lunes, abril 17, 2017

De la narrativa de María Victoria Olavarrieta:

"CINE, VIDEOJUEGOS Y JUGUETES PARA LOS NIÑOS DE HOY".

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Productores de cine, diseñadores de videojuegos, fabricantes de juguetes, pónganse a trabajar y hagan algo edificante , exalten lo mejor del ser humano, apunten al cielo, a ver si logramos que los niños puedan tocar las estrellas
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Por  María Victoria Olavarrieta *
16 de abril de 2017

Hace unos días compré una película para un niño que cumplía 9 años, es una versión moderna de "La  lámpara de Aladino", como ya no confío, quise verla antes de regalársela. En esta nueva versión, el genio de la lámpara es una serpiente, que hasta a mí, que soy una adulta, me contrariaron sus contorciones y las expresiones amenazantes de su rostro. El regodeo de la película en la agresividad del reptil  y lo largo de estas escenas no son apropiadas para los niños. Y estamos hablando de un clásico, imagínense ustedes si  analizáramos algunos juegos de video o  películas más modernas plagadas de escenas violentas  que son vistas por nuestros niños una y otra vez.

Opté por ir a comprar el regalo a una tienda de juguetes y llevé al primo del cumpleañero para que me ayudara a elegir. Íbamos conversando, tenía que inclinarme  hasta él para poder escucharlo; el reguetón, música nada apropiada para una tienda de niños, hacía, junto a las voces de los clientes, que el nivel de ruido fuera bastante molesto.

_ Es aquí,  – me dijo Alan - deteniéndose frente a un enorme estante. Alzo la mirada y  juro que me asusté. Todos eran mounstricos,  unos con un solo ojo, otros con pezuñas, tarros, crestas.
_ Quiero comprarle un juguete que sea normal, algo como Diego o Dora la exploradora – dije casi gritando.
_ Ya él está grande para eso, mejor cómprale una escopeta.
Tenía que elegir entre un mostruo o un arma.
_ Llévame donde estén las pistolas de agua – le pedí, aturdida ya con aquella música tan alta.
_De agua? Dijo Alan en tono burlón. _Mira ésta es la que le va a gustar a Jordan.  El rifle parecía de verdad y costaba bastante caro. Tomé una pistola mediana en mis manos y para tantearlo le dije: _ Y ésta?
_ Le va a gustar más el grande. Yo lo conozco.
_ ¿Por qué estás tan  seguro? – le pregunté.
_ Porque es más grande y te da más poder.

Me fui mal de aquella tienda.  Tengo que hacer algo por los niños _ me decía.

Reunida con un grupo de 84  estudiantes  entre 9 y 14 años de edad , les pedí que me escribieran sobre las películas  y  videojuegos que ven regularmente.
Éstas son algunas de sus respuestas:

. Hunger games: Eligen  personas al azar y los llevan como a un bosque y tienen que matar a la gente hasta que sobreviva uno.

. C.C ( Charlie Charlie): No es violento, solamente es un demonio que da mala suerte y siempre está detrás de ti hasta que le de la gana. No te puedes ir del juego sin pedirle permiso al espíritu. Si te dice que no, no puedes salir. Esto es como la guija.

. Fran bow: Es un juego muy sangriento que trata de una niña que le mataron sus padres y se volvió loca. La metiron en un psiquiátrico y toma unas pastillas que hace que vea las cosas diferentes a la realidad. Tiene todo un mundo en su cabeza.

. Call Of Duty: Es de pistolas, matan a personas. Hay que eliminar a los zombies. Tú puedes crear tu arma, con el color que tú quieras, hay bombas de humo.

. Mortal Kombat: Hay que matar y los muñecos son feos. Son monstrous y muñecos que se matan.

Battlefield 1: Es la primera Guerra mundial y vas para Europa peleando como si fueras un personaje de verdad. Es muy educativo.

. Overwatch:  No me gusta  porque hay que disparar muchas veces la pistolita para poder matar a la gente. Esa pistola es muy aburrida, es para niños pequeños.

. GTA: Hacen misiones para matar personas, hay pistolas, sangre. Puedes robar aviones, carros, botes…dan golpes, dicen malas palabras. Puedes atropellar a la gente. Vas al aeropuerto te robas un avión, la policía te persigue, te atrapan, te matan y vuelves a empezar. Hay un bar de “strippers” y pasan cosas que no se pueden decir, tú puedes montar a una prostituta en tu carro, le pagas y ella te hace cosas.

