miércoles, enero 21, 2015

Frank Escobar: ALEJANDRO CASTRO ESPÍN Y LA INEXORABLE PERPETUIDAD DEL CASTRISMO

Fe de Erratas 
En el 11 parrafo,junto a la foto del general Leonov hay un salto de texto: Dice: “El secuestro se hizo el 26 de junio de 1957 y el avión secuestrado cayó en la Bahía de Nipe con alto costo de vidas inocentes de americanos y canadienses….” Debe decir: “El secuestro se hizo el 26 de junio de 1957 cuando dos autobuses con personal militar norteamericano fueron desviados a la Sierra Cristal y luego el 17 de octubre de 1958 un avion cinil que cubria la ruta La Habana-Cienfuegos-fue desviado hacia Mejico por ordenes de Raul Castro. El avión secuestrado cayó en la Bahía de Nipe con alto costo de vidas inocentes de americanos y canadienses.” Frank Escobar


(Coronel del Ministerio del Interior Alejandro Castro Espín )


ALEJANDRO CASTRO ESPÍN Y LA INEXORABLE PERPETUIDAD DEL CASTRISMO

Por Frank Escobar
Exclusivo para Nuevo Acción

Raúl Castro sueña que su hijo único siga la ruta de Vladimir Putin, es decir la hoja de ruta que le diseñó la KGB. Hace mucho tiempo que el Coronel del Ministerio del Interior Alejandro Castro Espín se está formando bajo el mando del Coronel general de la FSB Nicolai Patrushev, la sombra de Putin desde los viejos tiempos de la KGB de Leningrado, hoy San Petersburgo.

