viernes, julio 01, 2016

Juan González Febles desde Cuba: La falta de transparencia y la corrupción exportada desde La Habana


La falta de transparencia y la corrupción exportada desde La Habana

Por Juan González Febles
Junio 28, 2016

La oposición interna cubana sufre y se debate en la actualidad en la misma corrupción y falta de transparencia en que se debate el régimen militar totalitario que combate. Se trata de que esta falta de transparencia y esta corrupción llega impuesta por promotores y financistas que promueven a quienes ellos deciden, por razones solo por ellos conocidas.

Estos promovidos, en algunos casos logran adquirir bienes inmuebles del orden de los 30, 40, 50 y más, miles de pesos CUC. Aunque solo dispongan de un desempeño mediocre en cada actividad a que se consagran, gracias a sus promotores, logran viajar y desarrollar su labor disidente de aeropuertos en aeropuertos, en capitales y centros políticos internacionales.

Cada uno de los representantes de sindicatos inexistentes, las asociaciones de jóvenes, negros, homosexuales, etc., sin ningún peso real en la vida política, social, económica, etc., Cuba adentro, participa en cuanto encuentro internacional se convoca. Así, se ha transpolado la misma falta de transparencia y la misma corrupción existente en los predios del régimen militar cubano, a la oposición pacífica interna cubana.


Es probable que se haya negociado la paz en Colombia y el futuro de Venezuela a cambio de la permanencia en el poder del régimen militar y sus figuras primadas. Entonces, el tema cubano dejará de ser una prioridad y la izquierda habrá perdido todas las plazas conquistadas a cambio de la tajada ofertada por los imperialistas yanquis. La izquierda populista correrá la misma suerte que la oposición pacífica interna cubana: serán solo pérdidas colaterales. Nada más.

Los promotores y financistas que sacaron a flote el periodismo ciudadano, la oposición leal, la tur disidencia con sus exponentes iletrados aunque mediáticos, no deben ser execrados. Su actuar ha facilitado la consecución de objetivos políticos altamente apreciados por altas esferas de gobierno de los Estados Unidos.

A esto agreguemos el financiamiento exterior que reciben los mandamases cubanos bajo el rubro de deudas canceladas, créditos, ayudas para el desarrollo, inversiones extranjeras o pagos por servicios “internacionalistas”, todo ello a cuenta de su apropiación, administración y explotación inconsulta de un estado, una tierra y unos recursos que pertenecen a todos los cubanos, incluso los que viven fuera de su patria, pero que en la actualidad están y quedarán en las manos de la élite verdeolivo.

Ante la enorme conjura internacional, nada puede hacer, financiada o no, la debilitada disidencia pacífica cubana. Esta deberá enfrentar a un régimen militar totalitario afirmado en toda su omnipotencia, con las arcas llenas de dineros mal habidos, con una brutal maquinaria de fascismo capitalista de estado que la reprime o tolera en armonía con su conveniencia. Lo triste es que esto suceda con la complacencia de tales promotores.

Lo más triste es que la falta de transparencia ha sido exportada gracias a los promotores y financistas que han logrado exportar la falta de transparencia y la corrupción presentes en los predios del régimen militar totalitario cubano.