miércoles, febrero 08, 2012

Juan González Febles desde Cuba: El trapo sucio

Tomado de http://www.infiernodepalo.com/



El trapo sucio


Por Juan González Febles

Se puso de moda sacar trapos sucios a ventilar. Parece ser la última banderilla que esgrimirán ciertos elementos intelectuales, de entre los llamados cubanólogos. Tuve oportunidad de leer un trabajo en el blog de Emilio Ichikawa que siempre desde lejos, trajo de vuelta los fusilamientos auspiciados por la revolución verdeolivo allá por 1959. Se trata a partir de esta enrevesada forma, de ventilar y mejorar, (mediáticamente) a la nueva hornada de decepcionados con la revolución castro-geriátrica y de paso promover la nueva sociedad civil de recambio promovida por entre otros, el propio Ichikawa.

El juego consiste en atemperar a figurillas del arte revolucionario, con paradigmas artísticos y literarios, ya clásicos de la cultura cubana y el anticastrismo, como Guillermo Cabrera Infante, descrédito mediante. Para ello se saca nuevamente a la luz, juicios de Cabrera Infante sobre los fusilamientos de 1959 y junto con él, los de Jules Dubois, que fuera corresponsal del Chicago Tribune y ejecutivo de la SIP. El golpe es maestro. La moraleja sería como sigue: Si Cabrera Infante apoyó los fusilamientos en 1959 y el Sr. Dubois otro tanto y fueron absueltos por la historia, ¿por qué no aceptar a Silvio Rodríguez, Alicia Alonso y el resto de esta ilustre comparsa, que sólo apoyaron el fusilamiento de tres infelices, pero insignificantes negros en 2003?

Desde el blog de Ichikawa salió este trapo sucio y esto me retrotrae a cierto ejecutivo español de la prestigiosa ONG Reporteros sin Fronteras. Quizás desde la óptica de la poca profesionalidad periodística enunciada en el trabajo de marras y que toca con impacto directo tanto a Dubois como a Cabrera Infante, cuando pronunciaron sus juicios de valor sobre los fusilamientos sin contrastar otras fuentes, este ejecutivo declaró que en Cuba sólo se escuchaban las voces de blogueros, porque el periodismo independiente había sido silenciado por el régimen militar cubano. Por supuesto, lo hizo también sin contrastar fuentes.

(Guillermo Cabrera Infante en su juventud)

Trapos sucios aparte, no se trata de exclusiones ni mucho menos de imponer primacías o fortalecer la desunión. El problema en Cuba no es destapar podredumbres o sacar trapos sucios. He leído con profunda satisfacción, un trabajo de la bloguera Miriam Celaya. En este trabajo ella habló de “los soñadores desobedientes, por aumentar el activismo para impulsar la conciencia hacia los cambios democráticos y buscar nuevas vías para potenciarlos”.

La solución de las personas y los demócratas honrados dentro y fuera de Cuba, no será nunca esgrimir trapos sucios o inventar una nueva sociedad civil que desconozca a “los soñadores desobedientes”, que nunca han faltado ni faltarán en Cuba. Estos, lo mismo toman las calles, que escriben un reportaje o una crónica desde Cuba en la mejor disposición de pagar el precio que imponga la dictadura. Da lo mismo que sean blogueros, periodistas, Damas de Blanco, activistas de La Habana, de Matanzas o de la zona oriental. Estos son los que siempre serán necesarios.

Entonces y sin trapos sucios, opino que mediáticamente primero Miriam Celaya que Alicia Alonso. Mejor Luis Cino, Aleaga Pesant, Berta Soler o Ainí Martín, que Pedro Pablo Oliva, Pablo Milanés o cualquier otro nuevo invento académico, post moderno y descontextualizado. Esperemos que la proposición de Ichikawa, no de pie a nuevos programas televisivos de “Razones de Cuba”, en que la bella capitana Mariana (a pesar del uniforme) nos aporte una nueva hornada de sapingos, supuestamente reclutados por el Imperio.

La sociedad civil que lucha por la democracia, ya existe. Sobrevive en Cuba sin necesidad de trapos sucios. Esperemos que la poca profesionalidad señalada con tanto acierto, para apostrofar a Cabrera Infante y otros equivocados de entonces, no vuelva a hacer mella en tanto ejecutivo, filósofo y cubanólogo. Siempre por supuesto, bien intencionados.

juan.gonzlezfebles1@gmail.com