Juan González Febles desde Cuba: Los medios pertenecen al pueblo, ¿y a quién pertenece el pueblo?
DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, EN LA PLAZA DE LA CIUDAD DE CAMAGÜEY, EL 4 DE ENERO DE 1959
(VERSION TAQUIGRAFICA DE LAS OFICINAS DEL PRIMER MINISTRO)
(fragmento)
¨Es para nosotros y para ustedes, un motivo de orgullo —a pesar de los pequeños inconvenientes— tener delante un camión lleno de periodistas cubanos y extranjeros. Bien merecen los periodistas la oportunidad de trabajar; el periodista trabaja para el pueblo, el periodista informa al pueblo. El pueblo solo necesita que le informen los hechos, las conclusiones las saca él, porque para eso es lo suficientemente inteligente nuestro pueblo cubano. Por algo las dictaduras no quieren libertad de prensa, por algo nos tuvieron censurados y amordazados durante tantos meses (EXCLAMACIONES). Durante tantos meses seguidos, que sumados —como bien dicen ustedes— eran años.
Pero, además, cuando no había censura no podía decirse, sin embargo, que había libertad de prensa. Porque cuando un derecho se lo pueden arrebatar al pueblo de un día para otro tranquilamente, no es un derecho. Existe un derecho, cuando es realmente un derecho seguro; cuando se puede disfrutar sin el temor de que se lo arrebaten, porque nadie puede arrebatárselo (APLAUSOS).
(Fidel Castro en Camaguey en los primeros días de enero de 1959)
Libertad de prensa hay ahora, porque sabe todo el mundo que mientras quede un revolucionario en pie habrá libertad de prensa en Cuba (APLAUSOS). Quien dice libertad de prensa, dice libertad de reunión; quien dice libertad de reunión, dice libertad de elegir sus propios gobernantes libremente (APLAUSOS). Cuando se habla del derecho de elegir libremente, no se refiere solo al presidente o a los demás funcionarios, sino también a los dirigentes; el derecho de los trabajadores a elegir sus propios dirigentes (APLAUSOS). Cuando se habla de un derecho después de la Revolución triunfante, se habla de todos los derechos; derechos que son derechos porque no se pueden arrebatar, porque el pueblo los tiene asegurados de antemano.
Cuando un gobernante actúa honradamente, cuando un gobernante está inspirado en buenas intenciones, no tiene por qué temer a ninguna libertad (APLAUSOS). Si un gobierno no roba, si un gobierno no asesina, si un gobierno no traiciona a su pueblo, no tiene por qué temer a la libertad de prensa, por ejemplo (APLAUSOS), porque nadie podrá llamarlo ladrón, porque nadie podrá llamarlo asesino, porque nadie podrá llamarlo traidor. Cuando se roba, cuando se mata, cuando se asesina, entonces el gobernante tiene mucho interés en que no se le diga la verdad. Cuando un gobierno es bueno, no tiene por qué temer a la libertad de reunión, porque los pueblos no se reúnen para combatirlo, sino para apoyarlo. Quienes, como nosotros, tienen hoy el privilegio de ver a la masa del pueblo reunirse para brindarnos su respaldo, pueden comprender perfectamente, que solo cuando los gobernantes se han granjeado la enemistad de su pueblo, pueden concebir la estupidez, la injusticia, de negarles a los ciudadanos el derecho a reunirse (APLAUSOS).
Cuando un gobierno ha sido incapaz e inmoral, entonces es solamente cuando se le ocurre negarles a los ciudadanos el derecho de votar, porque, si es bueno, la ciudadanía le brinda su respaldo; si es malo, se lo niega.
