Historias repetidas o situaciones recurrentes. Juan González Febles desde Cuba sobre aquellos que usan su supuesta oposición al Castrismo como una fuente de ingresos y de viajes al exterior para su beneficio personal
Historias repetidas o situaciones recurrentes
Por Juan González Febles
La Habana
11 Abril, 2017
Lawton, La Habana, Juan González, (PD) Se impone hoy considerar que el camino hacia la transición democrática en Cuba debe transitar la vía de la dependencia financiera a un gobierno extranjero. Ha surgido un “anticastrismo” que es más empeño económico que ideal político, alimentado en gran medida por fondos de los contribuyentes manejado por financistas inescrupulosos.
La situación actual guarda semejanzas con otra similar denunciada en su momento por Juanita Castro Ruz, la hermana del dúo terrible que destruyó Cuba en las últimas cinco décadas.
En su carta a Richard Helms, Juanita Castro denuncia situaciones similares a las que se confrontan en la actualidad. Nos dice: “Pedimos recursos para luchar contra el comunismo y se nos merman o niegan inexplicablemente, como si ahora fuera malo hacer lo mismo que antes era bueno y que aprobaban ustedes”.
Existen grupos creados o inventados desde los exilios para sostener ficciones. Ha surgido un “anticastrismo” que es más empeño económico, premios y alharaca mediática que ideal político. Todo alimentado desde fuera de Cuba por financistas inescrupulosos. En gran medida se hace con los fondos de los contribuyentes en los Estados Unidos. Las nuevas creaciones facturadas desde afuera, tienen muy poco que mostrar a su favor, salvo las últimas fotos desde una capital de Europa o desde Miami o Washington.
Las preguntas que en su momento se hizo la Sra. Juanita Castro resurgen hoy con la misma pertinencia que en el momento original en que fueron concebidos. La Sra. Castro dice: “¿Por qué me tratan ahora distinto a antes? ¿De quién es amigo los Estados Unidos? ¿Somos solamente amigos cuando a ustedes les conviene?”.
Las expectativas sobre lo que sucederá con la nueva administración republicana encabezada por Donald Trump llegan antecedidas por la frustración legada por la administración demócrata de Barak Obama.
Si se contabilizan los dólares dedicados al incremento del nuevo periodismo en Cuba y se contrapone esta cifra con el valor de la información enviada desde la isla, en EEUU, esta palabra se paga a un alto precio. En especial, las palabras de algunos exponentes escogidos para el éxito.
La Sra. Castro concluyó su carta exhortando al respeto por los que en Cuba luchan. Dijo en aquella ocasión: “Lo único que deseo es que ustedes (USA) no limiten o coaccionen o maltraten a los que estamos en esa disposición”.
Tanto los opositores empeñados en afirmarse en el ejercicio de sus derechos de expresión, reunión, asociación, las Damas de Blanco y quienes reportan desde Cuba aquello que el régimen se opone a que sea reportado, no deben ser limitados, coaccionados o silenciados en los espacios mediáticos, diplomáticos y políticos internacionales.
Muy interesantes y actuales aquellos planteamientos de la Sra. Castro. Veamos que trae la vida en el futuro que se avecina.
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González
3 Comments:
Desde que Juanita Castro tuvo la increíble falta de pudor y de respeto de atreverse a criticar al exilio en Miami por celebrar lo que se pensaba (muy prematuramente) que sería el fin de su monstruoso hermano, se hundió para siempre conmigo. Ella puede tener los sentimientos que quiera en privado, pero hay que tener la debida vergüenza.
Saludos Realpolitik
La lucha de Juanita en contra de la dictadura totalitaria que impusieron sus hermanos no fue privada; fue muy pública y frontal. Además, lo importante es el mensaje y no tanto el mensajero- Mensaje que sirve para conocer que la situación que hoy tenemos es muy vieja.
Gracias por ser un lector asiduo de Baracutey Cubano
Pedro Pablo
Reitero mi rechazo a la insolente y harto insultante actitud tomada por Juanita Castro hacia el completamente justificado júbilo del exilio ante lo que se pensaba era el fin de su monstruoso y maldito hermano. Por supuesto que ella tenía derecho a esa actitud, siempre y cuando la mantuviera en privado, pero no lo hizo, y tal falta del más elemental pudor y decencia me resulta despreciable. Cada cual puede juzgar como mejor estime, pero en mi opinión, si el mensajero no es confiable o respetable, su mensaje hay que cuestionarlo seriamente por muy bonito que suene o haya sonado alguna vez.
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