Es un blog diario digital conformado con los artículos, opiniones, ensayos, etc. del Catedrático universitario Lic. Pedro Pablo Arencibia Cardoso sobre diferentes temáticas de la problemática cubana, actual e histórica, así como por noticias y artículos de otros autores que se consideran de gran interés para profundizar en la realidad cubana.
martes, mayo 16, 2017
Esteban Fernández: LAS COLETILLAS. Un ejemplo que muestra cómo el régimen de Fulgencio Batista respetaba la libertad de prensa salvo en breves y muy contados períodos convulsos del país
Les hablé hace poco de la frase asquerosa de “Le partieron la siquitrilla” que se puso de moda para conceptuar y alegrarse de las incautaciones, del robo indecente y de la eliminación de la propiedad privada en nuestro país.
Hoy les escribiré de otra no menos detestable palabreja: La Coletilla. Fue el preludio del final de la prensa libre en nuestra nación. Antes que todos los periódico, revistas y medios de difusión fueran confiscados surgieron las infames “coletillas”. Seguidos por las turbas pidiendo “Paredón” al frente de la empresa.
Dentro de cada medio de prensa habían -o colocaban- empleados sumisos y simpatizantes de la recientemente instalada dictadura que se brindaban ante cada escrito que consideraran anticastrista -y por lo tanto ofensivo a la revolución- ponerle un apéndice al final echándoles con el rayo a todos los que osaran tocar con un pétalo de una rosa al tirano en ciernes o a su maldito desgobierno.
Si mal no recuerdo las coletillas decían más o menos”: “Los empleados de esta empresa, fieles a los conceptos revolucionarios y a su Máximo Líder, estamos en desacuerdo total con lo antes expuesto por el susodicho periodista que responde a los intereses de Fulgencio Batista y del Imperialismo Yanqui”.
Increíble, detestable, se fue de palo. Aquello jamás había sido visto en nuestro país. A través de mis cortos años yo había observado polémicas, discusiones y periodistas dando opiniones opuestas sobre todos los temas que nos incumbían, pero nunca que “dentro de un escrito” o “al final del ensayo” desmintieran todas las opiniones personales del autor. Eso era insólito. Era el principio del acabose.
Solamente durante la etapa de Batista habíamos visto la censura de prensa decretada por varias semanas tras un grave suceso que aconteciera en la nación -con la cual yo nunca estuve de acuerdo- pero toda la prensa se solidarizaba para condenar la mordaza impuesta. Y siempre Fulgencio Batista daba marcha atrás y restablecía la libertad de expresión.
Pero esta era una forma distinta, Sui generis, y de igual manera en que todavía hoy disfrazan a los esbirros dando golpes como si fueran “gente del pueblo” en esta ocasión inicial tapaban el hecho cierto de que Fidel Castro eliminaba toda voz que se le opusiera y apareciera como que eran los “empleados de cada empresa los que estaban molestos y actuaban independientemente del “gobierno” en contra de unos farsantes”.
Desde luego, y casi está demás decir, que las coletillas desparecieron inmediatamente cuando se quitaron las caretas y después que todos los medios de comunicación cayeron dentro del jamo castrista y él que discrepara de una sola palabra del tirano y de su corte de testaferros y mercachifles tenía que correr a buscar asilo en una embajada o iba a parar a un infame calabozo.
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
Mediante la lectura no sólo el lector se dará cuenta de la libertad de
prensa que salvo en cortos y pocos perídos hubo en el régimen de
Fulgencio Batista; también pueden darse cuenta del ambiente relajado y
poco peligroso en que vivía Fidel Castro durante el período
insurreccional mientras que en las ciudades y pueblos los combatientes
antibatistianos se enfrentaban a la Policía Nacional, el cuerpo más
represivo del régimen; también el lector puede darse cuenta de sus
manipulaciones y mentiras y la utilización de menores como informantes.
Hay una versión que plantea que los equipos de la estación de Radio
Rebelde fueron llevados por personas vinculadas a la Unión Soviética.