Muchas lecciones ha aprendido nuestro pueblo en los últimos años. Todos hemos aprendido algo. Nuestro pueblo ha aprendido mucho. No hay mejor escuela que la experiencia, y no hay mejor lección que aquella que se experimenta en la propia carne. Siete años de tiranía han enseñado mucho a nuestro pueblo, siete años de tiranía nos han enseñado, sobre todo, que nuestras libertades no podemos nunca más perderlas de nuevo¨
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Tomado de http://primaveradigital.net
Los medios pertenecen al pueblo, ¿y a quién pertenece el pueblo?
Por Juan González Febles
Agosto 3, 2016
Lawton, La Habana, Juan González, (PD) Leí con estupefacción en el rotativo oficialista Granma, en su edición del jueves 28 de julio, un recuadro en primera plana, con el siguiente titular: “En nuestro concepto, los medios masivos de divulgación pertenecen al pueblo”. El recuadro en cuestión contiene un extracto de una conferencia de prensa ofrecida en el Hotel Pegasus, de Jamaica, el 21 de octubre de 1977, por el ex dictador Fidel Castro.
Allí, el líder histórico del desastre nacional que llaman revolución y el culpable en jefe de toda la miseria, inviabilidad, ausencia de derechos y desesperanza compartida que padece la nación cubana, expresó:
“Mi concepto de la prensa libre es que los medios masivos de divulgación, la prensa, la radio y la televisión deben ser propiedad del pueblo, y no propiedad de individuos particulares. Ese es nuestro concepto”.
Continúa más adelante y expresa: “Si un individuo es dueño de un periódico, publica lo que quiere, o no publica lo que no quiere; nombra a un director de cualquier tipo, y sigue la línea que le da la gana, pero muy bien puede ser la línea que no le interesa al pueblo”.
Por si fuera poco, agrega: “En nuestro concepto, los periódicos y los medios masivos de divulgación pertenecen al pueblo. Y debe existir, la más amplia libertad para que el pueblo utilice esos medios en favor de los intereses de la causa, en la crítica dura a todo lo que esté mal hecho. Creo que mientras más crítica exista dentro del socialismo, eso es lo mejor…”.
¿Qué les parece? Esto lo dijo quien a capricho nombra y destituye a quien le parece al frente del anti periódico Granma o de cualquier otra institución, ha osado cuestionar que haya algún dueño que no sea él mismo. A esto súmese, la aprobación de la violencia como método político y el empleo de fuerzas paramilitares como apoyo al régimen. Todo destinado a la consolidación de una dictadura militar totalitaria dirigida por el estado.
El castrismo necesita el control de la prensa para así contribuir a yugular definitivamente la libertad de expresión, información y todos los derechos vinculados a estas. La naturaleza totalitaria del Partido Comunista de Cuba fue uno de sus principales postulados. Los castristas sostienen que absolutamente todos los grandes logros en el pasado de la nación cubana se asocian con los ideales del castrismo, incluso antes de que esta aberrante ideología existiera. Todas las creaciones culturales como la literatura, la música, la pintura, la historia y las ciencias exactas quedan sujetas a la censura del PCC, quien dicta lo que todo cubano debía aceptar y creer y controla cada aspecto de la vida de la población, esto incluye jóvenes y niños.
La propaganda del castrismo busca la consolidación de sus ideales y los éxitos del régimen encabezado por el «líder» o Comandante en jefe Fidel Castro. Este es o ha sido presentado como el presunto genio detrás del “éxito” del partido único de Cuba. Un partido, tan salvador de la nación, como el líder supremo a quien no se puede ni se debe cuestionar.
En los inicios de la pesadilla, Castro tuvo la capacidad de mesmerizar al público a través de sus engañosos discursos. Esto le ayudó a instaurar un culto a la personalidad enajenante, afirmado por sus seguidores, que en la actualidad guarda muchas semejanzas con aquel que glorificó a Stalin en los peores momentos de su desempeño.
La deificación del líder histórico del desastre nacional cubano y culpable en jefe del fracaso y hundimiento de la nación cubana, de la pérdida de valores y todo lo demás, constituye la piedra angular para un cambio dinástico al gusto de la élite gobernante castrista.
