domingo, agosto 24, 2014

Esteban Fernández: SIN SENTIDO DEL HUMOR

SIN SENTIDO DEL HUMOR

 Por Esteban Fernández


Desde luego que en nuestra nación tienen que existir muchísimas personas simpáticas, graciosas  y con un magnífico sentido del humor. Sin embargo, la imagen pública que se proyecta deja mucho que desear. Tanto dentro de los representantes del régimen como sus adversarios predominan las caras de trancas, la seriedad y el tedio. Muy pocas son las dulces sonrisas que emanan de nuestra Isla. Es como si la alegría viviera clandestina.

Claro que podemos ver grupos de chusmas celebrando no sé qué, contando a voz en cuello chistes de mal gusto, jugando dominó en el medio de la calle y tomando cerveza, pero da la sensación de que entre las cosas cubanas que se han ido perdiendo con el tiempo  y  producto de la gran tragedia cubana  es “la innata simpatía de nuestros compatriotas”. El gracejo cubano va camino de la extinción y el donaire y la cordialidad volaron como Matías Pérez.   De lejos tal parece que los cubanos se dividen en tártaros, asustados, mal vestidos y amargados donde la finura brilla por su ausencia.

Antiguamente en Cuba para ser político, artista, locutor, animador de radio y de la televisión, el primer requisito era la dicción y el segundo la simpatía personal. Hasta para tener amigos se necesitaba ser placenteros y para triunfar  en un negocio había que ser agradables con el público.

¿Alguna vez ustedes han tenido la desdicha de ver una foto de una reunión del pleno de la Asamblea del Poder Popular castrista? Coinciden todos en reflejar en sus patibularios rostros la amargura más genuina. Y esos son los que presuntamente viven bien, imagínense entonces los semblantes de los que no son mayimbes y se están comiendo un cable en Cuba.

Yo siempre he sido de la firme creencia que para ser patriota no es necesario ser un bofe. Uno de los hombres más campechanos que yo he conocido es el Capitán del Escambray Edel Montiel.  Valiente, combatiente, guerrero pero me hacía reír a carcajadas con sus salidas simpatiquísimas. Pero allá los adversarios del régimen tampoco se ganan un concurso de simpatías. Todos los días vemos fotos de los opositores y disidentes y todos poseen unas caras de pocos amigos que dan grima ¿Ustedes han visto, o escuchado o conocido a alguien más hosco y pesado que José Daniel Ferrer el líder de UNPACU? Mejor le hubiera llamado a la organización UNPESAO.

La mayoría son cortados por la misma tijera, todavía no he visto  en un video unas simples caras agradables de Guillermo Fariñas ni de Antúnez. Sinceramente a mi me gustaría ver a una disidencia liderada por hombres chéveres y capaces de hacernos sentir bien y por damas graciosas y atractivas.

La única que a veces esboza una sonrisa, una especie de mueca como si le diera pena reírse, es la flaca de "14 y medio" cuando lo cierto es que debía estar muy contenta  después de contar el billete que se busca. Pero aparte de eso es extremadamente densa y su marido es peor. Vaya, no le hace justicia a su apodo de "Macho Rico".

¿Ustedes no han visto las películas de las opositoras venezolanas? Lucen tan bien y desbordan tanto salero  que dan ganas de montarse en un avión, arribar allí e ir a socorrerlas. Compare eso con Marta Beatriz Roque y con Berta Soler que dan la sensación de ser unas amargadas. Aparte de la falta de garbo mantienen incólumes la soporífera solemnidad. Por lo menos Sonia Garro, además de su valentía, se atrevió a enseñar en una fotografía una bella sonrisa. Creo que otra excepción de la regla fue Oswaldo Payá que aparecía risueño en algunas fotos y su hija, Rosa María,  que a pesar de su sufrimiento puede lucir  bonita, fina  y evita caer mal.

Y yo sé que existe una represión brutal,  que apenas existen los productos de belleza, pero estamos hablando de un país que en las más terribles condiciones, durante las guerras,  durante el colonialismo español, durante los gobiernos de Machado y de Batista, ha sido famoso por  el   atractivo, encanto, gracia, hechizo, seducción, cordialidad, alegría,  ángel y fascinación  de sus ciudadanos y en la actualidad parece que el castrismo les ha quitado por completo -entre un millón de cosas- su sentido  del humor.

Y  las castristas parecen sacadas del nido del Monstruo de la Laguna Negra. Deborah Castro y  Dalia Soto del Valle además de ser antipáticas parecen unos cocos macacos. Tienen justificación para ser odiosas porque ser hija y esposa de unos genocidas atormenta a cualquiera. Y es mejor tomarse un purgante de Sal de Higuera que escuchar una entrevista del "sijú platanero" Mariela Castro Espín. ¡Qué pesada es la tipa esa! ¿Y puede compararse en algo su madre, la difunta Vilma Espín (siempre de mal talante) que actuó por medio siglo como primera dama, con Mary Tarrero que era un estuche de monerías?

Es tanta la pesadez allá que se le debía dar un premio al que logre dispararse un programa completo de la Mesa Redonda de la televisión cubana. Todos los miembros del panel son unos verdaderos vómitos. Solamente los que sufrieron "Los muñequitos rusos" pueden ver a  esos pedantes sin tener que padecer una pesadilla esa noche.

Y los cubanos pujones productos del régimen  que están del lado de acá no tienen la menor gracia tampoco, al contrario son recios pedantes y unos hígados fríos a las 12 de la noche. Y aquí se aparece a cada rato “Robertico” de visita con sus chistes obscenos que sólo hacen reír a unos cuantos "hombres nuevos".

¿Ustedes se acuerdan como disfrutábamos de la prensa libre de la Cuba republicana? Bohemia sacaba “El Pollo de la Semana”,  Zig Zag nos hacía desmorecer de la risa  ¡Eso era Cuba, Chaguito! Mientras hoy en día no se puede utilizar al Granma ni de papel  higiénico porque aburre y hace bostezar hasta a las nalgas de los lectores.

Había gente en nuestro país que no tenían  que decir ni una simple palabra y que al verlos por la televisión ya nos hacían sentir alegres. Con sólo mencionar cuatro personajes ya ustedes se sonríen llenos de felicidad: “Trespatines”, “Chicharito” “Mamacusa” y “Popa”. A ver quien se siente contento escuchando los nombres de Ramiro Valdés, Alicia Alonso y la cacatúa Rosita Fornés.

En la Cuba actual de lo único que se ríe y burla la gente es de la pamela del Cundango en Jefe en los aburridos actos públicos y del garabato de Punto Cero.