Para tener elementos para hacer un balance del LLano y la Montaña y
conocer que Fidel Castro no fue durante la lucha el jefe supremo del
Movimiento 26 de Julio es importante ver el siguiente video en el cual
participan actores y testigos de la época :
Published on Apr 8, 2016
Doble asesinato: Frank País y la Revolución
Finalmente en la Cuba desgobernada por la dinastía militar de los Castro:
El sistema legal represivo de Cuba ha creado un clima de temor entre los
periodistas, disidentes y activistas, poniéndolos en riesgo de
detención arbitraria y hostigamiento por parte de las autoridades, en
este video se muestra a las jóvenes generaciones cómo a través de la
música y la Internet están tratando de encontrar una nueva manera de
compartir información.
"Las leyes son tan vagas que casi cualquier acto de disidencia se puede
considerar penal de alguna manera, lo que hace muy difícil para los
activistas pronunciarse contra el gobierno. Hay una necesidad
urgentemente una reforma para que todos los derechos humanos sean una
realidad para todos los cubanos", dijo Kerrie Howard, Director suplete
para las Américas de Amnistía Internacional.
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Fragmento de un reportaje de la revista BOHEMIA publicada en Cuba en
plena lucha insurreccional : el 9 de marzo de 1958. No. 10. Año 50.
páginas 52 y siguientes.
(Una
foto histórica. El día 9 de enero fue tomada esta fotografía unas horas
antes de que saliesen del campamento rebelde, Armando Hart y Javier
Pazos. De izquierda a derecha: el autor del reportaje, Fidel Castro,
Armando Hart, Celia Sánchez, Raúl Castro y Javier Pazos. Dos días
después eran detenidos Hart y Pazos.)
Una jornada cualquiera de Fidel Castro
Cuando los primeros gallos rasgan el silencio de la madrugada, Almeida ya está dando vueltas por la estancia del bohío
Al igual que en el siglo pasado, y en el Oeste americano, los jefes
rebeldes son reclamados a base de recompensa. La cabeza de Fidel Castro
vale $100. 000 pesos según el gobierno de Fulgencio Batista. 50 mil
guajiros de la zona que conquistó Fidel Castro conocen esta oferta pero
no parecen interesarse por ella.
Docena de hamacas paralelas, y a diferentes alturas, mecen el sueño de
los rebeldes. Comparadas con las noches de Santiago, estas son
tranquilas, como en tiempos de paz. La radio comienza enseguida a
deshilvanar noticias del día.
(Fidel Castro, Raúl Castro y el periodista español )
Titin Pérez, hijo de Crescencio, ya está encendiendo el fuego de la
cocina para preparar el café y el desayuno. Poco a poco todo el mundo va
saliendo del sueño. Las hamacas se van recogiendo una tras otra y
guardando en las mochilas junto con las frazadas.
Fidel Castro es de los primeros en levantarse. Enciende el primer tabaco
del día y pasea con las manos detrás de la espalda escuchando las
noticias. Cuando el desayuno está listo, lo toma sin decir una palabra
para escuchar el radio. Vuelve a pasear otra vez mientras de vez en
cuando echa una mirada a su rifle de mira telescópica apoyado en la
esquina. Ya sabe todo el mundo que de un momento a otro saldrá
caminando, sin avisar y con paso largo, después de agradecer a los
guajiros la hospitalidad de una noche. Fidel Castro toma el sendero.
Detrás de él salen Almeida y Celia Sánchez mientras el resto de la
columna se pone precipitadamente en movimiento.
De vez en cuando, Fidel Castro se detiene, tira una chupada de su tabaco
y, después de mirar el paisaje que lo rodea, prosigue su ruta con unas
piernas envidiables. El sol se hace duro y el frío de la mañana temprana
desaparece conforme avanza la jornada. Finalmente alcanzamos un bohío
donde Raúl Castro y la vanguardia aguardan instrucciones. Nos quedamos y
el hermano del jefe rebelde reanuda su marcha hasta las lomas vecinas
donde mañana lo alcanzaremos.
