LA BIENVENIDA DE CARLOS ALBERTO MONTANER A PABLO MILANÉS
Las bayonetas no fueron un factor algo significativo en la elección de Batista para Presidente de la República de Cuba del período 1940-1944. Fuentes no batisitianas así lo plantean:
Juan Clark Ph. D., sociólogo y profesor de ciencias sociales del Miami-Dade Community College que ya está retirado como Profesor Emérito de dicha institución plantea en su libro "Cuba: Mito y Realidad" (Saeta Ediciones, 1990)
(Tomado de http://www.contactomagazine.com/republica100.htm)
¨Las elecciones presidenciales de 1940 llevaron al ya general Batista a la presidencia, pero ahora como civil. Su triunfo sobre el Dr. Grau San Martín, el popular líder del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), es atribuido en gran parte a la mecánica del voto presidencial que favoreció de modo parcial a la Coalición Socialista Democrática, encabezada por Batista, aunque también se reportaron irregularidades en los colegios electorales¨.
Sobre las irregularidades en los colegios electorales parece que ellas no fueron significativas ya que otras fuentes plantean lo siguiente:
(http://www.cubahistory.org/)
¨En 1940, Cuba tenía elecciones libres y justas. Fulgencio Batista, apoyado por Comunistas, ganó la elección. Los comunistas atacaron la oposición anti-Batista, diciendo que Ramón Grau y otros eran "Fascistas", "Reaccionarios", y "Trotskistas"...¨
Fuentes del autenticismo generalmente dicen que perdieron esas elecciones por la aludida mecánica del voto presidencial ya que se votó por candidatura completa.
Fulgencio Batista, usando su poder detrás del Poder Ejecutivo, durante gran parte de los años 30s del pasado siglo XX en Cuba, hizo una extraordinaria labor social mediante el Consejo Corporativo de Educación, Sanidad, Beneficencia y Deportes que fue altamente apreciada dentro de las capas más humildes del pueblo, lo cual unido al hecho de que fue la persona que sacó al país del terrorismo heredado de la lucha antimachadista de 1933, y dado de que propició el proceso de elección de los delegados a la Constituyente que dió lugar a la Constitución de 1949, lo hicieron muy atractivo para que fuera el futuro Presidente. Hasta el actual oficialista Instituto de Historia de Cuba que radica en Cuba, ha puesto desde hace aproximadamente 15 años al conocimiento público de las nuevas generaciones de cubanos, la meritoria y extraordinaria labor del Consejo Corporativo de Educación, Sanidad, Beneficencia y Deportes durante esos años 30s del pasado siglo.
En 1944, Fulgencio Batista por mandato Constitucional no podía postularse para Presidente del período 1944-1948 y la Coalición que lo llevó a la Presidencia se vió resquebrajada; por otra parte, Saladrigas no era tan popular como Batista. Un individuo no siempre en su vida tiene el mismo comportamiento; menos aún si esa persona es un individuo inmerso en la Política, aunque siempre hay excepciones ...
Para redondear algunas de estas ideas, añadí dos artíulos o de mi estimado amigo Alfredo Cepero .
LA BIENVENIDA DE MONTANER A MILANÉS
Por Alfredo M. Cepero
Director de www.lanuevanacion.com
Me había hecho el propósito de no opinar sobre la presentación de este personaje en Miami porque—aunque ha ocupado la atención y dividido literalmente en dos a la comunidad cubana del sur de la Florida—no me parecía un factor determinante en la lucha por nuestra libertad. Pero cuando un periodista y político de la notoriedad de Montaner le da la bienvenida al apologista y alabardero de una tiranía que ha destruido tantas vidas no podía quedarme callado so pena de convertirme en cómplice de esta inaudita falta de sensibilidad ante el dolor del exilio cubano.
No voy a especular sobre los motivos del periodista para extender una bienvenida a este sujeto ni a negarle el derecho a expresar su pensamiento. No siempre he estado de acuerdo con lo que considero su enfoque conciliador con respecto al régimen de La Habana. Ahora bien, había mantenido silencio en consideración a su trayectoria como activista en la lucha por nuestra libertad. Pero esta vez el señor se pasó de la raya y mi abuelo guajiro me enseñó que, con el perdón del pintoresco animal, donde se cae el burro se le dan los palos.
