martes, mayo 20, 2014

Sociedad civil y flexibilización del embargo. Editorial de Diario de Cuba sobre carta de exfuncioanrios y notables a Barack Obama del 19 de mayo de 2014:


 Debate entre Carlos Saladrigas, uno de los firmantes, y Luis Zúñiga Reyes





El banquero y hombre de negocios  Carlos Saladrigas se equivocó con el patriota  Luis Zúñiga Reyes al usar el argumento que desde lejos de Cuba  se pueden pedir medidas fuertes contra el   régimen cubano. Saladrigas  apretó automáticamente  la tecla del ¨argumento¨  sin  tener en cuenta a quién tenía enfrente.

Luis Zúñiga Reyes  se opuso a la tiranía Castrista y salió ilegalmente del país en 1973 por la base naval de Guantánamo arriesgando su vida. En Miami se vinculó al antiCastrismo militante y  el 1 de agosto de 1974 se infiltró en Cuba con las armas en las manos para liberar a Cuba junto a Miguel Sales Figueroa y Rodolfo Luis Camps Verdecia. Fue capturado  y  condenado a 25 años; cumpliendo 14 años de prisión política;  expatriado en 1988. Al llegar a EE.UU.  se integró nuevamente  a la denuncia contra las violaciones de los Derechos Humanos y libertades en Cuba.
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Tomado de http://www.diariodecuba.com/

Editorial: Sociedad civil y flexibilización del embargo

DDC
Madrid
20 Mayo 2014

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La carta dirigida a la Administración de Barack Obama descansa en dos conceptos que merecen ser examinados: 'emprendedores independientes' y 'sociedad civil'.
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Exfuncionarios, políticos y empresarios han pedido a la Administración de Barack Obama la aplicación de una serie de medidas para flexibilizar el embargo estadounidense. La iniciativa, coordinada por Cuba Study Group (CSG) y el Consejo de las Américas (CA), descansa en dos conceptos que merecen ser examinados: "emprendedores independientes" y "sociedad civil".

¿Quién aseguró a los firmantes de esa carta la existencia de emprendedores independientes en la Isla? Las leyes cubanas prohíben ejercer cualquier actividad profesional de manera autónoma. Y las actividades autorizadas, fundamentalmente artesanales y de supervivencia, tampoco gozan de independencia. Los cuentapropistas no tienen derecho a libre asociación, de manera que no pueden ser considerados como sociedad civil.
Sin embargo, es a esos ficticios emprendedores independientes a los que se refiere esta iniciativa cuando habla de "aumentar el apoyo a la sociedad civil cubana", y en ningún momento considera a posibles asociaciones de ciudadanos, grupos religiosos, sindicatos independientes, organizaciones de derechos humanos o activistas políticos en la oposición.

Con el pretexto de reforzarla, la carta abierta coordinada por CSG y CA supone una versión falseada de lo que es hoy, aunque rudimentaria todavía, la sociedad civil en Cuba. Olvidando que el origen de la crisis cubana es nacional y no de relaciones con EEUU, no exige al castrismo mayores reformas. Y, por otra parte, propone una versión desmovilizadora de sociedad civil.

Antes que la democratización de todo un país, los promotores de esta iniciativa procuran el encumbramiento de unos cuentapropistas. Piden ayuda a Washington para inventar en Cuba el supertimbiriche.