quizá en este instante ya ni siquiera respire por la inmovilidad del gobierno y por él apegarse a su criollo y fino altruismo.

Compatriotas cubanos, hermanos todos, iniciemos ya de común afán la necesaria e impostergable reconciliación. Desterremos el acoso, el hostigamiento y la persecución hacia las diferentes manifestaciones del pensamiento. Tengamos bien presente, compatriotas, hermanos, que la vida de una persona estará siempre por encima de cualquier ideología. Que publicar un artículo al estilo de Poncio Pilatos como el de días anteriores sobre el caso de Orlando Zapata Tamayo, no quita responsabilidades al gobierno de nuestro país.

Responsabilizar a otros gobiernos y diplomáticos foráneos de una situación que sólo puede ser resuelta entre cubanos, es una falta de responsabilidad y un acto de anarquía. Lamentar una muerte que pudo ser evitada resulta totalmente irónico.

Compatriotas, hermanos todos, apretémonos en un fraterno abrazo por la paz y el respeto a los mecanismos de libertades universalmente reconocidos y hagamos entre todos próspera nuestra nación y felices a las madres cubanas. Con todos y por el bien de todos.

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