viernes, noviembre 19, 2010

EN CUBA: POR EL CAMINO MÁS LARGO

POR EL CAMINO MÁS LARGO




Por Luis Cino
Periodista independiente.
luicino2004@yahoo.com

Arroyo Naranjo, La Habana, 18 de noviembre de 2010 (PD) Hace varios meses, a los que en el mundo leen kaosenlared les costó mucho trabajo entender que Daniel, residente en Cárdenas, a unas decenas de kilómetros de La Habana, sólo haya podido enterarse del trágico final de la huelga de hambre del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo a través de CNN y la Televisión Española, y eso, gracias a que trabajaba, pese a ser graduado en Sociología, en un hotel donde hay acceso a la televisión satelital. De lo contrario, habría tenido que esperar varios días para enterarse de la burda e inverosímil versión del periódico Granma acerca de “un delincuente alentado y convertido en mártir por el imperialismo yanqui y la contrarrevolución”.

Recientemente, Luis Alberto García, uno de los más populares actores de la TV y el cine cubano, en una entrevista con Ernesto Morales Licea deploró que los cubanos tengan que enterarse por programas televisivos de otro país de lo que sucede en el suyo. El actor advirtió que nadie debería escamotear a los cubanos el derecho a conocer hechos como la muerte de Zapata Tamayo. También se preguntó qué pasó con los muertos de Mazorra y con los policías que apalearon a los peloteros de Industriales en el stadium de Sancti Spíritus. “Tenerle la bola escondida a la gente es intolerable”, dijo. "Lo que hace falta es voluntad política y honestidad para cambiar nuestros males y para abordarlos sin hipocresía. La transparencia y veracidad serían vitales para empezar a construir un mejor país”.

(Luis Alberto García)

El mensaje a kaosenlared de hace unos meses de Daniel, un militante del Partido Comunista y veterano de Etiopía, y las recientes declaraciones del actor Luis Alberto García, que se niega rotundamente a ser rebaño, no necesitan comentarios. Pudieran atribuirse a periodistas independientes o a blogueros. O a cualquier cubano que se exprese un poco más allá de los muchos que sólo atinan a repetir “no es fácil” o “esto está de p…, asere”. En definitiva, todos vivimos en el mismo país y bajo iguales circunstancias.

La cortina de mentiras y verdades a medias que tapó la luz durante décadas, no da para más. No le cabe otro remiendo. Aun los que creyeron alguna vez ciegamente en las promesas del Máximo Líder, empiezan a pensar con cabeza propia y a regatear su incondicionalidad. Y no precisamente porque puedan darse el lujo de ver la CNN en Español.

Con los despidos masivos y el fin de los subsidios y las gratuidades, ya nadie se cree la historia de los logros de la revolución que serían barridos por el regreso del capitalismo y mucho menos el cuento de la semana de licencia para matar comunistas que pidió un energúmeno revanchista de la radio de Miami y que la propaganda del gobierno explota hasta la saciedad para convencer a sus partidarios de la necesidad de patria o muerte de cavar trincheras y echar rodilla en tierra para eternizarlos a ellos en el poder.

¿A quién va a convencer a estas alturas un régimen que lleva más de 50 años de jugar a las casitas con un socialismo inmovilista e inepto que de marxista sólo le queda algo del discurso, y que mata de hambre y desesperanza a su pueblo?

Pero así y todo, los reportajes del NTV muestra las colas en los estanquillos de periódicos de todo el país para adquirir el folleto con el Proyecto de Lineamientos Económicos y Sociales para el aplazado durante más de 13 años y al fin convocado congreso del Partido Comunista y reproduce las declaraciones, todas iguales, hasta en la entonación y las comas o falta de ellas, de los compañeros ansiosos por leer “tan importante documento”. O utilizar el papel para otros fines.

¡Como si aún creyéramos en cuentos de hadas! Porque la economía de que hablan los tales Lineamientos es una mala caricatura, por no decir una mala palabra. ¿Qué carrera es esa hacia el socialismo de mercado (que ni siquiera se atreven a llamar así) si el disparo de arrancada son terapias de choque más brutales que las del capitalismo salvaje? Los gerentes y los hijitos de sus papás salen con todas las ventajas posibles mientras que los dueños de las vendutas por venir arrancan con un pie atado y más regulaciones e impuestos que beneficios por haber?

El intento de recomponer los ripios del socialismo cubano es como cuando se camina hacia el horizonte y este cada vez se aleja más. Me recuerda cuando de niño mi padre se empeñaba en enseñarme a nadar, siempre bien lejos de la orilla. Mientras más me esforzaba por alcanzarlo, más se alejaba. Sus largas brazadas me hacían rabiar de envidia. Y de miedo, cuando veía como se oscurecía el agua y casi se perdía de vista la costa. Con mi viejo no quedaba más remedio que aprender. Hoy soy un buen nadador, pero tragué mucha agua salada y pasé bastantes sustos.

Lo que no logró mi viejo fue inculcarme su fe inquebrantable en el comunismo. Pienso que se debió, entre otras cosas, en que además de a nadar, también me enseñó a no hacer daño a nadie y no mentir jamás. Como murió antes del Período Especial, se ahorró presenciar tanto desastre y no tuvo que sufrir el naufragio de sus sueños. Prefiero que no haya tenido que darme la razón, no en las novias que elegía, el tipo de música que prefería, el largo del cabello ni en cosa alguna. Menos en algo tan serio como el comunismo.

Tal vez mi padre, tozudo como era, se aferraría hoy a la idea que tanto machacan por estos días los medios oficiales de que aún es posible salvar la revolución y el socialismo. La actualización del modelo, que le dicen ahora. Hace 23 años, poco antes que muriera mi viejo, decían que era “la rectificación de errores y tendencias negativas y que “ahora sí íbamos a construir el socialismo”. ¿Y qué coño habíamos hecho hasta entonces?, nos preguntábamos y mirábamos al este de Europa donde ya empezaba a crujir el socialismo real.

De tanto uso y abuso, se agotó la receta para convertir los reveses en victoria. Si es que alguna vez funcionó y no fue otro de los cuentos de camino con que nos arrullaba el infalible Jefe.

Esperar del congreso del Partido Único más que algunos parches económicos de poca envergadura y menos resultados es abstraerse en medio del desastre, mostrar optimismo mientras patinamos en las fórmulas que fracasaron ayer, la casa se cae a pedazos, nos invade el marabú, nos morimos de hambre y todo sale absoluta e irremediablemente mal. Todos sabemos, incluso Los Jefes -ellos mejor que nadie- adonde vamos a llegar. Al fondo del abismo que advertía el general-presidente si los trabajadores no son comprensivos con los despidos y se portan bien. O al punto de partida, en mucha peor forma y por el camino más largo.

luicino2004@yahoo.com