Antonio de la Cova y Jesús Angulo sobre la destrucción de las bibliotecas de Radio y TV Martí y de la oficina de la Voz de América (VOA) en Miami que transmitía hacia Cuba
SE REPITE LA HISTORIA CON LA DESTRUCCIÓN DE LAS BIBLIOTECAS DE RADIO Y TV MARTÍ
Por Dr. Antonio de la Cova -Especial para Nuevo Acción
14 de enero de 2014
Logré rescatar las transcripciones de los noticieros de MIRAMOS de 1963 a 1973, que 35 años después puse en mi página en Internet aquí
http://www.latinamericanstudies.org/miramos.htm
También logré obtener las transcripciones de una serie de discursos de Fidel Castro de 1962 a 1966 que ahora están aquí
http://www.latinamericanstudies.org/fidel.htm
además de las transcripciones de discursos de otros dirigentes comunistas y otras relacionadas al juicio del chivato Marcos Rodríguez en 1964
http://www.latinamericanstudies.org/marcos-rodriguez.htm
Mucha otra documentación terminó en el basurero.
Wehby también me regaló dos cajas con libros y publicaciones de Cuba. Sin embargo, ya todo lo mejor, incluyendo los microfilms de periódicos, se lo había llevado el polaco George Volsky, quien en aquella época promovía el naciente mal llamado y fracasado “diálogo” con la dinastía castrista. Wehby me dijo que la administración republicana del presidente Gerald Ford, que continuaba la política de acercamiento con Cuba iniciada por Nixon en abril de 1974, había aminorado su política de transmisiones a Cuba y dejado a mucha gente cesante, incluyendo al Dr. Herminio Portell-Vilá. Fidel Castro respondió a ese cambio cuando al siguiente mes comenzó el envío masivo de mercenarios castristas a Angola. Ford quedó en el ridículo y luego respondió el 28 de febrero de 1976, durante su fallida reelección presidencial, diciendo que Fidel Castro era un “forajido internacional.” Al siguiente año se inauguró la administración de Jimmy Carter, y la política de Estados Unidos hacia Cuba continuó montada en el cachumbambé en el que se encuentra hasta hoy en día.
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INFORME # 5 RADIO Y TV MARTÍ: DESTRUCCIÓN DE LAS BIBLIOTECAS, ALGO INEXPLICABLE
Por, Jesús Angulo
Enero 12 de 2014
Cuando Radio Martí estaba en Washington, su biblioteca era famosa por la riqueza de su información y era visitada continuamente por otras entidades gubernamentales que iban a ella en busca de datos que no se podían encontrar en ningún otro lugar. Era común ver que, en horas de almuerzo, empleados de otras agencias consultaban la biblioteca de Radio Martí.
Al mudarse para Miami Radio Martí, la biblioteca dejó de recibir tantos usuarios de fuera de la institución pero siguió prestando servicios. Historiadores que estaban haciendo alguna obra sobre Cuba encontraban valioso material en la biblioteca que, en forma conjunta, no existía en ninguna otra fuente. Varios estudios sobre la Cuba del futuro, desarrolladas por distintas organizaciones, llenos de datos sobre la historia económica, política y social de la república, se encontraban solamente en esa biblioteca.
Cuando el departamento de programas estaba haciendo un documental, ya fuera sobre la STASI alemana, la invasión de Bahía de Cochinos o sobre la vida de algún prócer o mártir nuestro, podía obtener los datos en la biblioteca de Radio Martí. La rica información que contenía la biblioteca no puede ser encontrada en Google o Wikipedia como cree la actual administración de OCB.
Aparte de su invaluable valor cultural, la colección de la biblioteca de Radio Martí podía evaluarse en miles de dólares y aunque parte de ella había sido donada por particulares, pertenecía al Gobierno Federal.
La Sra. Aida Chambles había catalogado minuciosamente los libros de la biblioteca y cuidaba de ella con un celo digno de la importancia de su contenido.
Un día en que la Sra. Chambles había salido del edificio, cada empleado de Radio Martí recibió un e-mail anunciando que la biblioteca se estaba cerrando y desmantelando en ese momento y que cada uno podía ir a la biblioteca y llevarse los libros que quisiera.
Una avalancha humana cayó sobre la biblioteca cargando con cuanto libro podían acarrear, desde los de historia y literatura, hasta los atlas y colecciones enciclopédicas.
Cuando la Sra. Chambles regresó se encontró con la devastación y con los libros que habían dejado tirados por el piso. Tuvo que rescatar sus objetos personales que habían sido sustraídos de su escritorio y se habían “repartido” entre los saqueadores.
El aura de ceniza parece el sino de muchos libros a lo largo de los 35 siglos de creación de la escritura y es característica de los regímenes totalitarios el destruir libros. Así hicieron los nazis y la destrucción de la biblioteca de Radio Martí nos hace recordar la frase atribuía al general fascista español José Millán-Astray: “Muera la inteligencia”.
