BARACUTEY CUBANO

Castro vuelve a encarcelar a disidentes


Juan O. Tamayo
jtamayo@elnuevoherald.com

Cuatro disidentes cubanos que distribuyeron volantes llamando “asesinos” a los hermanos Castro fueron sentenciados el martes a un máximo de cinco años de cárcel, llevando el número de críticos del gobierno condenados este año a ocho -- en comparación con sólo dos en todo el 2010.

Las condenas representan un cambio significativo para el gobierno de Raúl Castro, el cual parecía preferir detener a los disidentes por unas horas o dias para amenazarlos en lugar de encerrarlos en la cárcel por años, dijo el activista de derechos humanos de La Habana Elizardo Sánchez Santa Cruz.

“Es evidente que hay un cambio, digamos en el carácter de la represión política”, agregó Sánchez. “De pronto ha habido un viraje hacia las condenas a la cárcel”, que había sido visto con más frecuencia bajo el gobierno de su hermano Fidel Castro.

Es posible que Raúl Castro esté usando estas condenas para advertir a los cubanos que tengan cuidado con lo que hacen en un momento en que está tratando de adoptar riesgosas reformas económicas, incluyendo un cambio hacia las fuerzas del mercado, añadió.

Los cuatro hombres que distribuyeron los volantes fuero juzgados y sentenciados el martes en alrededor de tres horas: cinco años de cárcel para Luis Enrique Labrador, de 33 años, David Piloto, de 40, y Walfrido Rodríguez, de 42, y tres años para Yordani Martínez, de 23.

La policía los arrestó después de que ellos lanzaron volantes con los mensajes: “Los Castro son unos asesinos” y “Abajo la tiranía de los Castro” a mediados de enero en la famosa encrucijada de La Habana conocida como La Esquina de Tejas.

Sánchez Santa Cruz dijo que los fiscales los acusaron de perturbar la paz y de “desacato a las autoridades”, al parecer porque tambien lanzaron volantes cerca del principal edificio del gobierno, el Palacio de la Revolución, donde Castro tiene algunas de sus oficinas.

“Son absolutamente inocentes porque actuaron dentro de los límites de expresión que se ven en cualquier otro país”, dijo a El Nuevo Herald por teléfono desde La Habana, agregando que ellos deberían ser considerados como “prisioneros políticos”.

Una turba organizada por el gobierno hostigó a los familiares y partidarios de los cuatro después del juicio en el barrio de La Víbora en La Habana. La policía arrestó además a por lo menos una docena de partidarios de los mismos que protestaron frente al juzgado después de que se anunciara el veredicto, agregó Sánchez Santa Cruz.

Las condenas del martes tuvieron lugar una semana después de que los hermanos Antonio Michel y Marcos Maikel Lima, fueran sentenciados a dos y tres años de cárcel, respectivamente, por “desorden público” y “ultraje a los símbolos patrios” por usar letras de rap que criticaban al gobierno.

(Antonio Michel (izq) y Marco Maykel Lima Cruz (dcha). (HABLEMOS PRESS))

Los hermanos fueron arrestados el 25 de diciembre luego de que supuestamente cantaron o pusieron la canción ante una turba de partidarios del gobierno que estaban hostigando su casa en la ciudad oriental de Holguín. La música era de Los Aldeanos, un dúo que ataca a menudo al régimen comunista.

Sánchez Santa Cruz dijo que los otros dos críticos del gobierno condenados este año fueron Alfredo Calzado, del pueblo de Mayarí en Oriente, sentenciado el 5 de abril a un año de cárcel por “desacato a la autoridad” y resistirse al arresto; y al teniente de artillería del ejército Yasmani Acosta Arias, de 22 años, sentenciado el 10 de marzo por hacer carteles que decían “Abajo Fidel”.

Sólo se conoce de dos disidentes que fueran condenados en todo el año pasado, añadió, ambos en la ciudad oriental de Guantánamo.

Sánchez Santa Cruz dijo que no le sorprendían las recientes condenas, a pesar de la puesta en libertad por parte de Raúl Castro de 114 presos políticos durante el año pasado como parte de un acuerdo con la Iglesia Católica cubana. Todos ellos, menos una docena o cosa así, fueron enviados al exilio en España.

“Están volviendo los malos viejos tiempos de años de prisión para los opositores, porque la naturaleza del gobierno es la represión”, dijo. “La tendencia a la represión es implacable”.

Un conocedor analista de La Habana dijo que esperaba que Raúl Castro impondría mano dura a los disidentes y otros activistas no gubernamentales como una advertencia a los cubanos a que se anden con pies de plomo mientras él adelanta las reformas económicas, las cuales incluyen por ejemplo despedir a más de 1.3 millones de empleados del gobierno. Él analista conservar el anonimato porque no estaba autorizado a hablar con periodistas de EEUU.

“Es una buena teoría”, dijo Sánchez. “Las reformas todavía están en lo prometido, mientras que ya estamos sufriendo la represión”.