Películas:

. El conjuro: Es de terror. Una familia muy pobre compra una casa que huele a muerto, aparecen espirítus y demonios, se burlan del Espíritu Santo. Una bruja que ama al demonio maldijo la casa. La mamá termina siendo poseída y quiere matar a una de sus hijas. El Vaticano autoriza   un exorcismo y saca al demonio que la posee.

. The boy: Un niño que mata al que se le acerca.

. Deadpool: La mejor película que existe. Un hombre que tiene cáncer, él fue mercenario, se enamoró de una prostituta. Forman una familia. Con unos experimentos se vuelve inmortal, pero su cuerpo queda horrible, así que busca al que le hizo el mal para  matarlo. Hay malas palabras, sangre.

. Chucky: Un señór murió y se encarnó en Chucky que asusta, tortura y mata a las personas.  Chucky Intentó envenenar a la familia que lo compró. En la última película electrocutó a una persona. La vi, fue horrible

. Anabelle: Una pareja tenía una niña que murió, su espíritu entró en la muñeca. Otra pareja compró la muñeca, la señora estaba embarazada. Empezaron a pasar cosas raras en la casa. Una vecina quiso matar a sus padres, pero la matan y reencarna en Anabelle, la muñeca. Esa mujer quiere matar al bebé de la pareja.

. The Walkingdead: El mundo se termina, un grupo tiene que sobrevivir  con el problema del hombre malo. Hay que matar zombies. Se mata con un bate de baseball y todo. Tienes que darle en la cabeza porque es la única manera que los zombies se mueren. Alguna vez tienes que matar a tus familiares, porque se volvieron zombies y tú no lo sabes. Los humanos se matan  porque todos quieren tener el poder.

_ ¿Les gustan estos juegos y películas con tanta sangre y con tanta muerte? – les pregunté aterrada.
_Son muy divertidos, maestra, finos, finos – dijo un niño de sexto grado que fue coreado por sus compañeritos.

Así se deforma el gusto de los niños.

El niño imita al héroe de la película, al personaje de moda, de ahí la importancia que le ofrezcamos  buenos modelos. No es casual  la cantidad de asesinatos perpetrados por niños y jóvenes al estilo  de los delincuentes que protagonizan los videojuegos de moda. ¿ Sabrán los padres el contenido de estos juegos?

Que no me digan que esta generación es un desastre, que no saludan y viven adictos a las pantallas. ¿Quiénes están educando a estos niños y jóvenes? ¿Quiénes les proveen los celulares y las tabletas? En una sociedad donde la demanda determina la oferta, si no compráramos toda la “basura” que están consumiendo nuestros hijos, no habría que estar hablando ya de comisiones de censura para las películas infantiles y las compañías de juguetes. El poder lo tiene el consumidor, pero no lo ejerce.

Los padres  son los responsables  de velar por lo que sus hijos  ven, lo que leen, lo que juegan. Los padren tienen el poder de frenar esta avalancha de películas, videos y juguetes que nunca debieron hacerse: NO LOS COMPREN. La familia necesita padres con  vocación, con autoridad moral.

Tenemos que elegir películas, libros, juegos, juguetes... que le presenten valores a nuestros hijos, no antihéroes con malas maneras, groseros, mal vestidos. Mostrémosles al menos, la contrapartida  al mal gusto, a la violencia, al horror,  a lo grotesco, así  tendrán la opción de elegir. Nadie puede elegir lo que no conoce.

La última muñeca de Mattel se llama Monsters High. Disney  también se ha sumado: “Hay que tener mucho talento para  crear escenas de peligro que no hayamos visto antes”, ha dicho Angelina Jolie, refiriéndose a su película “Maléfica”.

Y hay que tener mucho sentido común, conocimiento de la psiquis infantil y mucho valor para  romper con esta tendencia. Cuando el talento no está al servicio del bien, de los valores  y lo que importa es que la industria  venda, sacrificamos hasta lo que más queremos, nuestros hijos.

Productores de cine, diseñadores de videojuegos, fabricantes de juguetes, pónganse a trabajar y hagan algo edificante , exalten lo mejor del ser humano, apunten al cielo, a ver si logramos que los niños puedan tocar las estrellas.


 María Victoria Olavarrieta
Profesora de Español
Miami.