lunes, abril 10, 2017

CON ETA LO MISMO QUE EN COLOMBIA CON LAS FARC: Contra el blanqueo de ETA por parte de la izquierda y Podemos. Documental "Voces Calladas" de las víctimas del terrorismo



 El 'carnicero de Mondragón', el etarra más sangriento



"Voces Calladas" en Intereconomía



 Tomado de  http://gaceta.es

El 'carnicero de Mondragón': 'No me arrepiento de los 17 asesinatos'

La Gaceta
9. Abril 2017

Este sábado, el reportero Cake Minuesa, que ha asistido al paripé que los etarras han hecho en Bayona (Francia), ha preguntado a Josu Zabarte, conocido como 'El carnicero de Mondragón', si se arrepiente de sus 17 asesinatos: "No, de nada", ha sido la respuesta de este sanguinario etarra.

Los organizadores de la farsa del "desarme" han blanqueado a la banda terrorista de ultraizquierda en el dossier sobre el circo en Bayona que ha contado con la presencia de este sujeto etarra al que sus asesinatos que "no le impiden dormir por la noche" y por los que "no está arrepentido". Zabarte estaba en el escenario principal, entre la treintena de personas que se hacen llamar "artesanos de la paz".

El documento de los mediadores, que se titula "Todos somos artesanos de la paz", incluye expresiones de desprecio a las víctimas y a los españoles como que su "actitud es primitiva" y define el teatro de Bayona como "histórico" pese a que sólo han entregado 120 armas y tres toneladas de explosivo. También se limita a hablar de ETA como "organización", sin incluir la palabra terrorista, y se refiere a su "armamento militar" y al "conflicto armado".

Además, recoge una serie de declaraciones de personas que respaldan el acto, entre ellas Raymond Kendall, exsecretario general de Interpol y miembro destacado del llamado Grupo Internacional de Contacto (GIC), que dice: "Creo que la actitud de los españoles es primitiva". "Queremos ganar, os queremos derrotar, no nos interesa nada más". Este individuo cuestiona la estrategia de la lucha antiterrorista tanto de España como de Francia. "Con esas condiciones no se puede dar comienzo a ninguna conversación. Es difícil explicar la respuesta de las autoridades francesas. Si alguna vez se alejaran del comportamiento de España, ganarían credibilidad", dice.

Cabe recordar que tanto la banda terrorista que ha matado a 856 personas y que se niega a pedir perdón y a ayudar a esclarecer los 300 crímenes que siguen sin resolver como los organizadores del acto han censurado los golpes policiales, aludiendo a "los enemigos de la paz". ETA y sus blanqueadores asimismo se han quejado del relato "de vencedores y vencidos".
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LO MISMO QUE EN COLOMBIA CON LAS FARC

Contra el blanqueo de ETA por parte de la izquierda y Podemos

San Sebastián
6 de abril de 2017



El 23 de noviembre de 2010 las asociaciones de víctimas suscribieron un documento en el que pusieron las bases de un modelo de fin de ETA sin impunidad. Como dijeron entonces, está en juego la fijación o no de los principios de la Verdad, la Memoria, la Justicia y la Dignidad de las víctimas de ETA, tanto de los asesinados, como de los heridos y los familiares de todos ellos, también de los extorsionados, secuestrados y amenazados por la violencia de persecución. Y del conjunto de la sociedad en cuanto que toda ella se ha visto afectada por el fanatismo identitario de ETA.

Nuestra sociedad no debería olvidar que en un Estado de Derecho el derecho a la justicia real no es negociable, ni relativo. El fin de ETA debe ser manejado desde los principios que inspiran el Estado de Derecho. Hoy, el anuncio por parte de la banda terrorista ETA de una entrega de armas mediática y propagandística — con una inequívoca connotación de autoblanqueo— requiere de una respuesta clara y determinada. Por un modelo de fin de ETA sin impunidad. Con ley y justicia.

    No al proyecto político de ETA

Los fanáticos de la identidad nacionalista han buscado a lo largo de varias décadas destruir la pluralidad de la sociedad vasca y navarra para el cumplimiento de su delirio. Se han valido para ello de poderosos mecanismos de control comunitario, desde el amedrentamiento a la propaganda en sus múltiples formas.

