sábado, julio 24, 2010

Los desterrados cubanos cuentan al diario ABC sus primeras impresiones sobre España y sus sueños de futuro

Tomado de http://www.abc.es

«La democracia me ha impresionado»

Los desterrados cubanos cuentan a ABC sus primeras impresiones sobre España y sus sueños de futuro


LUIS MIGUEL L. FARRACES
MADRID
Día 23/07/2010 - 10.49h

Apenas dispusieron de unas horas para tomar la decisión más determinante de sus vidas. Esa que les llevó a dejar atrás su patria, su tierra y su gente para empezar de cero en un país extraño como ciudadanos libres. En estos días, en los que una docena de presos de conciencia cubanos han llegado ya a España, las preguntas acerca del futuro aturden aún más las mentes de los recién llegados.

Entre todas ellas, prevalece una preocupación fundamental: cómo y cuándo podrán conseguir un empleo. «Como dice una canción cubana, no me regales más nada, déjame ganarlo yo» comenta Pablo Pacheco, periodista condenado durante la Primavera Negra a 20 años de cárcel. «No quiero estar en un hotel cinco estrellas y que me lo paguen ustedes. Quiero que se regularicen mis papeles y comenzar a trabajar en lo que pueda hacer», añade.

( Pablo Pacheco Ávila )


Eso del hotel cinco estrellas que comenta Pacheco, está claro que no va por el modesto hostal de Vallecas en el que se alojan él y sus compatriotas. En el vestíbulo del mismo, los recién llegados hablan sobre la complicada situación que atraviesa España y que sin duda dificultará su propósito de autosuficiencia. «Sabemos que hay muchos españoles desempleados también, y no creo que fuera justo que los últimos que llegamos comiéramos los primeros», expone Omar Rodríguez, fotorreportero.

En busca de una nueva ocupación

A pesar de un pasado común como periodistas en Cuba, los planes de los liberados en España divergen bastante. Las opciones son tan variopintas que van desde el interés de Mijaíl Bárzaga por hacer un curso de guaguero - conductor de autobuses - hasta los deseos de Pacheco por continuar aquí su labor de periodista. «Sé que aquí sería muy complicado porque el periodismo es algo muy profesionalizado. De todos modos también tengo en mente publicar dos libros si fuera posible», afirma. Uno de esos volúmenes sería un diario de la primera etapa de Pacheco en prisión, mientras que el otro se centra en la relación con su mujer durante los últimos 16 años. Cartas desde prisión incluídas.

Para la docena de cubanos que de momento ha llegado a Madrid, España es casi otra galaxia. «Lo primero en lo que me fijé es en la cantidad de carros que había en la calle a pesar de que estén en crisis», afirma Normando Hernández. El mismo que se quedó atónito la semana pasada ante la retransmisión del Debate Sobre el Estado de la Nación. «Cómo salían Zapatero y Rajoy a exponer sus ideas. Me quedé maravillado. Conocía la democracia en teoría, pero nunca la había visto en la práctica», asegura.

Un futuro lejos de Madrid

A pesar de la curiosidad que ha aflorado en ellos por su nuevo país, para la mayoría de ellos España es aún una gran desconocida. Más aún si se sale de los límites de Madrid, donde parece ser que el Gobierno no está por la labor de mantener a la mayoría de los recién llegados a pesar de su deseo de permanecer unidos. A Hernández, por ejemplo, le espera una nueva vida en Cullera (Valencia), mientras que Pacheco empezará de cero en Málaga. Dos ciudades de las que nada saben más allá de que están bañadas por el mar.

Salvo excepciones, los excarcelados admiten en privado su deseo de permanecer en Madrid, donde la colonia cubana está más consolidada. Recelosos con el Gobierno casi desde el momento en que pisaron suelo español, sospechan que el Ejecutivo quiere dispersarles para que su voz opositora se diluya entre kilómetros y carreteras. Y es que, con apenas unos días para hacerse a su nueva vida, la única cuestión a la que responden sin dudar es acerca de la continuidad de su labor opositora en España. Ese sí rotundo rompe la tónica general de unas mentes repletas de interrogantes. Unos interrogantes captados por las cámaras de ABC.es.