Juan F. Benemelis: Las guerras secretas de Fidel Castro (III parte). La muy temprana relación de los Castro con el comunismo soviético y la KGB
Tomado http://comunismogenocida.blogspot.com
Las guerras secretas de Fidel Castro (III parte)
Por Juan F. Benemelis
CON LA KGB
Los servicios secretos soviéticos, la KGB, detectaron de inmediato la potencialidad de Castro, basado en los criterios de su oficial residente en México, Nikolai Sergevich Leonov, quien se había entrevistado varias veces con el cubano en 1955 cuando éste le solicitó ayuda en armas y dinero para derrocar a Batista. Los tanteos íntimos de Castro con la URSS principian en julio de 1959, cuando el jefe de sus servicios de seguridad Ramiro Valdés, inicia una serie de entrevistas secretas en Méjico con diplomáticos soviéticos y miembros de la KGB.
Desde mayo de 1959 se hallaban en Cuba los agentes soviéticos Timofey Eremiev, Ivan Arpov y Vadim Listov, este último conocido por sus trabajos encubiertos en América Latina y, posteriormente, uno de los hombres claves en el establecimiento de la organización subversiva Organización Latinoamericana de Solidaridad, con sede en La Habana. A estas alturas, los soviéticos se hallaban favorablemente impresionados por la audacia de Castro ante las narices de Washington, y deciden promover su persona y revolución, y proyectarle como un actor internacional.
En el otoño de 1959 una delegación militar encabezada por Raúl Castro visitó Checoslovaquia con la intención de buscar ayuda militar, armamentos y colaboración de inteligencia. En octubre, mientras Raúl Castro se hallaba en Praga, una delegación cultural soviética, encabezada por Alexander Ivanovich Shitov (alias Alekseiev) experimentado miembro de la KGB, que había servido en Europa y en múltiple países latinoamericanos, en especial Argentina, era despachado a La Habana como corresponsal de la agencia noticiosa TASS, aunque en realidad su misión era discutir con Castro la apertura de relaciones diplomáticas Moscú-La Habana.
Alexeiev, más tarde, asentaría los principios estructurales de los cuerpos de inteligencia cubanos, y sería nominado embajador soviético en Cuba, a pedido expreso de Castro. Asimismo desarrolló una amistad personal con el Che Guevara y trabajó con éste en la selección y entrenamiento de agentes latinoamericanos para la inteligencia cubana y para la KGB.
La KGB envió a Cuba alrededor de un centenar de consejeros en seguridad e inteligencia para organizar los servicios secretos de Castro. Muchos de estos agentes soviéticos eran españoles exilados de la Guerra civil que laboraban para la KGB. Uno de ellos, el veterano militar Enrique Lister Farján, organizó de inmediato los Comités de Defensa de la Revolución, un sistema de vigilancia por cuadras.
(Alexander Ivanovich Shitov (alias Alekseiev))
Los especialistas de la KGB asesoraron el novel servicio de inteligencia de Castro, bajo el nombre de “Sección M”, transformado luego en Dirección General de Inteligencia, al mando del comandante Piñeiro. Ya para 1963, se inicia el entrenamiento sistemático y anual de oficiales de la inteligencia y seguridad cubana en territorio soviético. Alrededor de 1963, Harry Philby, el famoso miembro de los Servicios de Inteligencia británicos que trabajaba para la URSS, luego de su huída a Moscú visitó a Cuba donde ofreció seminarios para los servicios secretos cubanos.
En el exterior, las embajadas, misiones comerciales, y representantes de otras instituciones, comienzan a ser utilizadas como pilastras de los servicios secretos. Los blancos elegidos serían los estudiantes, las minorías negras norteamericanas, los movimientos que lidiaban por la independencia o contra gobiernos constituidos. Los núcleos exteriores de espionaje más valiosos fueron avecindados en Méjico, Francia y Checoslovaquia (esta última, tránsito y contacto de agentes de la DGI destacados en África, Medio Oriente y Europa).
