Zoé Valdés: A los que han vivido del dolor de Cuba. Pedro Pablo Arencibia: LOS OPORTUNISTAS CUBANOS DE TODAS LA ORILLAS. ANEXO A UN BUEN ARTÍCULO
A los que han vivido del dolor de Cuba.

Tuve la desgracia de nacer en un país donde los mayores decidieron por mí un régimen que yo no puse en el poder ni conmigo contaron para hacerlo, durante muy pocos años viví en la confusión y el miedo, pronto abrí los ojos y supe zafarme de aquello cuando pude, cuando me lo permitió mi inteligencia y hallé un resquicio.
En todos estos años de exilio jamás he recibido sueldos por la causa cubana, ni pagos por la causa cubana, ni he tenido oficinas, ni secretarios, ni secretarias auxiliares, ni he pedido dinero por la causa cubana. He vivido de mi trabajo como escritora y conferencista, de mi trabajo como galerista de arte y curadora de exposiciones, de mi trabajo en el cine y en el teatro, de mi trabajo de artista y escritora.
Sobre Cuba leo, compro libros, compro arte. Nadie me ha regalado nada. He ayudado a escritores y a artistas cubanos cuando he podido, he apoyado a la disidencia interna moral y materialmente, nunca he pedido nada a cambio. Jamás he usado mi trabajo ni el trabajo ajeno, ni los esfuerzos físicos e intelectuales de terceros para pedir “grants” ni apoyos financieros estatales de ningún gobierno.
En uno de mis últimos viajes a Perú compré en las librerías todos los libros de cubanos que encontré, incluso aquellos que ya tenía, no sólo para releerlos con un prólogo diferente o una edición distinguida, sino para no dejarlos en el estante perdidos entre otros libros más vendidos. Leo todo, absolutamente todo, para que no me hagan cuento de nada. No saben lo feliz que regresé a casa atravesando mares y continentes con esos libros en mi maleta.
Jamás he vivido del cuento de Cuba ni pienso vivir, como no vivieron grandes artistas cubanos en el exilio y grandes escritores, que sobrevivieron y murieron olvidados y en la pobreza, como es el caso de Ñico Membiela y de tantos, que mientras los aprovechados de Cuba se armaban oficinas y mansiones a costa del mercantilismo del dolor, estos creadores eran apartados, vituperados o ignorados. En el mejor de los casos utilizados para sus fines como mismo usan hoy a la oposición en Cuba. No es mi caso, todavía puedo vivir de mi trabajo.
A ésos que sí han vivido del lucro del dolor de Cuba toda su vida, que se han puesto altos sueldos mensuales, y que han querido que uno trabaje para ellos como esclavos imponiéndonos su moral de estafadores como mismo nos explotaron los Castro en Cuba, y que nunca he aceptado, les diré que ellos son junto con el castrismo el problema de Cuba. Ellos son el estorbo para que Cuba sea libre y democrática, ellos son los que fabricaron y fabrican falsos ídolos por el mero hecho de cobrar un sueldo mensual a costa del dolor ajeno. Ellos son los que ponen en peligro la vida de los verdaderos opositores, ésos que de verdad están en las calles, a los que de verdad asesinan, y que éstos de acá ignoran sea porque son negros, porque son viejos, porque no retratan bien en esos dossiers que deben entregar a cambio de sumas inimaginables para conseguirles buenas carreras de pago a sus hijos, vivir como pachás, mientras los hijos de los verdaderos disidentes no pueden ni siquiera disfrutar de sus padres, ya que se encuentran en las prisiones castristas, como es el caso de Sonia Garro y de su hija, mejor de edad. ¿Mandaron estos negociantes del dolor ayuda económica para la defensa de Sonia Garro? No, conozco las cifras que se enviaron y los nombres de los que las enviaron. Yo estoy entre ellos, ellos ni por asomo.
No, el problema de Cuba no es solamente un problema generacional, el problema de Cuba son los cubanos como ésos, tan bien descritos por Carlos Loveira en Generales y Doctores, una gran novela olvidada.
