sábado, marzo 15, 2014

Rev. Martín N. Añorga: LA CONSTITUCIÓN VÍCTIMA DE ABUSO EN VARIOS PAÍSES DE LATINOAMÉRICA


 

LA CONSTITUCIÓN VÍCTIMA DE ABUSO

Por el Rev. Martín N. Añorga

Se cumplen hoy 225 años de la adopción oficial de la Constitución de Estados Unidos, hecho histórico ocurrido el 4 de marzo del año 1789. Es la Constitución vigente más antigua entre todas las naciones del mundo. Dos años después de su aprobación se le añadieron diez enmiendas, el 15 de diciembre de 1791, conocidas como “la Carta de Derechos”. Es de considerar que fue el 7 de mayo de 1992 cuando se le anexó la enmienda número 29, el total que ha recibido en su larga historia. Es decir, en más de dos siglos la Carta Magna de la nación ha sido formalmente respetada por varias generaciones y tenida en muy alta estimación por todos los presidentes y congresistas que han pasado por las altas esferas del gobierno sin interferir con sus preceptos.

Estados Unidos ha tenido desde el año 1789 hasta hoy, 44 presidentes. Han existido momentos difíciles a lo largo de la historia. La nación sufrió una guerra civil y participó de dos guerras mundiales y cuatro presidentes han sido asesinados. El primero fue Abraham Lincoln (14 de abril de 1865), y le siguen James A. Garfield (19 de septiembre de 1881); William McKinley (14 de septiembre de 1901), y John F. Kennedy (22 de noviembre de 1963), sin que hubiera crisis de gobierno ni intentos de golpes militares. La nación ha sido un ejemplo universal de estabilidad, orden y progreso.

Tristemente nada igual sucede en nuestras naciones americanas al sur del río Grande, casi todas afectadas por continuos cambios constitucionales, asaltos armados al poder y el establecimiento de dictaduras. Hoy día tenemos específicamente cinco países en los que gobernantes sin escrúpulos le han torcido sus preceptos a las Constituciones para justificar desfalcos al poder y promover la implantación de gobiernos llamados de “izquierda” que son opresivos, dictatoriales y quieren tener el disfrute de la permanencia.

Comenzamos mencionando a Cuba, país antillano que fue próspero, feliz y libre hasta el año 1959, cuando el poder fue asaltado por una pandilla de guerrilleros al mando del farsante Fidel Castro. Hace 55 años en Cuba no se celebran elecciones libres para la designación de un presidente respaldado legalmente por la ciudadanía. A lo largo de ese tiempo se han promulgado cuatro Constituciones, cada una a la medida de los que gobiernan, y burladas impunemente. El dictador en control es desde febrero del 2008, Raúl Castro, de 82 años de edad, designado de dedo por su hermano mayor, Fidel Castro, hoy envejecido y enfermo.

En Nicaragua la Asamblea Nacional, compuesta por mayoría de diputados sandinistas, aprobó recientemente, en contra de la expresa voluntad popular, el precepto supuestamente constitucional que legaliza la reelección presidencial por tiempo indefinido. Ese atentado a la Constitución, perpetrado por medio de componendas, prebendas y coerciones, permite al ex guerrillero sandinista, Daniel Ortega, ser prácticamente el dueño de hacienda y población en el otrora gran país centroamericano. Ortega fue presidente constitucional desde el 10 de enero de 1985 hasta el 20 de abril del 1990. En un nuevo intento -algo que, valga como ejemplo, impide la Constitución de Estados Unidos-, Ortega volvió a escalar la presidencia del país el 10 de enero del 2007, y ahora con la categoría de emperador de por vida.

En Ecuador tenemos al impetuoso Rafael Correa, intelectual opuesto a la libertad de prensa y expresión que fue electo presidente del pintoresco país el 15 de enero del 2007, y que fue reelecto, hasta el año 2017. Su “socialismo cristiano”, como él lo define, ha devenido en una dictadura con caricatura de democracia en la que la histórica Constitución ha sufrido cambios inusitados. Afirma el mandatario que cuando concluya su segundo período presidencial no se presentará a elecciones; pero ya nos tiene acostumbrados al maquiavélico manejo de la mentira y permite, al tiempo en que hace esta afirmación, que se esté desarrollando el proyecto de la reelección indefinida.

La Constitución se ha convertido en papel mojado en las cínicas manos del “cocalero” Evo Morales Ayma, actual presidente de Bolivia, país pobre que ha hundido en mayor pobreza el inepto mandatario.

Morales es presidente boliviano desde el 22 de enero del 2006 y en las elecciones programadas para octubre de este año se presentará de nuevo como candidato con grandes posibilidades de salir reelecto debido a la inconsistencia y limitaciones de la oposición. El analista político Marcelo Vernoux considera que el Movimiento al Socialismo (MAS), el Partido que controla Morales, logrará cambios constitucionales para garantizar su presencia permanente en el poder mediante la estrategia de la reelección sin términos de limitación. ¡Pobre Constitución, hecha añicos por aquéllos que debieran ser responsables de su integridad!

Y tenemos el caso ominoso de Venezuela. El 2 de febrero de 1999 escaló el poder Hugo Chávez Frías, quien con la asistencia personal del “super” tirano Fidel Castro fue dando los pasos para instituir en la nación el movimiento llamado “socialismo del siglo XXI”. Para consolidar sus planes, Chávez pisoteó la Constitución histórica en su país. Era histriónico verlo en todas sus presentaciones exhibiendo un librito negro que llamaba su Constitución y que usaba como respaldo para sus fechorías gubernamentales. Acaecida su muerte aparece en escena Nicolás Maduro Moros, chofer de transporte público en Caracas por varios años, que se dio a conocer como el presidente de la unión de trabajadores del giro. Siendo un hombre corpulento fungió como guarda espaldas de Vicente Rangel durante su infructuosa campaña presidencial del año 1983.

Maduro ascendió a la presidencia de Venezuela el 6 de marzo del 2013, ratificado en dudosas elecciones celebradas el mismo año. Desde el poder anunció que estaría en tal posición por veinte años, aludiendo a la consabida tesis “socialista” de la reelección ilimitada. Logró el mandatario que la Asamblea Legislativa le concediera poderes especiales y desde entonces ha manejado su función ejecutiva de forma execrable, lo que ha demostrado en su cruel enfrentamiento con la juventud de su propio país, que le reclama con toda justicia el respeto a los derechos individuales y una administración eficiente de la economía nacional.


¿Qué es una Constitución para individuos como Fidel Castro, Daniel Ortega, Rafael Correa, Evo Morales y Nicolás Maduro?

Los “gobernantes” de hoy, y entre éstos mencionamos a Cristina Fernández Vda. de Kirchner, la mandataria de Argentina desde diciembre del año 2007, debieran leer y memorizar las sabias palabras del jurista y sabio político argentino Leandro N. Alem: “Cuando un hombre está en el poder, necesita el consejo, el apoyo y el aliento de sus gobernados, que han de ser sus amigos, no sus vasallos; pero si ese hombre se olvida que se debe al pueblo y no respeta derechos ni constituciones, el pueblo tiene la obligación de recordarle sus deberes de la altura, e imponerle su soberanía, ¡sino por la razón, por la fuerza!”.