Una historia bien oculta por Fidel Castro. Tania Díaz Castro desde Cuba: ¿Fue el Comandante en Jefe el principal autor de aquella maquinación con grandes dosis de terrorismo?
Una historia bien oculta por Fidel Castro
¿Fue el Comandante en Jefe el principal autor de aquella maquinación con grandes dosis de terrorismo?
Por Tania Díaz Castro
Marzo 2, 2017
LA HABANA, Cuba.- Aunque demasiado se sabe sobre la vida del Iluminado Comandante, comparado con Dios por alabarderos cubanos y algunos extranjeros trasnochados, todavía nos sorprenden ciertas cosas, ocultas por él durante años.
Una historia nunca aclarada ni siquiera por los historiadores cubanos oficialistas fue aquel célebre acontecimiento ocurrido en altas horas de la noche del 11 de marzo de 1949, cuando tres jóvenes marines del Rodman de Estados Unidos subieron a la estatua de José Martí, en el Parque Central de La Habana y fueron fotografiados por la prensa cubana para un show antinorteamericano que recorrió el mundo.
En enero de 2016, el periodista Jorge Domingo Cuadriello realizó una pormenorizada investigación sobre aquel hecho, utilizando todo lo publicado en la prensa por aquellos días. Y llegó a conclusiones que nos hicieron pensar: ¿Acaso fue Fidel Castro el principal promotor de aquella maniobra sucia contra Estados Unidos?
Nada extraño entre el cielo y la tierra, donde al final todo se sabe.
A esa conclusión no podía llegar el colega Cuadriello. Cuando se publicó en la Revista Laical su investigación, Fidel Castro estaba vivito y coleando. Conocemos las represalias personales que tomaba el Invicto contra sus enemigos, algo que, sinceramente, en mi caso particular, me dejó de preocupar desde hace muchos años, porque otra apisonadora no podría pasarla por segunda vez sobre mí.
En la investigación de Cuadriello puede comprobarse claramente que el incidente de los marines no ocurrió de forma espontánea. Bastaba un análisis objetivo y racional para que todo quedara claro, algo que la prensa castrista jamás ha tenido en cuenta. Dos reporteros aficionados, Fernando Chaviano y un tal Astudillo, quienes recibían ayuda personal monetaria de Enrique de la Osa y de Ramón Vasconcelos respectivamente, fueron los fotógrafos que le propusieron a los jóvenes marines que escalaran la estatua de Martí, para llevar a cabo aquel ardid.
(Ramón Vasconcelos)
Vasconcelos fue el primero en recibir las fotos. Su periódico Alerta, adquirido por él hacía pocos meses, quedaba en el Paseo de Martí, a pocos metros del Parque Central. Por último, de la Osa, el director de la sección En Cuba, de la Revista Bohemia, recibió las mismas fotos, en su residencia del reparto Nuevo Vedado, donde acostumbraba recibir a sus ¨colaboradores¨, muchas veces anónimos.
Hace poco una de las periodistas más agradecidas de la dictadura castrista, Marta Rojas, en un artículo dedicado a los diez años de la muerte de Baudilio Castellanos -Bilito-, gran amigo de Fidel, escribió lo siguiente:
¨Fidel, junto a Bilito y otros compañeros, como Alfredo Guevara y Lionel Soto, respondían a la indignación nacional atacando sin armas, a riesgo de perder la vida, la antigua embajada norteamericana. La policía no se hizo esperar y arremetió contra ellos violentamente¨.
La protesta mencionada ante la antigua sede de la Embajada de EEUU, situada en la Avenida Santa Catalina, entre Domínguez y San Pablo, en el reparto El Cerro, de La Habana, aparece en el libro de reciente publicación, Fidel en la tradición universitaria. Aquí se dice que Fidel Castro encabezó protesta, junto con Baudilio, Aramís Taboada, Alfredo Esquivel (quien, en el libro Amigos que ya no están, del periodista Luis Báez, reconoce que EEUU le negó la visa por haber lanzado piedras contra la antigua embajada), Humberto Roig, Ramón Fernández, Lionel Soto, Alfredo Guevara Urbino Bajuno y otros, exigiendo la entrega de los tres marines, para que fueran procesados por la justicia cubana.
¿Quiere decir que fue el Comandante en Jefe el principal autor de aquella maquinación con grandes dosis de terrorismo?
En sus primeros pasos como aprendiz de política, sobre todo en busca siempre de protagonismo, Fidel es autor de varios reportajes publicados en Alerta, donde hace graves acusaciones de robo, que nunca pudo probar, al presidente constitucional Carlos Prío Socarrás, y a quien al poco tiempo -¡vaya historia¡-, le pide dinero para la compra del yate Granma y también a Grau San Marín, ¡¨…por ocasionar una situación de desastre económico en el país¨!
