BARACUTEY CUBANO

Por Luife Galeano.

Siempre he pensado que esperar acontecimientos termina siendo más rentable que mantenerse en el tíbiri tábara del día a día vigilando las escaramuzas y disparándole a todo lo que vuela. De esta forma he podido analizar el confuso devenir del socialismo español por el Caribe buscando esperanzado descubrir, siquiera un leve atisbo, de las razones que tanto conmueve al progreso en la grandiosa Perla de las Antillas.

Es evidente que ni ellos mismos son capaces de explicarlo porque, entre otras cosas, se han quedado sin argumentos. Es lógico, el gobierno socialista español jamás ha tenido una política de Estado con respecto a Cuba ni obtenido la iniciativa en las supuestas rondas de negociaciones. Como hemos visto, se ha limitado a ejecutar los planes del régimen dictatorial.
Tanto es así, que el canciller Moratinos ha desaparecido de los primeros planos supongo que por la vergüenza de verse ninguneado por sus amos caribeños y por su propio partido. Muchos comentan que las negociaciones por los presos lo han desgastado. Otros que sus continuos fracasos lo han amortizado —ya saltó el globo sonda sobre la alcaldía de Córdoba—, pero hay mucho más.

Sin restarles razón a cuantos se manifiestan por esos derroteros, lo cierto es que el Sr. Moratinos aún goza de vidas extras para ir buscando apoyos en la UE con el fin de levantar la Posición Común. Un fracaso lo llevaría a la tumba y, por eso, se las prometía muy felices cuando, no hace mucho, sacó a la palestra al canciller francés marcándose unas declaraciones impropias de la política de Estado del país vecino pretendiendo convencer a la Comunidad que, finalizado el hiato de tres meses, el levantamiento era necesario y el único camino para avanzar en la apertura.

No obstante, el tiempo prestado se ha agotado. Hoy día 13 de septiembre se tenía que haber hablado sobre la Posición Común y sabemos que dicho encuentro se ha aplazado para dentro de un mes. Es evidente que con dicha solicitud, el Sr. Moratinos no sólo se ha quemado desde el punto de vista político, sino que su achicharramiento es total. Habrá que esperar, no obstante, a que transcurran los minutos de este inesperado descuento adicional para solicitar su bien ganada dimisión si bien, es posible que la candela lo consuma mucho antes si, como se espera, se tuercen a primeros de octubre las primarias autonómicas de su partido; algo que se vislumbra muy posible.

Tanto su incapacidad para lograr el levantamiento de la Posición Común como el estrepitoso fracaso del culipandeo tropical de las señoras Pajín y Valenciano, no han hecho más que llevar a estos progresistas del terror a escudarse en falsas manifestaciones y boutades fueras de tono. Así, la Sra. Pajín ha anunciado cambios en Cuba aunque ha olvidado decirnos cuales. La Sra. Valenciano no ha dicho ni esta boca es mía cosa, por otra parte, que es lo que suele hacer la mayor parte del tiempo. Asimismo, el Sr. Moratinos ha vuelto a recaer en esa actitud vehemente e hiperventilada en la que se coloca cuando se encuentra perdido y superado por las circunstancias.

Como respuesta a la inesperada visita de los presos deportados a Bruselas para solicitar que no se levante la Posición Común, el ministro se atrevió a decir —cito textual—: ‘¿Quién iba a imaginar hace algunos meses que cuatro expresos políticos estuviesen en el Parlamento Europeo expresando libremente su opinión?’.

Para empezar, no mienta Sr. Moratinos. No se trata de expresos políticos sino de deportados con licencia extrapenal lo cual supone que no han sido liberados sino que tendrán que volver a la cárcel en el momento que finalice dicha licencia extrapenal. En segundo lugar, la pregunta debe tener otro tenor literal. ¿No es inconcebible que cuatro deportados tengan que decirle a todo un Parlamento Europeo que se supone demócrata que no levante las sanciones a un régimen dictatorial? Por último, me alegro que se alegre de que los deportados políticos puedan criticarle. ¿Acaso se pensaba usted que lo tenían prohibido o que no pudiesen criticarle su incompetencia con libertad en cualquier país del mundo libre? Faltaría más.

Por fortuna el tiempo se le está agotando a este progresismo inveterado. La pantalla parpadea Game Over y la cuerda llega a término. Pronto lo dejaremos de ver correteando por los pasillos de Bruselas como a aquel niño que corría por toda la casa buscando el caballo que le habían regalado los Reyes Magos porque debajo del árbol de Navidad se había encontrado una caja llena de estiércol con su nombre en la tarjetica. No, Sr. Moratinos, así es cómo lo recompensa Fidel.