El sudor baña nuestros cuerpos porque el frío matutino se desvaneció
para dar paso a un fuerte sol. Titin Pérez comienza a cocinar para toda
la Comandancia.
-Yo nunca descanso. Salgo del desayuno para meterme en el almuerzo y no
concluyen cuando ya he de preparar la comida. Casi lamento los tiempos
en que no teníamos que comer, dice con un gesto de resignación.
Menos de una hora después de habernos instalado, los guajiros empiezan a
aparecer. Cómo se han enterado es algo que raya en el misterio pero el
hecho es que no es posible esquivar el desfile de hombres y mujeres que
traen al abuelo y al hijo para que saluden a Fidel Castro.
-Lo malo de todo esto es que la aviación nos puede localizar viendo
tanta gente dirigirse hacia un mismo lugar -dice Fidel Castro
volviéndose hacia mí. -Y no es que quiera deshacerme de estas
recepciones, pues sé que son necesarias, sino evitar que un bombardeo
cause daño a la población.
Entonces comienzan las audiencias. Las hay de todo tipo, desde la mujer
que viene a pedir una vaca porque tiene ocho hijos pequeños, hasta el
marido solicitando que una patrulla rebelde dé alcance a su mujer que se
fugó con el vecino.
-Comandante -gime un campesino que ha aprovechado la visita para que el
doctor Martínez Páez lo opere de un quiste-, mi vecina me quitó la cerca
de alambre que puse nueva.
-Comandante, necesito venderle cinco quintales de frijoles porque no tengo dinero.
-Almeida, aunque no necesitamos frijoles, compra los cinco quintales y dale unos pesos más para los niños -dice Castro dirigiéndose al Capitán que apunta órdenes y extiende autorizaciones.
(El periodista, Enrique Meneses Jr., del Paris-Match, conversando con
Fidel Castro y con su hermano Raúl. Este último manda la vanguardia del
jefe rebelde.)
Fidel Castro ha establecido escuelas públicas para los guajiros en las
que enseñan los rebeldes convalecientes; ahora necesita cuatro jueces
para resolver los problemas naturales que se plantean en esta república
de dos mil kilómetros cuadrados que cuenta con 40 mil almas además del
ejército fidelista.
Los mensajeros se suceden en la Comandancia trayendo y llevando órdenes
entre columnas y patrullas. Son guajiros que caminan solos y aprisa sin
más arma que un revólver en el cinto y un brazalete del “26 de Julio”.
-Mañana hay correo -me dice Celia Sánchez-, si quiere enviar alguna crónica para Le Fígaro, aproveche.
Una verdadera nación, en la que todo el mundo está satisfecho por la
misión que ha de cumplir, gira alrededor de nosotros. Soldados o
guajiros, todos desempeñan su cometido con entusiasmo y hasta en muchos
casos con valentía. Todo es voluntario. Raros son los imperativos que
salen de los labios del jefe rebelde o de sus oficiales.
Muchos campesinos que vienen a plantear sus problemas a Fidel Castro,
aprovechan la oportunidad para que Martínez Páez los examine.
-Aquí hay gente que nunca vio un médico y ahora vienen sólo por
chequearse –me dice el doctor.– En la mayoría de los casos una aspirina
disuelta en agua los cura de sus dolores– siempre que no sepan que es
aspirina.
Los niños atraen a Fidel Castro. Al más sucio de ellos le dedica una
caricia cuando no aprovecha la oportunidad para jugar con él, a las
canicas, si no tiene demasiado que hacer.
“Padrino Fidel y Madrina Celia” son expresiones que se oyen con
frecuencia en boca de los pequeñitos cuando llegamos a un bohío en el
que el jefe rebelde anduvo hace un año, con un puñado de hombres
hambrientos. Castro recuerda el nombre de todos los niños y su
prodigiosa memoria le hace recordar hasta los mínimos detalles.
-¿Has visto muchos guardias, Miguelito?
-No, padrino -responde un pequeño negrito de tres años. Fidel Castro me dice mientras entramos en la casa:
-Me han escrito que el día de reyes mi hijo Fidelito gritó en la calle, “¡Viva Fidel Castro! ¡Viva Papá!”