Foto: Granma 28 de julio de 2016. Edición impresa
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González
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Tomado de http://primaveradigital.net
La libertad de expresión, un delito en Cuba
Por Nelson Rodríguez Chartrand
Agosto 3, 2016
San Agustín, La Lisa, Nelson Rodríguez Chartrand, (PD) Alguien dijo: “Sólo le temen a la libertad de expresión, los que transitan por el camino de la injusticia y la mentira”.
Me maravilla escuchar decir en su defensa a los dictadores cubanos cuando se les acusa de violadores de los derechos humanos, que lo que sucede es que, defienden otra concepción de los mismos. Eso es una incuestionable verdad, tal es así que la libertad de palabra y prensa, eso es, la libertad de expresión, la conciben como un delito.
A estos inmorales gobernantes no les pareció suficiente haber encadenado la libertad de expresión de sus esclavos – ciudadanos, condicionándola, según el archiconocido artículo 53 de la Constitución, a una doctrina y forma de pensamiento excluyente e insostenible impuesta por ellos, el socialismo, sino que además, han concebido el ejercicio de éste derecho humano como una conducta criminosa, tipificándola, de forma muy solapada, como un delito en el Código Penal cubano, verdugo implacable de nuestro pueblo.
La maliciosa astucia de los gobernantes cubanos comienza cuando después de haberse limitado expresamente este derecho en el precepto magno antes mencionado, se expresa que la ley ordinaria se encarga de regular el ejercicio de este derecho, y como era de esperar, fue el tenebroso Código Penal el escogido para ello.
¿Cómo garantiza el Código Penal cubano el ejercicio de la libertad de expresión de los cubanos? Simplemente, de una manera muy ridícula. El artículo 291 expresa que: “El que en cualquier forma, impida a otro el ejercicio del derecho de libertad de palabra o prensa garantizado por la Constitución y las leyes, es sancionado con privación de libertad de tres meses a un año…”
Si tenemos en cuenta que el derecho de libertad que se protege es el que garantiza la Constitución, entonces no se garantiza, pues como ya vimos, la propia Ley de Leyes cubana no lo garantiza.
Pero es que, como ya expresé, a los dictadores cubanos no les bastó con esto, sino que también concibieron como delito el ejercicio de estas libertades a través de las figuras delictivas previstas en los artículos 103 y 204 del mencionado Código Penal, a saber:
Artículo 103. 1 “Propaganda Enemiga: Incurre en sanción de privación de libertad de uno a ocho años el que:
a) Incite contra el orden social, la solidaridad internacional o el Estado socialista, mediante la propaganda oral o escrita o en cualquier otra forma,
b) Confeccione, distribuya o posea propaganda del carácter mencionado en el inciso anterior.
El que difunda noticias falsas o predicciones maliciosas tendentes a causar alarma o descontento en la población, o desorden público, incurre en sanción de privación de libertad de uno a cuatro años.
Si para la ejecución de los hechos previstos en los apartados anteriores, se utilizan medios de difusión masiva, la sanción es de privación de libertad de siete a quince años”.
El que permita la utilización de los medios de difusión masiva a que se refiere el apartado anterior, incurre en sanción de privación de libertad de uno a cuatro años.
Artículo 204. “Difamación de las Instituciones y Organizaciones y de los Héroes y Mártires: El que públicamente difame, denigre o menosprecie a las instituciones de la República, a las organizaciones políticas, de masas o sociales del país, o a los héroes y mártires de la Patria, incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año o multas de cien a trescientas cuotas”.
De esta manera, los cubanos honestos y amantes de la libertad que no temen poner al descubierto la inmoralidad y la injusticia imputable a los gobernantes cubanos, somos sin discusión alguna, prisioneros en potencia, porque la libertad de expresión en Cuba es un delito.
nelsonchartrand@gmail.com; Nelson Rodríguez Chartrand.
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