La prensa de aquellos años lo acusa de promover enfrentamientos violentos y es acusado de numerosos asesinatos y hechos bien conocidos: Sugiere la idea de lanzar al viejo presidente Grau San Martín por la ventana presidencial para dar un golpe de estado, escapa a nado de una expedición fracasada contra Trujillo, roba la campana del ingenio ¨La Demajagua¨, propone secuestrar el féretro de Eduardo Chibas y sentarlo en la silla presidencial para un golpe de estado a Carlos Prío, etc., etc.
Todo esto, como podemos recordar, nunca fue rememorado por él en sus discursos, entrevistas a periodistas extranjeros o en sus Reflexiones. Ni siquiera jamás tocó el incidente de los marines y la protesta posterior, algo que para él pudo ser algo fundamental en su vida.
(Enrique de la Osa junto a Nicolás Guillén y el poeta chileno, Pablo Neruda. Fotos añadidas por el bloguista de Baracutey Cubano)
Fidel Castro quiso echarle tierra al asunto.
Ramón Vasconcelos y Enrique de la Osa, dos viejos lobos de mar, considerados maestros del periodismo amarillo que prevaleció por aquella época, el primero con sus artículos difamatorios y el segundo con su mala fe y su mentira de las 20 mil víctimas de la guerra contra Batista, participaron en gran medida en el complot contra los marines de Estados Unidos.
Ambos también le echaron tierra a la historia.
Enrique se dedicó a su dulce vida como ¨director¨ de la Revista Bohemia y Vasconcelos que había huido de Cuba como ministro de Batista, regresó con el permiso de Fidel, ¨agradecido este por los valiosos servicios de Vasconcelos¨, según aclaró Luis Báez en uno de sus artículos sobre el periodista.
Vasconcelos murió 1965, tal como pidió, en su linda casa de Santa María, en las playas del Este habanero y en silencio, como tenía que ser, fiel al Comandante en Jefe.
Según me han contado gente de la época, cercanos a Fidel Castro, éste fraguó el escándalo del marinero norteamericano borracho encima de la estatua de José Martí, al emborrachar a los marineros norteamericanos y en complicidad con un fotógrafo, tirar las escandalosas fotos y dar así un ¨palo periodístico ¨. Los historiadores quizás algún día investigarán la verdad.
Fructuoso Rodríguez les dijo que para dinamizar la lucha en la provincia era necesario que en las manifestaciones estudiantiles hicieran lo que ellos hacían en La Habana: cuando ellos convocaban a una manifestación frente a la Universidad de La Habana, situaban a un tirador en uno de los edificios de la Universidad cercanos a la manifestación y de tal manera que quedara frente a los policias que se situaban frente a la manifestación. En un momento determinado y cuando ambas partes estaban con los ánimos soliviantados por los gritos ofensivos de la parte adversaria, el tirador, o los tiradores ocultos, disparaba en contra de uno de los policías. Los policías al ver caer herido a uno de sus compañeros reprimian con mayor dureza a la manifestación, llegando hasta a disparar contra la misma. Eso hacía la lucha más ¨dinámica´y violenta; en los noticieros que cubrían la manifestación sólo se veía a los policías disparando hacia donde estaba la manifestación. Hago la observación de que por la Reforma Universitaria que le daba autonomía a las universidades, los cuerpos armados de la República tenían prohibida la entrada en las universidades cubanas; eso duró hasta que el Castrato tomara el Poder.
(publicado originalmente de http://www.nuevoaccio.com)
LA MANIPULACION DE NUESTRAS IDEAS
(Fragmento)
El Sr. Quevedo que lanzo la gran mentira de los 20 mil muertos a traves de Bohemia hizo con ello una leyenda que hoy aun perdura en la mente del pueblo cubano y cuando cualquier persona con hechos y con cifras trata de desmetir esa gran falacia, simplemente se encuentra con la respuesta de que: "Este es un batistiano". Pero senores no hay que ser batistiano para simplemente decir la verdad. O entonces en que quedamos? No se puede ser tan cerrado a las verdades historicas.
Tenemos otro ejemplo muy cacareado como lo fue la noticia con la que desperto la nacion cubana cuando se publico una foto de unos marineros norteamericanos encaramados en la estatua de nuestro Apostol Jose Marti en el Parque Central. Y senores he aqui la realidad de lo ocurrido:
El Sr. Quevedo que lanzo la gran mentira de los 20 mil muertos a traves de Bohemia hizo con ello una leyenda que hoy aun perdura en la mente del pueblo cubano y cuando cualquier persona con hechos y con cifras trata de desmetir esa gran falacia, simplemente se encuentra con la respuesta de que: "Este es un batistiano". Pero senores no hay que ser batistiano para simplemente decir la verdad. O entonces en que quedamos? No se puede ser tan cerrado a las verdades historicas.