Y se entusiasma hablando de su pequeño. Lo quiere convertir en un gran
abogado, un gran ingeniero, un buen tirador, un alpinista notorio y un
conversador de primer orden.
Pero no se puede estar hablando de lo que se anhela. Lo inmediato, la realidad directa y presente, reclaman al jefe rebelde.
-Quisiera tumbar monte, Comandante -dice un hombre dando vueltas al sombrero entre sus manos.
-Pero vamos a ver, Eduardo, ¿te das cuenta de que gracias a este monte
no nos ha vencido el enemigo? ¿No comprendes que en esta manigua ha
estado y está nuestra salvación?
-Ya no vienen soldados desde hace meses, argumenta el guajiro.
-¿Y sabes por qué no vienen ellos ni es eficaz la aviación? Por el
impenetrable monte que quieres tumbar. Cultivad primero las peludas y
cuando acabe todo esto cortareis el monte para sembrar.
El voluntario que vino mas lejos: Armando Torre Mesones. Era estudiante
de Artes Cinematográficas en París cuando Fidel Castro desembarcó en
Cuba. Tan pronto supo la noticia se apresuró a juntarse con las fuerzas
rebeldes. "Esto no es París, nos dice con nostalgia, pero aquí estamos
construyendo algo mucho más grande".
.El guajiro se ha acostumbrado tanto a la libertad y seguridad de la
Sierra Maestra que ya cree que la guerra civil terminó. Su “Cuba”,
dentro de su candidez montuna, son las lomas que rodean su casa. La
Habana, e incluso Santiago, no son más que nombres de ciudades donde
tiene una hermana casada o donde estuvo una vez hace veinte años. Pero
Fidel Castro no tiene una visión tan limitada de la geografía cubana y
ha de explicar una y otra vez que, habiendo abundancia de comida, es
injustificado tumbar monte. Para él, la guerra continúa.
El cerco establecido por el ejército en torno a la Sierra provocó
temores al principio, cuando se cortaron los suministros de comestibles
que traían las pocas bodegas serranas, pero rápidamente se resolvió la
situación con la captura de 700 vacas a unos oficiales del ejército que
se las habían quitado a los campesinos.
Algunas fincas de altos funcionarios y de algunos senadores de Batista
están “suministrando” a la población campesina una alimentación
completa.
-Cada uno tenéis ya la vaca que dará la leche necesaria para los niños.
Les prohíbo matar esos animales o venderlos. Cada familia una vaca,
-concluye en el transcurso de una distribución gratuita de las reses de
Suárez, Matos y Panchín Urquiaga. Luego, mientras nos alejamos, me dice
riendo:
-Me han querido tachar de comunista, pero en realidad lo que estoy haciendo es crear nuevos capitalistas.
¿Qué va a pasar ahora?
Muchos
se preguntarán, después de leer este reportaje: ¿qué es lo que va a
pasar ahora? ¿Qué proyectos tiene el ya legendario jefe rebelde? ¿Dónde
dará su próximo golpe? ¿Si la revolución está ganada o si aún durará
mucho? Todas estas preguntas constituyen la angustiosa problemática
cubana.
Un corresponsal de prensa, por más elementos de juicio
que tenga para valorar una situación, no puede prever el futuro aunque
le sea posible, una vez llevada a cabo su tarea de exposición, apuntar
las tendencias que se dibujan a partir de los hechos considerados.
En
el problema actual de Cuba existe una resistencia anti-gubernamental o,
para ser más exacto, anti-batistiana que adopta dos formas: la
clandestina y la militar. Un pueblo que suministra dinero, medicinas,
ropa, que esconde a los perseguidos, que pasa mensajes a costa de su
vida, que Ileva a cabo sabotajes favorables a la causa; por un lado. Un
ejército disciplinado, bien adiestrado, con armas modernas y suficientes
para sostener indefinidamente la guerra de sierra que ha entrado en su
decimoquinto mes; por otro. Estas dos fuerzas se completan y ninguna
sería nada de no ser por la otra. La meta de los rebeldes no es formar
una República en la Sierra Maestra sino salir de allí en cuanto lo
permitan las circunstancias. Tampoco les interesa que el pueblo siga
mucho tiempo más sufriendo los rigores de la represión gubernamental,
porque la resistencia física tiene sus límites y la lucha en el llano es
mucho más agotadora que la de la Sierra Maestra.