Los remanentes de la biblioteca fueron reciclados o enviados para un “misterioso warehouse” que nadie sabe dónde se encuentra.
La biblioteca no es lo único que la administración de Carlos García ha destruido, también se deshicieron de la vasta cantidad de discos que había en la “biblioteca” de música. Estaba muy bien organizada y catalogada. La biblioteca de música fue organizada por el musicólogo profesional Francisco Ojeda, ya fallecido. Esos discos los regalaron o los empaquetaron y enviaron al “misterioso warehouse”.
El salón donde estaba la biblioteca de música fue convertido en área para los empleados de Internet que es el proyecto surrealista de esta administración.
La división de “Data Management and Archives” (Administración de Datos y Archivos) fue uno de los primeros departamentos que Carlos García y Guillermo Santa Cruz abolieron. Diseminaron todos los empleados por otros departamentos y destruyeron todos los archivos borrando así el valioso archivo histórico de Cuba. Eliminaron una de las principales funciones que hacía ese departamento que era la de hablar diariamente con personas en Cuba para obtener datos, estadísticas e información sobre el pueblo y su disidencia.
También Guillermo Santa Cruz, cuando se desempeñaba como General Manager de Radio Martí eliminó equipos y sistemas modernos de digitalización que habían sido implementados por la administración anterior para volver al sistema antiguo que es el que Santa Cruz conocía. Para hacer esto tuvieron que comprar nuevos equipos y descartar los antes comprados que nos dicen costaron más de $300,000. Nadie nos ha podido informar del destino de esos equipos. Tampoco nadie ha podido conocer cómo se dio el contrato de estos equipos ya que no se conoce que haya habido licitación oficial que requiere tres propuestas y un proceso transparente.
Todas estas acciones arbitrarias, hechas en secreto y sin transparencia no pasan la “prueba del olor” y tratándose de propiedad pública el aroma es muy desagradable.
Y hablando de aromas desagradables, aunque no se trate de propiedades del gobierno, hay otros procesos en los cuales se están cometiendo lo que los abogados llaman benevolentemente “irregularidades”. Esos procesos son la contratación de nuevos empleados.
Cuando se abre una oportunidad de empleo y se invita a las personas para que llenen la solicitud de empleo se publican los requerimientos de la posición anunciada. El trabajo se le otorga a la persona que mejor capacitada esté en general después de haber satisfecho todos los requerimientos. Desde que comenzó la administración de Carlos García el puesto se le otorga al que venga de “su gente”, tenga o no tenga las calificaciones. Se da el caso de que si hay 5 o 6 requerimientos obligatorios el puesto lo “gane” alguien que solo califica en 1 o 2 y se deje fuera a varios que califican en todos y que tienen más calificaciones y experiencia en cada uno de ellos.
Las increíbles explicaciones que dan son como: “no lo vamos a usar en esas cosas”, “esa persona tiene un defecto físico que le impide hacer eso” o “ella no sirve para eso pero hace otras cosas bien”.
Uno de los requerimientos fundamentales que forma parte de cada solicitud de empleo en cada caso de OCB es “Hay que tener conocimientos sólidos sobre Cuba y su proceso”. Pero tal parece que bajo Carlos García eso más que un requerimiento es un impedimento.
Hace unas semanas se abrieron unas posibilidades para nuevos empleos en la ya elefantiásica nómina del fantasmagórico departamento de Internet. Una de las personas que entró como supervisor con un grado13, fue un peruano de apellido Serpa que una de las preguntas que hizo fue: “¿quién es ese Payá que se murió y que Uds., siempre hablan de él? Cuando le preguntaron que si él no leía periódicos contestó: “no, lo mío es bailar”.
Para el empleo que Serpa obtuvo, aspiraron varias personas que llenaban los requisitos con creces, son cubanos, tienen una larga experiencia en el campo periodístico y varios de ellos trabajan en Radio Martí pero, ni son bailarines ni amigos de Carlos García.
Por este medio quiero darle las más expresivas gracias a los que intervinieron haciéndome llegar la información sobre las bibliotecas que fueron creadas para la divulgación de la verdadera historia de nuestra patria y que de acuerdo con los informantes esta ya no existe.
ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
De la misma manera que los Castros tienen muchos enemigos, de esa misma manera tiene muchos amigos dentro y fuera de nuestros lares democraticos,no debemos de asmobrarnos por eso,toda moneda tiene dos caras,esta no es mas que una de ellas. Angel.
1 Comments:
De la misma manera que los Castros tienen muchos enemigos,
de esa misma manera tiene muchos amigos dentro y fuera de nuestros lares democraticos,no debemos de asmobrarnos por eso,toda moneda tiene dos caras,esta no es mas que una de ellas. Angel.
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