En junio de 1999, a pocos meses de tomar el mando de Rusia Vladimir Putin depositó una corona de flores en la tumba de Yuri Andropov, casi un desconocido por los trascendentales acontecimientos posteriores a su mandato que lo habían hundido en el pantano de la memoria del ”brezhnevismo”. Pero Andropov no era Brezhnev y Putin lo sabía muy bien porque días después le develó una placa de bronce conmemorativa en los muros de la tenebrosa Lubianka, sede moscovita de la KGB. Andropov fue el hombre que por más tiempo dirigió el Comité de Seguridad del Estado de la URSS, la KGB (15 años) desde 1967 hasta 1982, exactamente los mismos años en los que se formó  Vladimir Putin.
Putin pertenece a la tercera generación de la conspiración gestada por la KGB bajo el liderazgo del zar del espionaje ruso: Yuri Andropov (foto a la derecha). El mismo que siendo embajador en Budapest presionó al indeciso Krushov a mandar los tanques soviéticos en 1956 y que en 1968 como jefe de la KGB ordenó el aplastamiento de la “Primavera de Praga”. Andrópov creó también  la lúgubre “Quinta Dirección” de la KGB que comenzó a archivar y perseguir a los disidentes soviéticos, comenzando con Solzhenitsin y Sajarov y el plan de ”hospitales psiquiátricos para defender el poder soviético”, estos centros sofisticados de tortura que fueron instalados en algunas prisiones en Cuba – “Boniatico” en Santiago de Cuba- como lo certifican numerosos testimonios de presos políticos como Ángel Pardo Mazorra. Andropov sustituyó a Brezhnev y comenzó su plan de reformas que retomaría a su muerte –con la efímera interrupción del brezhnevista Nicolai Chernenko que murió rápidamente- su elegido Mijaíl Gorbachov, aquel joven cosaco de Stravropol Krai –como él- a quien hacía 20 años que estaba preparando y quien le debía toda su carrera política.
Cuando Leonid Brezhnev murió en Noviembre de 1982 Andropov demoró varios días en dar la noticia hasta estar seguro de tener el poder en sus manos. Él ya había  sustituido a su mentor Mijaíl Suslov  como jefe ideológico del Partido Comunista. Al tomar el poder se autopromocionó como un hombre sensible y avispado- la némesis del abúlico Brezhnev- un ruso moderado y occidental que  bebía whiskey, leía novelas de espionaje de Le Carre y escuchaba a Chet Baker.
Considero, a partir de mi propia experiencia -pues coincidentemente viví en la Unión Soviética desde 1982 hasta 1984-, que la verdadera teoría estratégica de Andropov consistía en permitir que bajo su mando, el de la KGB, una balbuciente y controlada forma de capitalismo salvaje germinara con su consabida “terapia de choque”, para que el pueblo sufriera -la principal víctima de los ajustes  económicos- y que ante la crisis insondable se volvieran sumisos e impotentes, como un rebaño asustado, y le suplicaran a gritos por la vuelta del socialismo; entonces ellos, en esa segunda vuelta de tuerca, vendrían a afianzarse definitivamente en el poder.
Andropov deseaba introducir reformas mercantilistas y técnicas modernizadoras de mercado, pero a pequeña escala, siempre férreamente controladas por la autoridad de la KGB. Él creía que la KGB tenía que mantener todo el poder en sus manos para poder conducir las reformas sin perder el control político.
Raúl Castro ha aprendido mucho de Andropov aunque a diferencia de aquel prefiere el vodka y le hubiera gustado nacer asiático.  Por supuesto que hay una gran diferencia de clase. Andropov descendía de la nobleza cosaca del Don y de alemanes de Vyborg. Para Raúl su modelo desde su juventud fue Stalin, “el gran georgiano” y el ambiente que lo rodea son los mariscales rusos. Pero al final solo los asiáticos han conseguido mantener satrapías multigeneracionales y el aspira a lo mismo. En privado suspira por Corea del Norte y su tercera generación de déspotas y piensa en su nieto Raulito pero olvida que pese a todo y con todas las traiciones los cubanos nunca seremos coreanos. Vladimir Putin también sueña con un imperio euroasiático y hasta posee ya su Apologética, redactada por el filósofo Alexander Duguin.
Raúl Castro solo saldrá del poder cuando esté seguro que su hijo Alejandro lo sustituirá y que nadie que pueda disputárselo esté fuera de la paz de los cementerios. Lleva sesenta años preparándose, trabajando como una araña, a la sombra de su escandaloso hermano, creando su ejército de hormigas: un imperio de burócratas férreamente organizado y bajo un mando escalonado.  La autarquía fidelista fue siempre la táctica de distracción  para el triunfo de la estrategia raulista. Fidel siempre fue el folklorismo revolucionario, Raúl el aplastante aparato burocrático  con sus mandos terroristas.
El teniente general Ion Mihai Pacepa, jefe de los Servicios de Inteligencia de la Rumania de Ceucescu y el más alto oficial de inteligencia que jamás haya desertado del Bloque comunista, quien además visitó varias veces Cuba ha escrito:  “ Fidel daba los discursos pero Raúl era el encargado de que funcionara la economia, la política exterior, el intercambio comercial, el sistema judicial, las cárceles, el turismo”…. “Fidel inventó la táctica del terror pero fue Raúl quien la puso en práctica, el carnicero.”
(Ion Mihai Pacepa)

Raúl “el terrible”, como le llamaban en privado con resonancia rusa, fue siempre desde su fundación el jefe supremo de la Dirección General de Inteligencia (DGI), la verdadera KGB cubana, fundada con la colaboración del experto de la KGB  Alexander Alexeiev, cuyo verdadero nombre era Shitov y luego sería el asesor de Salvador Allende, el presidente de Chile. Shitov fue nombrado embajador en Cuba por Krushov tras la crisis de los misiles para  mejorar las relaciones.

Nicolai Leonov era un joven oficial de la KGB que hablaba español a quien Raúl Castro había conocido en Méjico en 1953 y quien lo continuó asesorando en el “rojo” Segundo Frente Oriental “Frank País”, un verdadero laboratorio político de poder comunista. Leonov fue quien le brindó información de inteligencia en 1957 sobre los suministros de armamentos de Eisenhower a Batista y le sugirió el secuestro de ciudadanos norteamericanos de la base naval de Guantánamo. El secuestro se hizo el 26 de junio de 1957 y el avión secuestrado cayó en la Bahía de Nipe con alto costo de vidas inocentes de americanos y canadienses. El profesor Juan M Clark Sánchez, profundo investigador de este tópico me comento en una ocasión sobre la evidencia de suministros rusos al frente raulista con uso de un submarino soviético.  Hoy Nicolai Leonov, con 85 años, continúa activo en la Rusia de su discípulo Putin como asesor de su Partido- el de la KGB- “Rusia Unida” y miembro del Parlamento.