Sepan que no agradezco a ese tipo de gente que me traten de gran escritora para después con cierto veneno vapulearme de manera baja y mezquina tras la máscara de doctores universitarios que se cuelgan para pisotear sus títulos luego en los urinarios públicos donde consiguen por fin solucionar y compaginar su vicio espiritual con su insalubridad sexual.
A esos mierdas que viven del dolor de Cuba y que gustan de las puyitas y puñaladas traperas les ruego que no recen por mi salud espiritual, yo soy muy libre y sana espiritualmente, ¿saben por qué? Pues porque siempre he tenido amigos muy sanos y libres con su sexualidad, como lo he sido yo siempre. Mi salud espiritual va a la par de mi salud sexual.
En cuanto a la libertad de Cuba, que es de lo que se trata, he dado más que mi tiempo y mis fuerzas, he dado mi trabajo, mi obra, porque mis novelas, las que me dieron a conocer y reubicaron a Cuba en el mapa nuevamente por estos lares, fueron escritas en Cuba, ya sólo con eso, que no fue lo único que hice dentro de Cuba, puedo dormir tranquila. Allá los que no pueden ni podrán nunca.
Zoé Valdés.
viernes, julio 29, 2011
LOS OPORTUNISTAS CUBANOS DE TODAS LA ORILLAS. ANEXO A UN BUEN ARTÍCULO
En una de las dos ocasiones en que Miguel Sigler Amaya estuvo en la Casa Blanca por invitación del entonces Presidente George W. Bush, el Presidente, ya en una conversación privada con Miguel Sigler Amaya, en la que estaba de testigo y traductor el entonces Secretario de Comercio Carlos Gutiérrez, el Presidente le preguntó a Miguel Sigler Amaya qué cosa podía hacer por él. Miguel Sigler Amaya le respondió: ¡ La libertad de Cuba ! . El Secretario de Comercio, pensando que Miguel Sigler Amaya no había entendido la pregunta, le dijo a Miguel que la pregunta del Presidente se refería a algo personal que podía hacer el Presidente por él. George W. Bush le hizo nuevamente la pregunta a Miguel Sigler y este le respondió nuevamente y con su firmeza habitual: ¡ La libertad de Cuba !. Carlos Gutiérrez, sorprendido le dijo a Miguel, en voz baja, una expresión muy cubana, pero sin ocultar el orgullo de que en su tierra natal todavía nacieran patriotas.
Miguel Sigler Amaya ha sido repartidor de pizzas por envió ( ¨delivery¨ en el idioma ¨Inglés de Miami¨); ha estado sin empleo 5 meses por atender a su hermano Ariel Sigler Amaya y hoy, pese a que llegó a EE.UU. sin saber manejar, es conductor a tiempo parcial ( ¨part time¨ en ese mismo particular idioma Inglés de Miami) de los autobuses de una cadena de asistencia médica del Sur de la Florida.
Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso
Recuerdo de mi barrio de La Habana, El Calvario, a

(El entonces Presidente George W. Bush y el opositor antiCastrista Miguel Sigler Amaya)
Pero entremos ya al tema central de este artículo. Le hago la observación a mi amigo Esteban Fernández que no abundó lo suficiente (quizás por no hacer más largo su excelente artículo LOS OPORTUNISTAS CUBANOS) en lo relativo a los oportunistas del Exilio. En su artículo no incluyó a aquellos que más que la política, los guia el olfato para recoger dinero del Exilio y recibir los ¨grants¨del gobierno norteamericano. Son los oportunistas que usan, en el más estricto significado de la palabra: a figuras de la oposición interna cubana; al más, en ese momento, famoso ex preso político cubano llegado al Exilio; a los familiares de presos y mártires, etc. para avalar la recogida de dinero y con los nombres de esas personas llenar las planillas o ¨formas´ para recibir los ¨grants¨ que durante muchos años les ha permitido disfrutar de altos niveles de vida. Son los oportunistas que después de usar durante años a opositores en Cuba, para que sus organizaciones en el Exilio tengan cierta importancia y les lleguen los ¨grants¨ de instituciones del gobierno de los EE.UU., que no son capaces cuando esos mismos opositores llegan al Exilio, de conseguirle, o ayudarles a conseguir, siquiera un trabajo en una fábrica o factoría, llevándolos a situaciones desesperadas y hasta al suicidio como fue el caso de Ramón Suárez Díaz ¨Ramoncito¨ , durante muchos años Delegado Provincial del Partido Democrático 30 de Noviembre Frank País en Pinar del Río, algo que no habían logrado en Cuba los esbirros de la Seguridad del Estado con detenciones, hostigamientos y una sentencia carcelaria contra ese joven opositor. Son los oportunistas que cuando un destacado opositor no manipulable llega de Cuba rumbo a su localización de refugiado en otro Estado de los EE.UU., lo esperan en el aeropuerto de Miami ( como le sucedió a Miguel Sigler Amaya el 5 de octubre de 2005) y le ¨aconsejan¨ que no se quede y que siga camino para el otro Estado para que de a conocer la causa cubana, cuando lo que realmente temen es que ese opositor les haga sombra y les llegue menos dinero a sus organizaciones. Son esos mismos oportunistas los que si el renombrado opositor es manipulable, lo usan de estandarte y lo pasean por el mundo para beneficio de su organización y de sus bolsillos. Son oportunistas aquellos que como una antigua secretaria, coordinadora o productora de una famosa periodista, cuando la periodista pertenecía a una muy conocida organización, le dice a un fotógrafo opositor llegado de Cuba, que la llamó para saludarla y preguntarle si habría alguna posibilidad de trabajo: ¨Tú donde nos hacia falta era en Cuba¨; ese fotógrafo les había hecho llegar desde Cuba muchas fotos de actividades de la Oposición en Cuba. Son oportunistas aquellos que montan un circo fingiendo una llamada

(Ramón Suárez Díaz ¨Ramoncito¨ )
Son oportunistas aquellos empresarios cubanos que dicen en Miami que van ayudar con sus inversiones cuando Cuba sea libre, cuando en Miami son mayorales con el látigo en la mano que les pagan el salario mínimo, y hasta menos, a sus compatriotas obreros que los han hecho millonarios, y que lejos de seguir las reglas esenciales del capitalismo no salvaje siguen aquellas como: ¨el que tiene padrino se bautiza¨, ¨el que tiene un amigo tiene un central ¨, ¨un par de t.... halan más que una carreta¨, etc.. Son también oportunistas los empresarios cubanos y cubanos-americanos de Miami que que ya desde ahora están entrando en complicidades con la tiranía de los Castro para explotar conjuntamente al pueblo cubano de la isla de tal manera que del pastel sólo las migas o migajas llegarán al obrero y pueblo cubano.
Son oportunistas aquellos que sin ser espías de los Castro llevan todavía ¨en su alma ´La Bayamesa´ ¨ del Castrismo y añoran la bota del totalitarismo si el Castrismo les hubiera mantenido sus prebendas y privilegios. Son oportunistas aquellos que llegaron a Miami, en cualquier época, por un problema solamente de comida para tener la barriga llena y no por la violaciónes de sus Derechos Humanos políticos y civiles. Son oportunistas aquellos que después de servirle al Castrismo de múltiples maneras llegaron a Miami no porque hayan cambiado su manera de pensar política o ideológicamente, sino porque temen que el Castrismo caiga y ellos paguen ¨los platos rotos¨.
Nada será peor que el Castrismo de más de medio siglo que hemos sufrido ni, sobre todo, tan largo, pero Cuba merece algo mucho mejor que oportunistas y camajanes, ya sean Castristas o antiCastristas. De no darnos cuenta quienes son, entonces habremos merecido estos más de 50 años de tiranía Castrista y muy seguramente ante nuestras narices se erigirán (por culpa de esos oportunistas, camajanes y explotadores) nuevos tiranos émulos de Fidel Castro disfrazados de mesías.
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