Empecemos por Pablo Milanés. Este es un músico cuyo arte supuestamente nada tiene que ver con la política pero que en noviembre de 2003 declaró al periódico El Universal, de México: “El Presidente Fidel Castro representa un ejemplo para América Latina”. Que el 17 de agosto de 2006, dedicó a Fidel Castro su concierto en el Auditorio Nacional de Ciudad México. Que, con motivo de la renuncia del tirano moribundo, declaró: “La acción de Fidel demuestra grandeza…Me recuerda a la renuncia de Nelson Mandela”. Y que en época tan reciente como hace menos de cuatro años, en diciembre de 2007, cantaba las loas al tirano en el Teatro Mella de La Habana.
Ahora veamos algunos segmentos del mencionado artículo. El periodista cita una entrevista de Milanés con Univisión donde éste último dice que no tiene inconveniente en cantarle a las Damas de Blanco y que es un revolucionario crítico comprometido con el sistema socialista. Expresión hipócrita de un ente que no es revolucionario, ni crítico, ni socialista sino un oportunista despreciable que ha echado una panza grotesca disfrutando de las prebendas y privilegios que trae aparejado arrodillarse ante los tiranos.
Sin embargo, el articulista utiliza una exclamación de Bravo cuando se refiere a las declaraciones del cantante y apunta que Milanés acepta la pluralidad y las diferencias dentro de una sociedad en la que muchas personas honorables tienen opiniones distintas. No caben dudas de que Montaner le ha extendido un certificado de honorabilidad a un esbirro que, a manera del Flautista de Hamelin, ha utilizado su talento y su guitarra para encantar multitudes y contribuir a mantenerlas en la esclavitud. Ignoro que sustancia alucinante habrá ingerido Montaner para decir tamaña barbaridad pero no tengo dudas de que si la sigue ingiriendo perderá todo vestigio de credibilidad.
Porque este Pablo no es un Pablo cualquiera que se sometió porque le faltó el valor para enfrentar el tsunami totalitario del castrismo. Es Pablo Milanés, el ídolo de multitudes que ha puesto su popularidad al servicio del holocausto que ha destruido a nuestra patria. Y afirma estar dispuesto a cantarle a las Damas de Blanco porque es una rata que, como tantas otras por estos días, está abandonando el barco antes de que llegue el inminente naufragio. Se prepara para utilizar la moneda de cambio de su sumisión para preservar privilegios en un futuro gobierno. ¡Que asco!
Mas adelante el articulista analiza las declaraciones de Milanés diciendo: “Mi impresión es que por la boca de Pablo están hablando cientos de comunistas cubanos que se consideran verdaderos reformistas”. Y sin dudas habrá muchos mas reformistas cuando se acerque la hora del ajuste de cuentas. Junto a muchos de ellos tendremos que trabajar para superar esta tormenta de odios de más de cincuenta años y poner fin a la orgía de opresión y de sangre. Pero esa rama de olivo no puede ser extendida de manera indiscriminada a los principales responsables de nuestra tragedia entre quienes se encuentran tipos de la mala calaña de Pablo Milanés que, aunque no fueron gobierno, contribuyeron a su permanencia.
En otro párrafo, el periodista se dirige a los opositores internos y manifiesta: “Los demócratas de la oposición deberían hacer un esfuerzo por entender el fenómeno. Pablo Milanés y con él seguramente cientos de miles de personas que se consideran ‘revolucionarias’ no son enemigos”. Muy bien, ya es hora de que esos cientos de miles que no son enemigos empiecen a demostrar su amistad protegiendo a las Damas de Blanco y a los cientos de opositores que son hostigados y encarcelados todos los días ante la indiferencia de la mayoría del pueblo. Sin esa indiferencia hace rato que la tiranía habría desaparecido.
