Rigondeaux: 'Ganar a Donaire superaría las medallas de oro olímpicas'
Agencias | Nueva York | 12 Abr 2013
.Guillermo Rigondeaux.
A sus 32 años, Guillermo Rigondeaux tiene la oportunidad que tanto añoró cuando intentó infructuosamente escapar del equipo cubano de boxeo luego de los Juegos Panamericanos de Brasil-2007 y vio interrumpida su brillante carrera como amateur, en la que conquistó un par de títulos olímpicos, reporta la AP.
Peleará este sábado contra el filipino Nonito Donaire, haciendo realidad el sueño que lo llevó a abandonar la Isla en 2008 y a empezar de nuevo en Estados Unidos, luego de haber conseguido todos los honores posibles como amateur.
Dueño de una exquisita técnica y consumado contragolpeador, Rigondeaux siempre soñó con enfrentar a un rival de gran jerarquía.
"Yo busco lo mismo como aficionado, los mismos logros, que se diga que soy el mejor de las 122 libras", dijo Rigondeaux a la AP. "Ganar superaría las medallas de oro".
La oportunidad se le presenta este sábado en el Radio City Music Hall con un combate en el que se unificarán los cetros de la división súper gallo de la AMB (Rigondeaux) y OMB (Donaire). Será apenas la segunda vez que el mítico Radio City alberga una velada de boxeo.
No existe una cuenta oficial, pero se calcula que Rigondeaux disputó entre 200 y 400 peleas como aficionado. Ganó todo lo que tenía que ganar en esas lides.
Fue expulsado del equipo tras el episodio de Brasil, en el que fue detenido y devuelto a Cuba. Logró salir de la Isla en 2008 y se radicó en Florida para incursionar en el boxeo profesional.
Ahora encara el momento cumbre de una carrera profesional de apenas 11 peleas.
"Demostré ser el mejor como aficionado y ahora quiero ser el mejor como profesional. Es lo que voy a hacer", dijo Rigondeaux.
Su pelea ante Donaire pinta para alquilar balcones, con todos los atributos para ser unas de las mejores que se hayan visto en cualquier peso en tiempos recientes.
Donaire fue proclamado como el Boxeador del Año en 2013 tras salir airoso en cuatro peleas. También ostenta una racha de 30 victorias consecutivas, enhebrada en los últimos 12 años y luego de la única derrota en su carrera de 32 combates.
El boxeo profesional dejó de existir en Cuba a inicios de la década de los sesenta, tras la llegada al poder de Fidel Castro. Pero nadie olvida a leyendas como Kid Gavilán y Kid Chocolate, campeones antes de la prohibición.
Cuba pasó a ser una maquinaria en el boxeo olímpico a partir de los años setenta. Los pesos pesados Teófilo Stevenson y Félix Savón ganaron tres preseas olímpicas doradas. Pero siempre quedará la duda de qué habría pasado si Stevenson se hubiese enfrentado a Muhamad Alí o Savón a Mike Tyson.
El actual entrenador de Rigondeaux es Pedro Díaz, quien durante 20 años fue parte del cuerpo técnico de la selección cubana.
Díaz cree que un triunfo de Rigondeaux serviría para avalar la calidad del boxeador cubano.
"Todo sabemos que en Cuba no hay boxeo profesional, que las cosas no son como uno quiere. En el caso de Rigondeaux, no pudo desarrollar su carrera profesional hasta ahora. Quizás si hubiese salido antes, las cosas serían diferentes", dijo Díaz a la AP.
"Yo pienso que un triunfo va a ser importante para el boxeo de Cuba. Un triunfo de Rigondeaux va a reflejar la clase de la escuela cubana", añadió.
Donaire también anhela gloria y reconocimiento, que se le considere como un campeón trascendental: "Quiero dejar mi huella", señaló.
Tampoco esquiva peleas, procura subir a los tinglados con frecuencia y suele recalcar que le gusta ofrecer espectáculo.
Desea lavar la imagen de su última pelea en Nueva York, en octubre de 2001, un bodrio contra el argentino Omar Narváez en el Teatro del Madison Square Garden.
"Es una deuda que tengo con la afición. Fue una pelea malísima. Gané bien, pero me fui con la sensación de derrotado", dijo Donaire. "Pero ahora es diferente. Ahora tengo en frente a alguien de mucha calidad, que me quiere ganar".
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