Por ello, el futuro de la sociedad vasca y navarra no puede escribirse en la estela del miedo y la autocensura generados por ETA, aunque su acción terrorista haya dejado de amenazarnos. Si así ocurre, no habrá verdad en la memoria, ni dignidad, ni justicia para sus víctimas; porque las víctimas fueron asesinadas, heridas, secuestradas, extorsionadas, vejadas o amenazadas con el objetivo de conseguir la instauración del proyecto político de ETA y anular otras ideologías.

    Sí a la justicia, no a la impunidad

En un modelo de fin de ETA que llegue a tolerar diversos grados de impunidad, el pretendido apoyo a las víctimas del terrorismo se convertirá en un cruel sarcasmo, por mucho que lleguen a instalarse en los medios fórmulas retóricas eufemísticas tendentes a enmascararlo. Existe en una parte de la opinión pública española la tentación de pedir “generosidad” a las víctimas del terrorismo, obviando que ello implica la renuncia a legítimas reclamaciones, entre ellas la reivindicación de justicia, que es a su vez un componente de la reparación. Esta demanda es un chantaje moral, que es un tipo de microviolencia tremendamente dañino.

    Sí a la verdad, no a la falsificación de la historia

Lo primero que se debe exigir a la organización terrorista, y a su trama política, es la condena de la historia de terror de ETA, de toda su historia, para garantizar que no nos encontramos con una de sus habituales jugadas puramente tácticas. De no hacerse así, uno de sus objetivos clave para el futuro será seguir utilizando su depurada capacidad propagandística para establecer que esa historia del terror ha sido una historia legítima, un sacrificio heroico por la patria; lo que añade a la impostura y la tergiversación de la verdad el escarnio a tantas familias rotas como consecuencia del empeño de llevar a cabo su proyecto totalitario. Si los responsables del daño causado no asumen su responsabilidad y no repudian la historia del terror contribuirán a relativizar nuestra memoria y verdad, como si esta fuera una versión más a añadir a un muestrario de relatos equivalentes.

Es preciso evitar el establecimiento de un nuevo gran tabú comunitario: el de la repugnancia a escuchar la verdad del horror y sus ramificaciones en forma de violencia de persecución, extorsión o la experiencia traumática de los miles de niños que crecieron con un silencio obligado por la amenaza de muerte de sus padres.

    La política penitenciaria no debe convertirse en una política de gracia

Una política penitenciaria que llegue a basarse en la excarcelación anticipada de presos juzgados y sentenciados, enmascarándolo en una aplicación laxa de la progresión de grados u otras medidas similares, supondría una forma de impunidad. Firmar interesadamente, a cambio de una recompensa, una petición de perdón, reconocer el daño personal causado o asumir el pago de indemnizaciones pendientes que nunca se efectuará, es un fraude. Es precisa la colaboración con las autoridades en el esclarecimiento de cientos de crímenes sin resolver, tal y como indica la ley. El requisito de la colaboración es el único que beneficia a las víctimas y que prueba el arrepentimiento real de los criminales La reinserción es un objetivo deseable pero conlleva un arrepentimiento cabal respecto al pasado criminal, el único medio capaz de romper la identidad entre el asesinato (el acto) y el victimario (la persona).

    Por un final de ETA basado en la dignidad

Los ciudadanos y los gobiernos no han de perder la brújula moral ni política, ni sobre ETA, ni sobre el Estado de Derecho. Un final de ETA que se sostenga sobre la dignidad de sus víctimas es la deuda contraída por el Estado de Derecho y que el Gobierno debe defender. Cuando se ha aplicado el Estado de Derecho, sin trampas ni atajos, es cuando se ha conseguido el mayor debilitamiento de ETA, culpable de la mayor conculcación de derechos humanos habida en la historia reciente de España. Un final basado en la dignidad de los acosados y asesinados es aquel que se construye sobre la verdad, la memoria, la justicia y la reparación. La deslegitimación del lenguaje de ETA es, simultáneamente, una condición inexcusable para afrontar otra cuestión pendiente: El miedo y el desistimiento de una parte de la sociedad durante los años del terror.

Para FIRMAR AQUI https://www.change.org


Desvelamos el paripé de ETA