Armando Valladares: Armando Valladares
EL PERIODISTA DE CNN JACOBO GOLDSTEIN Y SU BONDADOSA PREOCUPACIÓN POR LOS QUE PAGAMOS TAXES
Por Armando Valladares
Especial y en primicia para Nuevo Acción
21 de febrero de 2017
El 17 de febrero el corresponsal de CNN Jacobo Goldstein (foto de arriba, que encabeza este artículo), en el programa radial de Agustín Acosta y Carinés Moncada, con una indignación extraordinaria protestaba porque el presidente Trump había venido varias veces a su residencia de Florida, Lago Mar, y le dolía lo costoso que esos viajes resultaban para los que pagamos taxes. Sería loable esa preocupación, si fuera cierta, que no lo es.
El señor Goldstein, tiene esos genes de muchos de los periodistas del cartel de CNN. Padece de una sensibilidad selectiva, de una conciencia ciudadana, de una “cívica “preocupación pero que solo se le despierta llena de indignación para criticar a los republicanos. Y lo hace de mala fe, con taimada mala intención.
Arremetió también contra los hijos de Trump, por los gastos que ocasionan al ser protegidos por escoltas del Servicio Secreto. Quizás preferiría que los hijos del presidente anduvieran por ahí como otros ciudadanos cualquiera y esas turbas que queman establecimientos y coches y patean a los simpatizantes de Trump, hagan lo mismo con ellos.
Bien sabe el Sr Jacobo Goldstein que los hijos de los presidentes NO PIDEN escoltas, se las imponen por razones de Seguridad. Se ha hecho siempre así con los hijos de todos los mandatarios.
Para el Sr Jacobo Goldstein, para no ocasionar gastos al fisco, el presidente Trump no debía moverse de la Casa Blanca y los hijos de este, permanecer encerrados en sus hogares o mudarse secretamente a un monasterio en el Tibet.
Jacobo Goldstein conoce perfectamente cómo funcionan todos los mecanismos de la Casa Blanca porque lleva muchos años designado para cubrir allí como periodista.
Esta “preocupación ciudadana” por los “gastos excesivos” del Presidente Trump y sus hijos, no se le despertó cuando la familia real de los Obama gastó en vacaciones en sus ocho años noventa y siete millones de dólares. (Esta cifra es ofrecida por Judicial Watch basada en los registros federales) sin contar los gastos de las vacaciones de la Primera Dama y sus hijas “La mayoría de los gastos de viaje de la Primera Dama y las hijas no son publicitados y siguen siendo desconocidos” (Fuente: Judicial Watch).
A Jacobo Goldstein no lo indignó cuando Michael Obama se llevó de vacaciones a España a una de sus hijas y con ella las compañeras de clases y alquilaron un hotel completo para la inusual comitiva, suceso este que no tiene precedentes en la historia de EEUU. No recuerdo al Sr Jacobo Goldstein escribir o criticarlo en la radio como critica ahora a Trump y sus hijos.
Tampoco lo llenó de indignación el gasto del Air Force One que utilizó el Presidente Obama para sus campañas políticas y para la campaña de Hillary Clinton. Solamente a Florida viajó varias veces para apoyarla. Y también a sus candidatos demócratas (por cierto ninguno fue electo).
Al periodista-activista demócrata Jacobo Goldstein, le hirvió la sangre porque Trump venía a Florida (a su casa), pero nada dijo cuándo del 14 al 16 de Febrero, y luego del 28 al 29 de Marzo y del 20 al 21 de Junio del 2015 el Presidente Obama voló a Palm Spring a California a jugar golf. (No tengo todavía los records del 2016).
Quiero recordarle que el Air Force One cuesta ciento ochenta mil ciento dieciocho dólares por hora ($ 118.118.00) según informó La Fuerza Aérea a Judicial Watch. El Presidente de esta respetable organización Tom Fitlon denunció”los viajes presidenciales en el Air Force One, para recaudar fondos”.
Cuando un periodista utiliza el privilegio de llegar a millones de personas, para parcializarse, tomar Partido, para manipular la información, para decir medias verdades, para ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en otro con el que se simpatiza, para convertirse en un activista político, entonces el periodista pierde credibilidad, y se convierte en una amenaza para la sociedad.
Hay una ofensiva de difamación y mentiras de la gran prensa, dirigida por CNN, y hay que salirle al paso a todas esas falsedades. Cada vez que uno de estos periodistas-activistas haga el trabajo sucio de manipular, de decir verdades a medias, que es una forma de mentir, hay que salirles al paso, con nombre y apellidos, porque la mayoría de los ciudadanos no escriben ni tienen tiempo de buscar la información verdadera y hay que mostrarles quienes los manipulan y engañan. Y demostrarlo con las pruebas de que mienten, actúen taimadamente o cínicamente como la Associated Press (AP) hace unos días diciendo que los servicios de inteligencia de EEUU no confiaban en el presidente Trump.
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