¿La fórmula
electoral? De mis conversaciones con Fidel Castro y con sus
colaboradores de arriba y de abajo he sacado la certidumbre de que no
hay uno que acepte tal fórmula. Es más, consideran que quien crea en
ella ayuda a Batista haciéndole el juego. Comentando con las gentes que
me han cobijado en Oriente, y que pertenecen a clases sociales muy
diversas, me he dado cuenta de que si un político oposicionista quiere
perder su prestigio le basta con hablar de elecciones.
Luchando
en los dos terrenos, la loma y el asfalto, están totalmente de acuerdo
en su lucha contra Batista. Utilizan métodos distintos pero se guían por
faros comunes.
-En todo esto ¿qué representa el ejército? -se
preguntará el lector francés que no ignora la importancia que tienen los
militares en los países latinoamericanos. El ejército no puede hacer
más de lo que ha hecho para eliminar a los rebeldes. Se han cambiado
jefes sin lograr por ello mejorar la situación o atajarla siquiera. El
tiempo ha jugado en favor de Fidel Castro y cada día que pasa se hace
más fuerte. Ayer no tenía morteros, ni “bazookas,” pero cada día que
transcurre tiene más armas. Hoy está en disposición de llevar la lucha
al llano con un máximo de probabilidades de éxito.
En La Habana,
el lugar que menos siente la guerra civil en toda Cuba, muchos que hace
unas semanas creían que Fidel Castro era un producto de la prensa
sensacionalista americana, hoy van admitiendo que los periodistas nos
hemos limitado a contar lo que hemos visto en el campo rebelde.
Una operación bélica en el llano
Desde
hace muchos meses ya no hay lucha en la Sierra Maestra. El ejército se
niega a meterse por las lomas, donde la muerte espera detrás de cada
peñasco. Ahora, el frente está en las afueras de Manzanillo, Bayamo,
Yara y otras poblaciones del llano. En Manzanillo la población está
esperando de un momento a otro que los rebeldes ocupen la ciudad, pero
no comprenden que el éxito de los hombres de Fidel Castro es justamente
no quedarse en un sitio. Pueden tomar Manzanillo o Estrada Palma para
hacerse de armas, infligir una derrota al ejército y salir enseguida
para las lomas antes de que la aviación bombardee. Si los rebeldes se
instalasen en los cuarteles que toman, los bombardeos perjudicarían a la
misma población que reclama la presencia de las huestes de Castro en
ciudades limítrofes de la Sierra Maestra. En los alrededores de estas
poblaciones se encuentra un tipo de guerrillero muy especial: “el
escopetero”.
Los “escopeteros” son los rebeldes peor armados y
con menos tiempo en campaña. Sus hazañas son épicas porque quieren
llegar rápidamente a emular a los veteranos del “Gramma”. Por eso hay
momentos en que realizan operaciones arriesgadísimas de las que salen
bien gracias al hecho de que han perdido el “temor al ejército”. Este
“temor” tiene una importancia enorme. El ha hecho que el campesino de la
Sierra Maestra se quede en su casa armado solamente con un revólver e
hiciese frente al ejército cuando éste se adentraba aún en la zona. En
el caso de los escopeteros ocurre otro tanto. Después de haber estado
muchos de ellos trabajando en la clandestinidad y bajo la densa
atmósfera de terror que reina en las ciudades del llano oriental, han
entrado eufóricos en la nueva etapa de vivir en la tierra semiliberada,
que es la zona periférica de la Sierra Maestra. Aunque las armas sean
escopetas y perdigones, el hecho de estar unidos en grupos de cierta
importancia, les ha dado una confianza en sí mismos capaz de vencer
cualquier obstáculo. Contaré una operación llevada a cabo por un grupo
de escopeteros al mando de Manuel García y a la que fui invitado como si
se tratase de una función de Opera.