Tenemos otro ejemplo muy cacareado como lo fue la noticia con la que desperto la nacion cubana cuando se publico una foto de unos marineros norteamericanos encaramados en la estatua de nuestro Apostol Jose Marti en el Parque Central. Y senores he aqui la realidad de lo ocurrido:
El siguiente relato es la mejor prueba de como venían trabajando desde hace años los comunistas para instigar odio en el pueblo cubano hacia los Estados Unidos de Norteamérica, usando todos las triquiñuelas en las que la historia y los hechos han demostrado que son expertos: "maestros del engaño", como los calificara el Ex Director del FBI Edgar Hoover.
Corría el año 1949 y el comunismo cubano estaba de capa caída, después que el actual presidente de la República, Carlos Prío Socarrás, siendo Ministro de Trabajo del Gobierno de Grau San Martín, los había desalojado de la CTC y privado de las sinecuras de que los había dotado Fulgencio Batista. El PSP (Partido Socialista Popular) nombre usado por los comunistas cubanos estaba en franca decadencia y desprestigiado, pero sus compañeros de viaje y militantes secretos enquistados en otros partidos hacían lo imposible para revitalizar la idea y seguir con la siembra de odio hacia el capitalismo y al estado capitalista por excelencia de la época: Los USA.
La ocasión propicia se les presentó: A principio de marzo de 1949, habian arribado al puerto de La Habana los barreminas Rodman, Hobson y Jeffers; el portaaviones Palau y el remolcador Papago, pertenecientes a la Marina de los Estados Unidos, y sus tripulantes marineros, del Navy (no infantes de Marina como se ha afirmado) comenzaron a frecuentar los bares cercanos al puerto.
(Fidel Castro observa los golpes recibidos por Baudilio Castellanos en una manifestación de protesta frente a la Embajada norteamericana por esa afrenta )
La idea parece habérsele ocurrido a Alfredo Guevara, que se la transmitió a Baudilio "Bilito" Castellanos, aunque puede haber sido ideada por alguien de la agiprop (agitación y progaganda. añadido por editor BC) del PSP, quien inmediatamente fue a ver a Fidel Castro, que formaba junto con los otros dos un trio inseparable en la Universidad de La Habana.
La idea consistía en conseguir a varios marineros norteamericanos, emborracharlos y llevarlos para que se subieran en la estatua de José Martí y desecraran el monumento al Apóstol para crear un ambiente contrario a USA. Fidel inmediatamente consiguió a un fotógrafo callejero de apellido Chaviano y lo tuvo a la espera desde el día 10, logrando su objetivo en la noche del 11 de marzo.
Esa noche varios trabajadores de los muelles pertenecientes a la comisión Obrera del PSP, pagados por Bilito Castellanos, intimaron con los marineros norteamericanos y los llevaron a un tour por distintos bares de la capital, emborrachándolos y conduciéndolos ya completamente ebrios al Paseo del Prado. Tres tripulantes del "Rodman", ya completamente ebrios: el sargento Herbert Dave White y los marineros George Jacob Wagner y Richard Choingsby, fueron retados a subirse sobre la estatua. Era tal el grado de embriaguez de los marineros, que solo uno, Choingsby logró encaramarse sobre los hombros de la estatua. Sus dos compañeros, al verlo en la cima, instigados por los militantes comunistas, lo ovacionaron como a un héroe.
Y en esos momentos Fidel y Alfredo Guevara ordenaron al fotógrafo Chaviano que tomara la foto, que indignó a Cuba entera la próxima mañana cuando apareció en el periódico Alerta, adonde la llevó el propio Fidel Castro.
Sabemos con toda seguridad, que ocurrió una discusión entre Alfredo Guevara y Fidel Castro, cuando el primero quería que la foto o las fotos, fueran dadas como primicia al periódico "HOY", órgano de los comunistas cubanos, pero Fidel, con muy buen tacto argumentó que mejor era que lo publicara un órgano ajeno a los comunistas para no levantar sospechas. Bilito le dió la razón a Fidel, y por esa razón las fotos se les dieron como una primicia a Alerta.
Esa es la verdadera historia de la afrenta de los marineros norteamericanos a la estatua de nuestro Apóstol, en la noche del 11 de marzo de 1949.
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