En 1959 Alexander Sakhorovski, jefe del Servicio Exterior de Inteligencia de la URSS (PGU) acompañó a Krushov en una visita a Rumania para buscar consejos con respecto a Cuba debido a que Rumania era el único país del bloque comunista con raíces latinas. Ni Krushov ni la KGB confiaban en Fidel y lo tachaban de aventurero pero en Raúl si y fue Raúl su verdadero hombre en La Habana.

En el fondo Krushov y Raúl tenían muchas cosas comunes: amantes del vodka y el marxismo, antiguos delincuentes juveniles que odiaban la escuela, la cultura y la religión, obsesionados con la inteligencia y la contrainteligencia, se consideraban expertos generales teniendo una pobre experiencia militar  y ambos presumían de dormir  con las botas puestas.

En el mismo año que Lyndon B Johnson firmaba la “Ley de Ajuste Cubano”, Djerman Gvishiani, alto oficial de la KGB y además yerno del Primer Ministro de la URSS Alexei Kosiguin, viajó a los EEUU para reunirse con el alto oficial de la CIA y luego asesor de Seguridad Nacional del presidente Mc George Bundy. Bundy había sido el jefe de la CIA en la operación “Bahía de Cochinos”. Ambos acordaron la inauguración del proyecto “Institute for Applied Systems Analysis” (IIASA) que aceleró la exportación de metodología de análisis de sistemas hacia la antigua URSS. Los acuerdos  Bundy-Gvishiani fueron un punto de viraje histórico en las relaciones de colaboración estratégica soviético-norteamericanas -tensas después de la Crisis de los Misiles de 1962-  y propiciaron la fundación del Instituto de Investigación de Sistemas de la URSS -bajo supervisión de la KGB y presidido por Gvishiani- el primer “think tank” soviético al estilo de RAND Corporation, que formó las mentes de los futuros gestores de la liberalización de la URSS como el economista Igor Gaidar.

En 1968 Egon Neuberger, de la RAND Corporation, predijo que “la economía de planificación centralizada, finalmente iría a su desaparición, debido a su falta de efectividad demostrable creciendo como un sistema para la gestión de una economía de modernización en un mundo que cambia rápidamente.”

En 1984, Anatoli Golitsyn, un importante desertor de la KGB publicó el libro “New Lies for Old”, en la que predijo el colapso del bloque comunista orquestado desde arriba,. Afirmó que este colapso “era parte de una estrategia de engaño a largo plazo diseñado para calmar a Occidente en una falsa sensación de seguridad, eliminar la totalidad de las políticas de contención, y con el tiempo, finalmente paralizar económicamente y aislar diplomáticamente a los Estados Unidos.”

Entre otras cosas, Golitsyn declara además : “Reagan se destaca porque creía que la Unión Soviética podía ser derrotada. Durante la mayor parte de la Guerra Fría  republicanos y demócratas por igual habían asumido que la Unión Soviética duraría para el futuro previsible. La política bipartidista de contención destinada a mantener a la Unión Soviética en jaque al tratar de evitar una guerra nuclea no trató nunca de forzar la disolución del imperio soviético. Ronald Reagan, por el contrario, creyó que la economía soviética estaba tan débil que el aumento de presión podía llevar a la Unión Soviética al borde del fracaso. Por ello, expresó su confianza en que periódicamente las fuerzas de la democracia “dejarán el marxismo-leninismo en el basurero de la historia”.

El objetivo del régimen soviético fue siempre derrocar a los Estados Unidos como primera potencia del mundo. La KGB fue el padre de terrorismo de Estado e inventó el terrorismo internacional en la década de 1960. Incluso la OLP fue ideada por la KGB. . El terrorismo global como lo conocemos, fue concebido en la Lubianka. Yuri Andropov le explicó una vez a Ion Pacepa, que el mundo musulmán era una placa de Petri en la que los rusos podían “alimentar una cepa virulenta de odio americano pasado de la bacteria del pensamiento marxista-leninista”.