(El periodista de
Paris-Match compara decepcionado su barba con la de dos ejemplares de
rebelde. A estos “peludos”, la población los llama“Mau-Mau”)
El
día 11 de enero, con un grupo de 28 hombres, se situó García a diez
kilómetros de Manzanillo para capturar el tren que pasa por allí a las
9.07 p.m. El convoy llegó y se detuvo ante la hoguera que obstaculizaba
la vía. Un disparo anunció el comienzo de la operación. No hubo un tiro
más. Los escopeteros subieron al tren y, después de verificar que no
llevaba escolta militar, examinaron la documentación de todos los
pasajeros para capturar a posibles soldados vestidos de civil o algún
miembro de la partida de Masferrer. Manuel García había recomendado
tener el máximo respeto hacia los pasajeros y tratar con educación a
todos. Debo decir que aquello fue un baile en palacio. Los escopeteros
calmaron a las mujeres que gritaban asustadas, anunciaron la orden de
quemar el tren una vez que todo el equipaje y los pasajeros hubiesen
abandonado el convoy y se pusieron a bajar las maletas y dar el brazo a
las damas para ayudarlas a descender de los vagones. Aquello era
versallesco.
-No te asustes mamá -gritó un niño de ocho años a su madre asustada. -Son los rebeldes de Fidel.
Se
ganó un paquete de caramelos. Un hombre solicitó un cigarrillo de los
escopeteros. Le regalaron un paquete. Otro pasajero rehusó dejarse
llevar el maletín alegando que era cobrador de una sociedad y que
llevaba miles de pesos. Los escopeteros no le prestaron atención. El
dinero no les pagaba la satisfacción de cumplir su misión.
Cuando
el tren estuvo vacío, y después de encontrar la maleta verde de una
viejecita que no sabia dónde la había dejado, se prendió fuego al convoy
y se lanzó en marcha para que entrase en Manzanillo en llamas y con la
bandera rebelde. Así hizo su entrada el tren ante los asombrados
manzanilleros que aguardaban a sus familiares en el andén. El tren pasó
entre ellos a gran velocidad y se estrelló contra otro que estaba
detenido en la misma vía. Al temor de perder a sus seres queridos dio
paso la alegría de ver llegar por la carretera a todos los protagonistas
de la odisea. Las risas, los abrazos y los cientos de veces que cada
cual hubo de contar a sus amistades la extraordinaria aventura, hicieron
que, hace unos días, estando yo en Manzanillo, me viniesen a contar la
historia. Después de escucharla pacientemente, sin decir a mi benévolo
informante que la conocía de buena tinta, el hombre se acercó
misteriosamente a mi oído y me susurró:
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Libro de Pedro Pablo Arencibia: Paradigmas Psicopedagogicos y caminos de la Investigacion Matematica en la Ensenanza de la Matematica Universitaria y Media
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Lo he ojeado, aqui y alla; es conmovedor. humano. Tardare en leerlo de tapa a tapa. Comprendo que es holistico, lo que me parece admirable, meritorio, politica, experiencia humana, Matematicas, Ciencias, y tambien ¨very scholar. Una combinacion unica. Gracias. B.M.
“Marco Rubio a Donald Trump: Te diré lo que es un buen acuerdo: que Cuba sea libre
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Licenciado en Matemática Pura en la Universidad de La Habana (UH) y Catedrático universitario con 24 años de experiencia en la docencia universitaria cubana; posee la Categoría Docente Principal de Profesor Titular universitario. Fue expulsado el 29 de enero de 1997 del Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río ( universidad de perfil formativo o pedagógico) por motivos políticos. Activo colaborador desde su fundación de la revista VITRAL y del Centro Católico de Formación Cívica y Religiosa (CFCR) de la Diócesis de Pinar del Río. Colaboró en Cuba con las organizaciones opositoras: Todos Unidos, Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba y con el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC).
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COLABORADORES:
Paul Echániz
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