Por otra parte, son muchos los opositores demócratas de la oposición interna que no creen en la amistad de los comunistas. Me remito solamente a dos que han vivido y padecido el aparato de represión de la tiranía. El primero, el Dr. Oscar Elías Biscet se refirió al tema en un artículo publicado en esta página bajo el título de El Proyecto de Nación de la Fundación Lawton donde afirma: “Por eso les digo a los cubanos que se resistan a los cansados, a los fracasados, a los débiles en amor patrio, a los carentes de esperanzas y de amor propio, a los traidores, y sean protagonistas de su propia historia para ser un pueblo libre.”
Otro opositor de los que no claudican, Jorge Luís García Pérez (Antúnez), formulo unas recientes declaraciones que publicamos en esta pagina bajo el título de Cuestiona Antúnez ‘El Camino del Pueblo’, donde dice: “Pero reitero que un dialogo sin voluntad política de la otra parte es estéril e inútil, un dialogo con quienes no nos reconocen como entes sociales, ni como personas, es como decía Bolívar ‘arar en el mar’.”
No puedo concluir sin diferir de la interpretación dada por el articulista a la alianza de conveniencia entre los comunistas y Fulgencio Batista en su primer período de gobierno. En este sentido le dice a los cubanos de la nueva generación que: “En esa época, de impetuoso crecimiento por cierto, los comunistas batistianos defendían la pluralidad y así llegaron al gabinete de gobierno dos ministros de esa cuerda política”. Esta falsa interpretación de nuestra historia es negada de manera rotunda por la realidad de aquel momento y por la conducta posterior de los comunistas en su alianza con Fidel Castro.
Quienes no somos tan jóvenes y hemos leído algo sobre nuestra historia política no nos dejamos engañar por el cuento de Montaner. Sabemos que esto es una fábula para justificar su bienvenida a Miami a este cipayo de los Castro. Que Batista se paró sobre las bayonetas para chantajear a los dirigentes políticos y obligarlos a que respaldaran sus aspiraciones a la presidencia en 1940. Y que los comunistas, por otra parte, se vistieron de ovejas democráticas porque no tenían apoyo popular y carecían del respaldo militar para llegar al poder por la fuerza.
Andando el tiempo, el dictador y los comunistas contribuyeron al ascenso al poder de los demonios de Biran y su cohorte de vándalos. Batista aferrándose primero al poder y después huyendo como un cobarde. Los comunistas mostrando sus colmillos de lobos esteparios cuando el tirano pactó con Moscú para neutralizar cualquier ataque procedente de Washington y ya no necesitaban llegar al poder pretendiendo ser ovejas. Atribuir a Batista y a los comunistas respeto a los principios democráticos es una farsa que no se la traga nadie. La Cuba futura merece mejor suerte que la sufrida a causa de la conducta destructiva y nefasta de nuestros dictadores y sus lacayos comunistas. Milanes es hijo putativo de todos ellos y Montaner lo defiende a sabiendas en un acto que merece el desprecio imperecedero de los cubanos que amamos la libertad.
Tomado de http://www.nuevoaccion.com
LAS ELECCIONES GENERALES DE 1940
5-1-11
(Elisa Godínez, la primera esposa de Batista, Mirta Batista Godínez, hija mayor de Batista, Ruben ¨Papo¨ Batista Godínez y Fulgencio Batista el 25 de julio de 1940. La hija de ese matrimonio llamada Elisa, nacería el 7 de febrero de 1941))
Los comunistas en la Cuba republicana, siempre hicieron mmucha bulla, pero no tenían fuerza electoral ninguna y eso quedó demostrado con números en los comicios de 1940.
Batista sabía, por la experiencia de las elecciones para Delegados a la Asamblea Constituyente, que las fuerzas gubernamentales no eran suficientes para obtener la victoria en las venideras elecciones presidenciales, por lo que buscó también el apoyo del Partido Demócrata Republicano, que presidía el general Mario García Menocal.
Pero las protestas quedaron ahí, pues el olor al jamón gubernamental de Batista era muy apetecible para los rojos criollos. Se limitaron a no apoyar las candidaturas de los menocalistas a las Senadurías y mantuvieron las candidaturas de César Vilar en Oriente y de Marinello para la Alcaldía de La Habana, pero también mantuvieron su apoyo entusiasta a la candidatura presidencial del Coronel Fulgencio Batista Y Zaldívar.