Hay un montón de documentos que demuestren la participación de los rusos en el terrorismo internacional.  Ellos muestran cómo es suministrado, entrenado, creado y gobernado desde la organización a  casi todos los terroristas en la tierra.  Vladimir Bukovsky tiene estos documentos, a partir de los palestinos, las Brigadas Rojas en Italia, Baider-Meinhof en Alemania, Acción Directa en Francia, ETA en España, del IRA en Irlanda y así sucesivamente. Todos ellos eran clientes de la Unión Soviética, por no mencionar los estados como Irak, Libia y Siria, que fueron los Estados terroristas, por definición, que estaban bajo la influencia soviética y fueron suministrados por los soviéticos.  Muchos de estos documentos están disponibles en línea.  La gente no está consciente de que la KGB tras el final de la 2 ª Guerra Mundial se centró en gran medida en  hacerse cargo de la red de inteligencia de la defensa en los países árabes.

Vasili Mitrojin que desertó a Gran Bretaña en 1992 llevo documentos que mostraban las operaciones de la KGB en todo el mundo.  Se revela claramente que la KGB veía en los países del tercer mundo la clave para ganar la Guerra Fría.  Cabe señalar que Mitrojin ofreció sus archivos a los americanos y los rechazaron. Luego se dirigió a los británicos, que arreglaron su deserción y el transporte de los documentos procedentes de Rusia. Los documentos también muestran que la influencia de la KGB en la política exterior soviética ha sido muy subestimada en Occidente y que la mayor parte de los avances en el ejército soviético se lograron mediante la adquisición encubierta de la tecnología occidental.

El desertor de la FSB  Sergei Tretiakov, quien desertó en el 2000, en su libro “El camarada J”, nos advierte: “Quiero advertir a los estadounidenses. que son muy ingenuos acerca de Rusia y sus intenciones. Ustedes  creen que porque la Unión Soviética ya no existe, Rusia ahora es un amigo. ” No es así, y puedo demostrar cómo el SVR está tratando de destruir a los EE.UU., incluso hoy en día e incluso más que la KGB durante la Guerra Fría.

Ion Pacepa visitó Cuba en 1971 acompañando a Ceusescu para coordinar con Fidel y Raúl Castro operaciones conjuntas de narcotráfico contra EEUU. Según Pacepa quien realmente manejaba el país era Raúl Castro. En 1974 Raúl lo visitó en Rumania acompañado de su lugarteniente en operaciones de espionaje  “Barbarroja” Piñeiro para recabar inteligencia con el objetivo de equipar un grupo para coordinar guerrillas, campos de entrenamiento, operaciones encubiertas y acciones terroristas en países del Tercer Mundo. En ese mismo año ya Raúl Castro a solicitud de la URSS había enviado 800 tanquistas a Siria para combatir contra Israel en la Guerra del Yon Kipur. Ion Pacepa concluye su ensayo “Quien es Raúl Castro”  sentenciando: “Raúl Castro es un asesino y un terrorista internacional que ha hecho una inmensa fortuna a través del narcotráfico, la venta ilegal de armas y el tráfico de seres humanos.”

Olavo de Carvalho, en una entrevista con Alex Newman para la revista The New American declaró: “Esta entrega absurda de los ganadores también fue estimulada por los círculos mundialistas de gran alcance, cuyo interés en el establecimiento de controles burocráticos en todo el mundo  converge con los objetivos del comunismo.”,,: “Lo que tenemos es una simbiosis de todos los gigantes globalistas y de las fuerzas estatistas en todo el mundo. Los Meta-capitalistas son aliados naturales de los comunistas.”

1 Comments:

At 1:59 p. m., Anonymous Francisco Escobar said...

Fe de Erratas
En el 11 parrafo,junto a la foto del general Leonov hay un salto de texto:
Dice:
“El secuestro se hizo el 26 de junio de 1957 y el avión secuestrado cayó en la Bahía de Nipe con alto costo de vidas inocentes de americanos y canadienses….”
Debe decir:
“El secuestro se hizo el 26 de junio de 1957 cuando dos autobuses con personal militar norteamericano fueron desviados a la Sierra Cristal y luego el 17 de octubre de 1958 un avion cinil que cubria la ruta La Habana-Cienfuegos-fue desviado hacia Mejico por ordenes de Raul Castro. El avión secuestrado cayó en la Bahía de Nipe con alto costo de vidas inocentes de americanos y canadienses.”

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