Cuba recibió de la URSS su enorme y centenaria experiencia en el cifrado y descifrado de mensajes, así como en la técnica de intercepción de correspondencia privada. De esta forma comienza a edificarse un instrumento de análisis que, junto a la subversión y a la red de centros ilegales, resultan ya una maquinaria por encima de las posibilidades de un país pequeño como Cuba.
Desde los comienzos del sesenta, los soviéticos actúan como consejeros en los lugares de instrucción de guerrilleros africanos y latinoamericanos, organizados por un departamento llamado Liberación. Este promoverá los focos guerrilleros y la subversión urbana en el exterior, y trabajará, además, con las agrupaciones marxistas, grupos religiosos, maoístas, nacionalistas radicales y terroristas. Liberación creará las milicias y las célebres guardias pretorianas a figuras como Sekou Touré, Alphonse Massemba-Debat, Macías Nguema, Gastón Soumaliot, Salvador Allende.
La etapa que cubre, desde la victoria rebelde en enero de 1959, a la Crisis de los Cohetes y los comienzos de la disputa chino-soviética, es el período de la virulenta confrontación del castrismo con Estados Unidos, de la complejidad en que se enmarcarán las relaciones de La Habana con Moscú, y es el lapso donde se echarán los cimientos para aupar la subversión a escala considerable.
En los esfuerzos por penetrar la agencia norteamericana más secreta, la Agencia de Seguridad Nacional, con su residencia en Fort Meade, la KGB logró reclutar en 1959 a dos cripto-analistas de esa agencia: Bernon F. Mitchell y William H. Martin, los cuales se trasladarían a Cuba que sería utilizada como trampolín para los contactos de espionaje soviético en Estados Unidos.
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¨GUIADOS APOYADOS en el internacionalismo proletario, en la amistad fraternal y la cooperación de la Unión Soviética y otros países socialistas y en la solidaridad de los trabajadores y pueblos de América Latina y el mundo;¨
(Fidel Benitez Domenech. Nikolai Leonov y Raúl Castro en su viaje de regreso del " Congreso" en 1953 cuando Leonov, con fachada diplomática, iba hacia México)
En el libro ¨One Hell of a Gamble¨ de Aleksandr Fursenko y Timothy Naftaly, sobre la Crisis de Octubre o Crisis de los Cohetes, se sitúa los contactos del régimen de Fidel Castro desde febrero de 1959 mediante Emilio Aragonés en un país latinoamericano. Pero hay fuentes, como el ex archivero de la KGB Vasili Mitrojin, coautor de El Escudo y La Espada, que plantean los vínculos de los Castro con el poder soviético desde antes de 1959 y desde antes del encuentro de Raúl Castro con el diplomático y oficial KGB Nikolai Leonov en 1953 cuando Raúl Castro con la fachada de ir a un Congreso Mundial de Jóvenes en Viena, fue hasta Moscú a recibir instrucciones con conocimiento e indicaciones de Fidel Castro.
¨Kruschev soñaba con pasar a la historia como el lider sovietico que habia instalado el comunismo en el continente americano y estaba dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario para hacer su sueño realidad. Pero Kruschev no tenia confianza en Fidel, creia que no tenia nada que ver con el marxismo Los lideres del partido comunista cubano estaban convencidos de que Fidel era un peligroso aventurero y la burocracia del partido sovietico tambien estaba renuente a apoyarlo. Pero Kuruschov si tenia confianza en Raul. Segun Sakharovsky, que habia traido secretamente a Raul a Moscu a mediados de los años 50, fue un amor a primera vista. Nikita y Raul amaban el vodka. Ambos estaban fascinados por el marxismo. Ambos odiaban la e scuela, la religion y la disciplina. Ambos se consideraban expertos militares. Ambos estaban obsesionados con el espionaje y el contraespionaje. Y a los dos les gustaba dormir con las botas puestas. Sakharovsky consideraba que la 'calida relacion' entre los dos hombres habia convencido a Kuruschev de apoyar decididamente a la revolucion cubana.