Las elecciones se celebraron el 14 de junio de 1940. Batista salió electo por la suma de los votos obtenidos por los siete partidos que integraban la Coalición Socialista Democrática. Al candidato derrotado, Ramón Grau San Martín solo lo respaldaron los partidos Revolucionario Cubano Auténtico, ABC y Acción Republicana.
El resultado electoral fue desastroso para los comunistas, No lograron ninguna Senaduría y solamente consiguieron 10 Representantes a la Cámara en toda Cuba. En algunos municipios, unos pocos Concejales y un sólo Alcalde Municipal en toda Cuba: Francisco Rosales Benitez, en Manzanillo.
Las cantidades de votos obtenidas por los comunistas fueron ridículas. En la Provincia de la Habana, sus Representantes electos lo fueron: Salvador García Agüero, con 7,200 votos; Blas Roca Calderío, con 5,886 votos; Lázaro Peña con 3, 096 votos y José María Pérez con solamente 1,755 votos.
En la Provincia de Las Villas, Joaquín Ordoqui fue elegido Representante con 2.095 votos y Jesús Menéndez con 1670 votos.
En Camagüey solo obtuvieron un Representante: Justo Tamayo López, con 1992 votos.
Y por la provincia de Oriente, Romárico Cordero con 1,514 votos; Alberto Plochet con 1317 votos y José Gómez del Sol con 1,122 votos fueron sus tres Representantes.
No obtuvieron ninguna Representación a la Cámara en las Provincias de Pinar del Río, ni en Matanzas.
En Ciudad de la Habana, la derrota de Juan Marinello(en una foto de aquella época) fue aplastante. Quedó en último lugar de todos los candidatos a la alcaldía. El Alcalde electo, el Dr. Raúl Menocal obtuvo 99,715 sufragios, seguido muy de cerca por el Dr. Miguel Mariano Gómez, que alcanzó la suma de 94,090 votos. Juan Vergara consiguió 4,338 votos y el Dr. Juan Marinello (el de los famosos pasquines que decían Batista Presidente, Marinello alcalde) solo alcanzó la ridícula suma de 4, 122 habaneros que le otorgaron su voto.
Como demuestran los números y las estadísticas, los comunistas cubanos nunca contaron con respaldo popular y necesitaron del engaño y la mentira para llegar al poder en Cuba y de la fuerza y la maldad para mantenerse en él por más de medio siglo.
Tomado de http://www.elrancahuaso.cl
¿Tiene Cuba un Gobierno Militar? (Segunda Parte)
(FRAGMENTO)
Fulgencio Batista y Zaldívar. Llega al gobierno, democráticamente, con el apoyo político de varios partidos, incluyendo el partido comunista de Cuba.
El nuevo presidente de la república, fue jefe del movimiento militar del 4 de septiembre. Por años había ejercido una influencia predominante en todos los gobiernos que había tenido Cuba desde agosto de 1933 hasta el 10 de octubre de 1940, fecha esta última en la cual asumió la responsabilidad de dirigir constitucionalmente la nación elegido con el voto popular.
Su gobierno se distinguió por darle un grado importante de estabilidad a la política cubana, que se gestaba de asonada en asonada. Elegido democráticamente Batista representaba un gobierno de estilo militar, fuertemente centrado en la figura presidencial y cuyo logro más relevante fue terminar su período de gobierno, vadeando los compromisos de la segunda guerra mundial y concentrándose en mejorar, la alicaída economía de la isla.
Entre algunas de sus obras se cuentan la creación de las escuelas cívico-rurales; la del Instituto Tecnológico de Ceiba del Agua; la del Consejo Corporativo de Educación, Sanidad y Beneficencia con la función de inspeccionar, administrar y gobernar el Servicio Técnico de Salubridad; el Consejo Nacional de Tuberculosis; el Instituto Cívico Militar; la Corporación Nacional de Asistencia Pública, y las escuelas rurales cívico militares. También influyó, Batista, en la aprobación de la muy importante Ley de Coordinación Azucarera.
