Zoé Valdés:
Ese es el proceso literario en el que yo creo, el que resulta para mí el misterio mayor de la literatura: transformar la realidad en ficción a través de la imaginación y el lenguaje
Muchas gracias a Daniel Fernández
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Zoe Valdés y sus noches cubanas al revés
Por Daniel Fernández
Especial/el Nuevo Herald
Febrero 17, 2017
Zoé Valdés junto a Daniel Fernández. Attys Luna Vega Valdés CORTESÍA
La polifacética y polémica escritora cubana Zoe Valdés visitó Miami a finales de diciembre para el lanzamiento del libro sobre la obra del gran pintor Ramón Unzueta en la galería del mismo nombre y para el que escribió una hermosa introducción sobre ese artista también gran amigo de la autora.
A pesar de su apretada agenda, pasó unas horas por mi casa en compañía de su bella hija Attys Luna y compartió las miles de ideas que no cesan de salir de su cerebro creador. Conversamos sobre muchas cosas, nos reímos, y almorzamos después en La Cremita, una de las pocas fondas típicas que quedan en Miami. Allí también la conocían, y uno de sus admiradores que nunca la había visto en persona, le pidió permiso para hacerse un selfie con ella. A la hora de pagar nuestra cuenta, nos enteramos de que aquel “zoéfilo” nos había invitado en silencio, y ya no estaba para agradecérselo en vivo.
Fueron unas cuatro o cinco horas apretadas de datos, anécdotas, y muchas risas, porque a la escritora nada la hace perder su sentido del humor ni le empaña la sonrisa. Tocamos muchos temas, pero especialmente, su libro más reciente que me traía de regalo: La noche al revés (Stella Maris, 2016) que pensaba lanzar en Miami en esos días. Ya desde el título me sentí intrigado.
¿Por qué ‘La noche al revés’? ¿Tiene esa noche un eco de la noche de Martí, del famoso verso, ‘Dos patrias tengo yo, Cuba y la noche’?
Sí, es una manera de recordar y agradecer esos inolvidables versos de José Martí, que tanto nos han marcado. Pero también tiene que ver con la novela Al revés de Joris-Karl Huysmans, que yo había leído en francés luego de haber estado en la casa de Gustave Moreau que hoy es su museo. En esa novela se habla de la obra de Moreau. Buscando y leyendo sobre esa novela y sobre la obra de Moreau, encontré que Guillermo Cabrera Infante le había escrito el prólogo en una traducción al español. La compré para leer el prólogo o prefacio de Cabrera Infante, y entonces comprendí todavía más la esencia de esa obra. Tanto Cabrera Infante, como Huysmans y yo, somos tauros. Después de eso me dije que algún día retomaría el tema de la noche para un título. Entonces surgió la historia de una mujer que revisa el pasado durante un viaje que transcurre durante una noche, de Cuba a París, y que recuerda cada una de las noches de esos quince años en los que la obligaron a vivir separada de su hija. De ahí surgió el tratamiento de la noche habanera, y el título.
¿Cómo se arma la idea del libro, pues veo que cada relato tiene fechas distintas?
Fueron escritos en diferentes períodos de mi vida. Yo tenía pensado volver al relato largo o la novela corta o noveleta, al estilo del Marcel Schwob de Vidas imaginarias, o al de Robert Musil, Tres mujeres, pero me quedé con dos relatos, y con dos mujeres. Escribí La noche al revés primero que Un amor griego, y se publicó en francés, en la colección Arthaud de la editorial Flammarion, debido a una conversación con mi editora, que enseguida se enamoró del título y de lo que yo le contaba sobre esa mujer que le teme tanto al régimen totalitario en el que sobrevive que hasta parir lo considera un acto de desfallecimiento y sumisión política. Un amor griego surgió de una conversación, mucho después, entre amigos, en la isla de Creta, en Grecia. Estaba mi hija presente, y le contábamos cómo era el barrio donde yo vivía en La Habana Vieja, y del trasiego de marinos mercantes griegos en una cierta época.
La conversación siguió días más tarde a través de la Internet, después de yo haber leído este pequeño pero inolvidable libro.
Escritos en primera persona y hasta la protagonista del segundo se llama Zé, ¿cuánto hay de ti en estos personajes y cuánto hay de otras mujeres que has conocido?
Como en todos mis libros, los personajes que invento poseen sus fuentes y modelos originales. Me inspiro en otros y en mí misma, después hago la mezcla, y de ellos nace una historia que incluso extraída de la realidad es absolutamente imaginada. Ese es el proceso literario en el que yo creo, el que resulta para mí el misterio mayor de la literatura: transformar la realidad en ficción a través de la imaginación y el lenguaje. En Un amor griego, el diálogo con el militar devenido hombre de negocios, lo viví yo en muchas ocasiones en Cuba. Al trabajar para la revista Cine Cubano, tenía a un policía que revisaba la revista antes de que fuera publicada. No sabía nada de cine, no sabía nada de nada, pero su trabajo lo cumplía a cabalidad: revisar, interrogar, censurar. Poco a poco fue transformándose en un pichón de capitalista salvaje, cuando la situación del Período Especial nos impuso que debíamos pagar la revista aceptando publicidad. Hoy en día ese personaje vive en Europa, y con otro nombre actúa como “manager” musical. No ha dejado de ser policía, según me cuentan.
También la amistad entre Zé y Yocandra, que es el personaje de La nada cotidiana, ocurrió de verdad, pero de otra forma. En la adolescencia tuve una amiga que salió embarazada de un grumete griego de un barco mercante, pero ella no corrió la misma suerte de Zé, no tuvo su valentía innata, y tampoco la acompañaron esas tres mujeres, madre, tía y prostituta, que existieron de otra manera en otra historia real. Necesitaba que esas mujeres fueran como en la vida real, que no se propusieran ser heroínas de nada, que lo fueran muy a pesar de ellas, de manera anónima y cotidiana.
Los ejemplares La noche al revés se retrasaron desde España y el libro no pudo ser presentado en Miami en la fecha proyectada, sin embargo, la escritora aclara: “Aún no se ha lanzado oficialmente en ninguna parte, pero se está vendiendo muy bien, ha sido muy bien acogido por los lectores, cosa que agradezco profundamente”.
¿Cuándo te permitirán tus múltiples actividades volver a Miami? ¿Qué tienes ahora en proyecto?
Trabajo en una novela sobre la época de Fulgencio Batista y sobre Batista; además, en la posible preparación de una película de ficción sobre la vida y la obra de Remedios Varo. Y después me gustaría tratar en dos novelas diferentes el tema de la traición y del secuestro. La traición a todos los niveles y estratos de la sociedad bajo el totalitarismo castrista, en el que se ven la delación y el miedo que devora el alma, como en la película rumana Trahir. Y el secuestro, porque es un tema muy secreto, delicado, y real, y que todavía nadie ha tratado. En la Cuba de los Castro existieron secuestros con el colaboracionismo internacional y con la acción infame de policías de la cultura que se disfrazaron de poetas, y de poetas que hicieron de policías, y que secuestraron a mujeres jóvenes e indefensas para saciar la lujuria de sedientos militares cubanos y extranjeros.
Tremendos libros que esperamos ansiosos todos tus lectores, como espero pronto conversar de nuevo con ella bajo los árboles de mi jardín-manigua.
daniel.dfernandez,fernandez@gmail.com
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