jueves, agosto 14, 2014

De disparates, ineptitudes y desperdicios. Luis Cino desde Cuba sobre artículos de AP sobre dos planes de la USAID que se aplicaron en Cuba


De disparates, ineptitudes y desperdicios

Por  Luis Cino
14 de agosto de 2014

Cuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana (PD) Uno ya no sabe ni qué pensar: cada vez que el régimen cubano denuncia otro plan subversivo de la USAID, resulta más confuso y alucinante que el anterior.

Primero fue el Zunzuneo. Todavía no acierto a entender bien en qué consistía  ni cómo funcionaba, si es que funcionaba, ni conozco a alguien que tuviera noticias de ello. Ahora le tocó el turno a un grupo de jóvenes venezolanos, peruanos y costarricenses, que bajo la cobertura de la lucha contra el VIH-SIDA –incluidas las explicaciones sobre el uso del condón-, se proponían descubrir a jóvenes descontentos para inducirlos a rebelarse contra el régimen.

Ambos planes fueron revelados, no por el periódico Granma, sino  por la agencia AP, que en los últimos tiempos, a juzgar por su celo en sacar a la luz los planes subversivos de la USAID contra el régimen cubano,  se muestra más chivatiente que los mismísimos CDR.

Sé que AP no va a revelar su fuente, y está en todo su derecho, pero uno no puede menos que preguntarse: ¿quién le facilitó las filmaciones de los agentes en funciones y otras informaciones supuestamente secretas? ¿El DSE?

¿Qué se trae entre manos el régimen cubano para armar este alboroto, similar al que armó hace unos meses con el Zunzuneo? ¿No le parece un plan demasiado bobo? ¿Qué le preocupa? ¿Tantos ingenuos hay entre la juventud cubana? ¿Acaso los jóvenes cubanos, por muy descontentos que estén con casi todo y muchas ganas que tengan de largarse hasta para Timbuctú a la primera oportunidad que tengan, no están dotados de una firme formación político-ideológica y están dispuestos a morirse por Fidel, Raúl y la revolución?

¿Creer o no creer? Ese es el problema. Porque de verdad que luce disparatado el plan de los latinoamericanos de la USAID, los condones y los potenciales disidentes que buscaban –como quien no quiere las cosas- para provocar un cambio de régimen.  Me recuerda a aquel personaje del semanario  Mella, allá por los 60, Mike Matraca, que se disfrazaba de torero y sonaba alegremente las castañuelas para parecer un cubano más y que no descubrieran que era  un agente de la CIA en lucha contra el castro-comunismo.

Pero con tanto disparate e ineptitud como se ha visto  entre los que dicen ayudar a la lucha por la democracia en Cuba, todo es posible. Parece que hay mucho dinero  destinado para ese fin y hay que gastarlo. En lo que sea. En cualquier cosa, excepto en lo que de veras resulte útil a la causa de la democracia. Por ejemplo, en el periodismo independiente. El verdadero, quiero decir.

Pero ni modo. Lo que importa financiar es el simulacro, la impostura  y la payasada.

Dejémonos de boberías, ¿a quién le importa que haya resultados? ¿A quién en Washington o en la Unión Europea le importa en serio la oposición cubana, quiero decir, la de verdad?

¿Para qué inventar lo que ya existe? ¿Cuál es la lógica de hacer desaparecer lo que hay y funciona para sustituirlo por otra cosa, a ver qué sale?

Lo que interesa a los financistas de la democratización, para quedar bien con todos,  es hacer como que se hace, sin   irritar demasiado al régimen cubano, que como  poco a poco cambia, aunque sea a paso de jicotea,  va dejando de ser tan malo. Si ya hasta busca  las inversiones no solo extranjeras, sino también las de los exiliados complacientes. Y no solo las busca, sino que las pide por señas. ¡Y todavía dicen que el castrismo no ha cambiado y lo quieren desestabilizar!

Para Cuba actualidad: luicino2012@gmail.com