Una parte importante de la economía cubana ha estado centrada en la producción de azúcar. La Ley de Coordinación Azucarera aseguró la protección al pequeño colono al reconocer a los de menos de 30.000 arrobas que molieran su caña en totalidad. También los benefició al establecer una moratoria o sea un plazo a favor de los colonos para el pago de sus deudas: al fijar la renta de las fincas rústicas dedicadas al cultivo de la caña, sin que pudiesen ser aumentadas: al disponer la prórroga de los contratos de colonato vigentes al promulgarse la ley, garantizándole a los colonos el llamado derecho de permanencia, o sea que no pudiesen ser privados de sus colonias mientras produjesen la cuota de caña correspondiente a las mismas y pagasen puntualmente la renta. La ley de Coordinación Azucarera otorgó también beneficios a los obreros fijando la parte del valor del azúcar que correspondía a los trabajadores encargados del corte, alza y tiro de la caña, y también los jornales mínimos de los trabajadores agrícolas e industriales de la caña de acuerdo con el precio del azúcar.
Cuando Batista asume la presidencia, entra en vigor el artículo constitucional que define a Cuba como un gobierno semi-parlamentario, aspecto muy importante si se considera la preferencia, en latino América, por los regimenes presidenciales, con el cargo de Primer Ministro, designó al Dr. Carlos Saladrigas.
Su gestión de gobierno estableció un programa muy amplio referente a todos las ramas de la Administración. Destacando la unificación de los servicios públicos, la ejecución de obras públicas y de fomento rural y urbano, inclusive la reparación de la carretera central y la construcción de carreteras auxiliares y caminos, acueductos y alcantarillados en ciertas ciudades, y proyectos de obras de regadío y de construcción de frigoríficos en ciertas zonas agrícolas, para conservar los productos de fácil descomposición.
A cuatro meses de asumir la presidencia Batista debió probar algo de su propia medicina, no tardó en tener que hacer frente a una grave crisis constituida por la conspiración e insubordinación en su contra de numerosos jefes de las Fuerzas Armadas, en los primeros días de febrero de 1941. Una acción rápida y resuelta de su parte hizo abortar el cuartelazo. Su autoridad como jefe constitucional de las Fuerzas Armadas se consolidó, y con ésta la del poder civil.
(Fulgencio Batista y Ramón Grau San Martín se abrazan cuando Batista traspasa la Presidencia a Grau en 1944. Batista en 1944 no podía postularse para Presidente, pues la Constitución de 1940 lo prohibe; en 1948 Batista no se postula para Presidente y en las elecciones parciales, es el Senador que más votos alcanzó pese a que estaba en Exilio voluntario y no pudo hacer personalmente campaña electoral; se postuló por Las Villas si mal no recuerdo. foto y comentario añadido por el bloguista de Baracutey Cubano)
Donde más tuvo que emplear su reconocida astucia y oportunismo, fue durante el desarrollo de la II Guerra Mundial, especialmente en los aspectos económicos. Los militares ya los hemos detallado en la primera parte de este trabajo periodístico de investigación.
Como participante de la guerra los Estados Unidos tuvieron necesidad de grandes cantidades de azúcar y de miel para abastecer a la población civil y las fuerzas armadas de ese país y del resto de los ejércitos aliados. También necesitaban esos productos para fabricar alcohol destinado a la producción de explosivos, caucho sintético, y otros artículos indispensables para la guerra.
Estados Unidos pidió a Cuba que les vendiese el total de las zafras (cosecha de la caña de azúcar), excepto la parte que Cuba pudiera necesitar para su propio consumo. El Gobierno y los productores de Cuba accedieron a la solicitud, y en consecuencia Cuba vendió a los Estados Unidos como cooperación de guerra las cuatro zafras de 1942, 1943, 1944 Y 1945.
Las negociaciones para la venta no fueron fáciles y bajo una fuerte presión de los norteamericanos. Se formó una comisión americana y una cubana que discutían las condiciones de la venta de cada año.