Un año despues, el viceprimer ministro sovietico Anastas Mikoyan aterrizo en La Habana. Fue recibido por Fidel, Raul y el nuevo asesor de la KGB, Alexander Shitov. La tarea de este ultimo era ayudar a Raul a crear una KGB cubana y un ejercito estilo sovietico. En 1962, Kruschev dio el extraordinario paso de nombrar a Shitov como embajador en Cuba. Pronto, Moscu empezo a construir secretamente bases de cohetes en Cuba. Kruschev, Raul y Shitov - no Fidel - pusieron el mundo al borde la guerra nuclear.¨
Este bloguista de Baracutey Cubano señala que el espía Alexander Ivanovich Shitov había estado en América del Sur con fachada de periodista de la agencia soviética TASS con el nombre de Alexander Alexeiev; fue embajador de la URSS en Cuba, con ese nombre falso, en los primeros años del Castrismo en Cuba.
(General Aleksandr Sakharovsky, consejero entre 1949 y 1953 en el establecimiento de la policía política de Rumania a la que perteneció Pacepa. Entre 1955 y 1970 dirigió la división de Inteligencia exterior de la KGB)
¨Estudió en los colegios de los jesuitas, primero en Santiago de Cuba y luego en La Habana, en cuya universidad empezó una diplomatura en ciencias sociales que no terminó debido a sus actividades políticas. Su compromiso ideológico marxista es anterior al de su hermano Fidel. Afiliado a la Juventud Socialista, organización del Partido Socialista Popular (PSP, de orientación comunista), en febrero de 1953 participó, en Viena, en el Congreso Mundial de la Juventud y visitó varias capitales del bloque soviético.
¨En el verano de 1956 me encontré por casualidad con Raúl Castro en México. Fue muy emocionante… Fui el primer soviético que conoció al renombrado compañero “Che”. Le prestó ayuda médica a Raúl y otros compañeros enfermos. Cuando los aspirantes a revolucionarios fueron arrestados en México, en 1956, Guevara fue el único que admitió que era comunista y que estaba estudiando ruso. (Habló abiertamente de su relación con Nikolai Leonov, de la Embajada Soviética).
¿Cuánto hubo de suerte y cuánto de planificación en su trabajo y en su amistad con los cubanos, incluido Raúl Castro?
Yo mantenía en secreto mis encuentros con los revolucionarios cubanos. El Che Guevara me pidió que le buscara unos libros en español. Esos libros eran Chapaev, de Furmanov; Un hombre de verdad, de Boris Polevói, y Así se templó el acero, de Nikolai Ostrovski. Los hallé en nuestra Embajada. Mantuve amistad con el Che Guevara hasta su viaje a Bolivia, donde murió.Leonov tuvo que salir de México después de que los rebeldes fueron detenidos por la Policía mexicana y se descubrió una tarjeta de presentación de Leonov en un libro que leía Guevara.¨
¨La inteligencia checa, que desde 1948 era incapaz de tomar una sola decisión sin consultar con Moscú, pidió asesoramiento de los soviéticos y recibió respuesta a través de la decisión del Presidium de Comité Central que hoy puede ser consultada en el Archivo del Presidente de la Federación Rusa (Extracto del Protocolo 198, reunión del Presídium de diciembre 27, 1958, folio 3, lista 65, Fichero 871). En esa resolución (que ya está desclasificada y es pública), el PCUS aprobó “la intención de los amigos checos de ayudar al movimiento de liberación en Cuba”, y dio instrucciones precisas de no dejar ningún rastro escrito diciendo que la armas eran para Cuba, que verificaran exhaustivamente la seriedad de las intenciones de la compañía (léase contacto), y que no enviaran ningún arma que pudiera ser rastreada como perteneciente al bloque soviético.
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