martes, marzo 18, 2014

La tiranía de los Castro que oprime a Cuba se opone a que las atrocidades de Pyongyang vayan a la Corte Penal Internacional

 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano


Una prueba más que las críticas y denuncias  Castrista a las dictaduras latinoamericanas y a los  gobiernos que tuvo Cuba  entre 1902 y 1958 fueron sólo argumentos  para primero alcanzar el poder y luego para permanecer en él. José Martí  ya lo escribió en la carta personal a Fermín Valdés Domínguez de mayo de 1894 :

¨…Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras:-el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, - y el de la soberbia y rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse, frenéticos defensores de los desamparados…¨(Tomo 3 de las Obras Completas, p.168)

La defensa de la dictadura Chavista de Nicolás Maduro en Venezuela, la defensa a los ánimos imperialistas de Vladimir Putin en Crimea y esta oposición a llevar a la genocida dinastía existente  en Corea del Norte,  son sólo los tres últimos (por ahora) hechos que muestran el carácter  demagogico, oportunista, perverso  y manipulador que ha tenido siempre el Castrismo

La embajadora Castrista, Anayansi Rodríguez Camejo expresó: "la imposición no ayudará al diálogo", como si ella no fuera la representante de una tiranía que siempre se ha negado a dialogar con sus  legítimos opositores  pacíficos.  Anayansi  es representante de una mafia de regímenes dictatoriales  cómplices que se defiende unos a otros
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Tomado de http://www.diariodecuba.com/

La Habana se opone a que las atrocidades de Pyongyang vayan a la Corte Penal Internacional

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La posición del Gobierno cubano coincide con la de Pekín y hace la vista gorda ante un largo listado de 'masivas y sistemáticas' violaciones, consideradas crímenes contra la humanidad.
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Agencias
Ginebra
17 Mar 2014

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU se mostró este lunes dividido al debatir sobre las atrocidades cometidas en Corea del Norte entre los que quieren que el caso se eleve a la Corte Penal Internacional y aquellos que rechazan de plano la existencia de una comisión de investigación y sus conclusiones.

Entre estos últimos se encuentra La Habana, acusada la semana pasada por expertos de la ONU de violar el embargo de armas vigente contra Pyongyang, al enviar al país asiático, en julio pasado, el arsenal detectado por Panamá en el barco Chong Chon Gang.

Michael Kirby, presidente de la comisión de investigación de la ONU sobre Corea del Norte, presentó ante el Consejo de Derechos Humanos el extenso informe que elaboró junto a otros dos expertos y en el que se documentan "masivas y sistemáticas" violaciones de derechos humanos, que alcanzan el grado de crímenes contra la humanidad, informó EFE.

"La gravedad, la escala, la duración y la naturaleza de las innombrables atrocidades cometidas en el país revelan un Estado totalitario que no tiene ningún otro paralelismo en el mundo contemporáneo", dijo Kirby, quien comparó el régimen de Pyongyang con los sistemas de gobierno aplicados bajo el nazismo, el apartheid o los jemeres rojos.

Entre los crímenes contra la humanidad documentados de manera precisa y exhaustiva figuran "exterminio, asesinato, esclavitud, desaparición forzosa, ejecuciones sumarias, torturas, violencia sexual, abortos forzosos, privación de alimento, desplazamiento forzoso de poblaciones y persecución por motivos políticos, religiosos, racionales o de género".

Unas violaciones que negó categóricamente el embajador de Corea del Norte ante la ONU en Ginebra, So Se Pyong, quien acusó a la comisión de "estar políticamente motivada" y de ser un instrumento de Estados Unidos y de "fuerzas hostiles" para "acabar con la existencia" del país.

"Lo que el Consejo debería estar haciendo es investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas por Estados Unidos en su propio territorio y en el exterior", afirmó el diplomático.

So criticó que la comisión haya basado sus "supuestas evidencias" en entrevistas hechas a "criminales que escaparon de su país" y que residen en el exterior.

Como la comisión no tiene autorización para entrar en territorio norcoreano, ha elaborado su informe en base a entrevistas realizadas en terceros países a 240 testigos directos que lograron escapar de Corea del Norte.

'No devolución'

Chen Chuandong, el consejero chino que tomó la palabra durante la sesión en el Consejo, explicó que Pekín devuelve a su país de origen a todos los norcoreanos que detiene en su territorio "porque los norcoreanos que entran ilegalmente en China no son refugiados, sino criminales".

Precisamente, Kirby solicitó a la comunidad internacional que aplique el principio de "non-refoulement" (no devolución) para los norcoreanos porque en su país de origen podrían ser perseguidos.

Una petición que fue aplaudida por los países occidentales, especialmente por los miembros de la Unión Europea (UE), que anunció que, junto a Japón, presentará una resolución que incluya el principio de no devolución para los ciudadanos norcoreanos.

Asimismo, la resolución de la UE pedirá que se haga lo necesario para llevar el caso a la Corte Penal Internacional (CPI), tal y como solicita la comisión.

"Están ocurriendo crímenes contra la humanidad en Corea del Norte que nuestra generación debe parar urgente y colectivamente. El resto del mundo ha ignorado la evidencia durante demasiado tiempo, ahora no hay excusa porque ahora sabemos", subrayó Kirby.

Como Corea del Norte no es signatario del Estatuto de Roma, documento fundacional de la CPI, este tribunal no puede iniciar una investigación, sino que debe esperar a que sea requerida por el Consejo de Seguridad de la ONU.

En línea con Pyongyang y Pekín, tanto La Habana como el Grupo de países No Alineados criticó la mera existencia de la comisión argumentando que "la imposición no ayudará al diálogo", en palabras de la embajadora cubana, Anayansi Rodríguez Camejo.

Los gobiernos de Cuba, China y el Grupo abogaron por que el análisis sobre el respeto de los derechos humanos en cualquier país se limite al sistema del Examen Periódico Universal (EPU), evaluación a la que todos los miembros de la ONU deben someterse.


Algo que rechazaron los Estados occidentales que quieren que, más allá del EPU y de mantener la figura del relator especial para Corea del Norte, se establezca algún otro sistema que permita seguir vigilando las atrocidades cometidas por el régimen de Kim Jong-un.

Robert King, enviado especial de Washington para Corea del Norte, dejó claro que las dos prioridades son "algún tipo de presencia sobre el terreno para seguir monitoreando" y avanzar en la asunción de responsabilidades por parte de los que permiten y cometen atrocidades.

"Nada en nuestras vidas pasadas podría habernos preparado para lo que hemos oído (contado por las víctimas) —confesó Kirby—. Es nuestro deber acabar con las violaciones a los derechos humanos que suceden en Corea del Norte. No importa lo lejos que esté, hay personas que están esperando que actuemos".