Cuba vendió a los Estados Unidos en estos tres años, 43, 44 y 45, 7.997,589 toneladas de azúcar de 2,240 libras, cerca de 400 millones de galones de mieles ricas e invertidas y cerca de 700 millones de galones de mieles finales, llamadas mieles de purga. Las cuatro zafras de 1942, 43, 44 Y 45 sumaron en total 13.804,648 toneladas de azúcar, el valor de las cuales unido al de las mieles, alcanzó un estimado de US$ 967.874. Estos precios fueron bajos, pero Cuba los aceptó como cooperación cubana en la guerra.
El Congreso de la República, autorizó al presidente Batista para concretar un empréstito hasta la suma de 25 millones de pesos para la reconstrucción de la Carretera Central y diversas obras de fomento nacional muy necesarias a causa de la guerra. La citada ley dispuso la creación de una Comisión de Fomento Nacional para proyectar, ejecutar y administrar dichas obras.
El Gobierno de Batista, según señalan las publicaciones de la época, realizó otras numerosas obras públicas, además de las que estuvieron a cargo de la Comisión de Fomento, como cuarteles y construcciones para uso militar, hospitales, escuelas, carreteras y obras de mejora y de mejoramiento urbano en la Habana y en diversas ciudades y pueblos.
Hay que mencionar, entre otras medidas, la de reparto de tierras del Estado a familias campesinas y el aumento de los salarios de las clases trabajadoras.
Este aumento pudo efectuarse con los mayores ingresos obtenidos por Cuba con la venta de las zafras y compensaron el aumento del costo de la vida a causa de la guerra.
La Constitución de la República, puesta en vigor en abril de 1940, prohibía la reelección del presidente hasta pasados dos términos del fin de su período presidencial, de manera que el presidente Batista no podía ser reelecto.
Próxima la fecha en que habrían de celebrarse las elecciones para designar al nuevo mandatario, a los miembros del Congreso, los gobernadores, alcaldes, etc., el Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) y el Partido Republicano formaron la "Alianza", agrupación política que designó candidato a la presidencia de la República al doctor Ramón Grau San Martín, y Vicepresidente al doctor Raúl de Cárdenas y Echarte.
Las demás agrupaciones políticas, Partido Liberal, Demócrata, ABC y Socialista Popular, formaron una Coalición política que designó candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la república al Dr Carlos Saladrigas y Zayas y al Dr. Ramón Zaydin y Márquez Sterling, respectivamente. La propaganda electoral se llevó a cabo por las dos coaliciones políticas con entera libertad y garantías que fueron ofrecidas y hechas efectivas por el gobierno.
Las elecciones se celebraron con perfecto orden y absoluta tranquilidad en toda la nación, sin protestas de ninguna de las dos partes. La votación arrojó una considerable mayoría a favor de la candidatura presidencial y vicepresidencia de la Alianza, aunque los candidatos de la Coalición obtuvieron también una fuerte votación a su favor.
Finalizado el proceso electoral el Dr. Grau San Martín, presidente electo, el Dr. Carlos Saladrigas y el presidente Batista, según señala la prensa de la época “hicieron declaraciones públicas reconociendo el triunfo de la candidatura de la Alianza y deseándole los mayores éxitos al presidente y al vicepresidente electos, a los cuales se apresuraron a visitar y a felicitar, ofreciendo una prueba del progreso de Cuba en el respeto y el cumplimiento de las buenas prácticas democráticas y cívicas”
El 10 de octubre de 1944 el presidente Batista cesó en el cargo que pasó a ser ocupado por el presidente electo Dr. Ramón Grau San Martín.
Acotan las publicaciones oficiales de la época. “En las elecciones presidenciales del 19 de junio de 1944 votó un total de 1.644,396 electores de los 2.330,021 inscriptos como tales. El Dr. Ramón Grau San Martín obtuvo un total de 924,126 votos, y el Dr Carlos Saladrigas 720,270...
ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Zoé Valdés ha dejado un nuevo comentario en su entrada "LA BIENVENIDA DE CARLOS ALBERTO MONTANER A PABLO ...":
Con la historia no se puede, cuando se conoce. Gracias.
1 Comments:
Con la historia no se puede, cuando se conoce. Gracias.
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