domingo, agosto 01, 2010

Calígula caribeño: Hugo Chávez

Tomado de http://www.cope.es



Calígula caribeño


Por Pablo Caruso
Periodista.
Corresponsal de Gestiona Radio en Iberoamérica.

29-07-10


En esta conmovedora ecuación que es Hispanoamérica, llena de incógnitas, no hay tiempo para aburrirse. A veces, con trágicos sucesos, y otras, con tragicómicos hechos. Tierra que habla de paz a bombazos o a balazos limpios. Así es. Por momentos, la cosa se agrava, cuando aparece un dictadorzuelo de derecha o izquierda que busca su propia guerra. Impresiona observar, a esta altura del siglo XXI, el modo en que algunos gobernantes tratan a su pueblo como a un gran parvulario. Engañan, practican el ilusionismo, mienten. O los llevan a la angustia. Hacen y dicen lo que sea para mantener el engaño. Ocultar la realidad, tan evidente, se hace imperativo, y a cualquier costo. Son capaces de cosas inverosímiles. Lo mismo desentierran un esqueleto de un prócer de la patria, que contratan, como un tótem, a un ex futbolista —que se permite hacer temerarias acotaciones—, situado a su derecha, para anunciar la ruptura de las relaciones diplomáticas con un país digno y hermano.

Hugo Chávez está mentando a la bicha o al diablo, como dicen por estas tierras. Quiere, a toda costa, usar los juguetes bélicos adquiridos a la ex Unión Soviética hace unos meses, para jugar a la guerra. Amenaza, y advierte que los colombianos sufrirán todas clases de calamidades, si no dejan de denunciar que apoya a narcoterroristas. Mientras, mira de reojo hacia la vieja Rusia, como el niño bravucón a su hermano mayor. Pero, hace unas horas, Vladimir Putin lo llamó a la realidad. Le hizo saber que, con tal de vender sus herrumbrados avioncitos y fusiles lo que sea, le acompañaría hasta las mismas puertas del infierno, pero ni un paso más allá. Esto hizo que se enfriara en sus ansias de sangre. Sus sueños de una gran nación socialista-bolivariana, que va desde su trono en Caracas hasta la Patagonia, se le están desvaneciendo. Emperador de la Latinoamérica bolivariana, empezando por Colombia, parece que no va poder ser. Tal vez, Putin o Fidel le informaron que ese puchero ya lo intentó alguien, que tenía un poco más de cerebro que el cacique bolivariano: un tal Stalin. No lo consiguió, y eso que mandó a sesenta millones de almas para el otro barrio. Es que, a veces, aparece por esta Latinoamérica algún ignorante. Y, ya se sabe, la ignorancia es muy atrevida.

Para Hugo Chávez, al igual que para Calígula, todo vale con tal de mantenerse en el poder. Produce actos sin sentido, día a día, para, al final, como el emperador romano, hacer realidad la frase: “Que me odien con tal de que me teman”. Al menos, Calígula era consciente de su locura.

1 Comments:

At 3:53 p. m., Anonymous Casandra said...

El problema no es un atorrante como Chávez. Eso siempre existe, dondequiera. El problema es que en su entorno haya suficiente gente que le permita llegar a donde ha llegado. La mal llamada América “Latina” está muy enferma, como aparentemente siempre ha estado. Se niega a aprender de sus incontables errores y fracasos, y persiste en seguir igual o peor. Chávez siempre fue, a todas luces, un animal con ropa, y siempre se supo de que pata cojeaba. Si los cubanos lo captaron correctamente desde el primer momento, ¿cómo es posible que los venezolanos fueran tan idiotas? ¿Y qué decir de los bolivianos, nicaragüenses, argentinos, etc.?

 

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