BARACUTEY CUBANO

Si la tiranía Castrista o una supuesta facción de ella (para mía la posibilidad  menos probable) fue la que agredió a decenas de diplomáticos de EE.UU.  y Canadá,  o si  la hizo un tercer país independientemente de que las agresiones sean acústicas o no, lo cierto es que internacionalmente por un tratado internacional  firmado en Viena  hace muchas décadas,  Cuba (en este caso su tiranía) es la responsable de la seguridad física  de todos los diplomáticos acreditados  en Cuba.

Ahora bien, los que vivimos décadas en la Cuba bajo la dictadura de los Castro y sus cómplices  sabemos que es imposible que los mandamases  que la desgobiernan no hayan tenido conocimiento de  lo que estaba sucediendo y quienes  han provocado esa agresión. El Departamento de Seguridad  del Estado de la tiranía  vigilan sedes diplomáticas, residencias diplomáticas, autos diplomáticos, etc.  además de todos los centros de producción, comercio y de servicio del país  así como a los vecinos en los barrios mediante  sus numerosos oficiales, agentes y sus redes de informantes que no deben confundirse con los CDR que es otra fuente de información  aunque  muchas veces los CDR son usados  para no ¨quemar¨ el trabajo de los agentes e informantes de la Seguridad del Estado. Si a eso le agregamos el trabajo de la Dirección de Inteligencia en el mundo es imposible que la tiranía Castrista no tuviera conocimiento  de los planes y operaciones para llevar a cabo esas operaciones.  La tiranía mediante el cruce, a alto nivel,  de  la información de todas sus fuentes de información hacen extremadamente  difícil que por causa de burocratismo  o de exceso de celo de alguna de sus agencias de inteligencia y de  contrainteligencia (tanto  la civil como la militar) hayan frenado  la información de que los planes y operaciones para llevar a cabo esas agresiones no hayan llegado al máximo nivel de la tiranía Castrista.

Puntualizo que todas las sedes diplomáticas y su personal, independientemente que sean de países amigos o no de la tiranía,  están bajo la vigilancia de los órganos de la Seguridad del Estado.

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Mariela Castro, Star Wars y los ataques acústicos de La Habana.

Por Dr. Alberto Roteta Dorado
30 de septiembre 2017
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Naples. Estados Unidos.- Mariela Castro, la hija del actual presidente de Cuba, Raúl Castro, y de la que fuera presidenta vitalicia de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Vilma Espín, con frecuencia es motivo de ciertas polémicas en las llamadas redes sociales, y lo peor, algunos medios de prensa – ya sean sensacionalistas y superficiales o no– se han hecho eco de sus andanzas. Recordemos el incidente del caso del “moco pegao”, que se hizo famoso entre aquellos que se interesan en semejantes tonterías para los que sitios, blogs, páginas, etc., repitieron sin cesar lo que a la fuerza convirtieron en el suceso del momento.   

Confieso que su presencia me resulta indiferente, al igual que el resto de los descendientes de la dinastía Castro. Considero que últimamente se le está prestando una atención que no merece, lo que lejos de perjudicarle, le proporciona cierto protagonismo a alguien que solo ocupa el trono en el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) de Cuba, a pesar de su dudosa experiencia en temas de esta naturaleza, dado su perfil de carrera universitaria más pedagógica – Licenciada en pedagogía y psicología; pero por el Instituto de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona–, que clínica; aunque la definen como sexóloga. Ya sabéis que en la Cuba comunista todo es posible, y que una “carta de presentación” con un historial en las filas de la izquierda vale más que una trayectoria académica decorosa.  

No obstante a esta indiferencia que siento por la señora Castro no he podido quedarme en el silencio – que con frecuencia es sinónimo de la complicidad– ante la desfachatez con que ha tratado el delicado y controversial tema de los ataques acústicos a personal de la Embajada de Estados Unidos en Cuba, ya sean personalidades diplomáticas o familiares, fenómeno que se extiende a funcionarios canadienses, que presentaron sintomatología similar a los casos norteamericanos. 

Mariela Castro ha evadido el polémico tema acudiendo a su ironía – que al parecer forma parte de los códigos genéticos familiares– y refugiándose en el famoso filme del realizador estadounidense George Lucas “La Guerra de las galaxias”, ha declarado que el asunto del ataque acústico es una fantasía fruto de la imaginación de ciertos sectores relacionados con la política de Estados Unidos, que ni en dicha película – que trata un tema de extrema ficción–  se llegó tan lejos desde el punto de vista imaginativo. “En “La guerra de las galaxias” no hubo tanta fantasía, no se les ocurrió este tipo de ataque”, ha declarado la supuesta “sexóloga”. 

Imagino que la señora Castro sepa que todos los casos reportados con disminución de su audición fueron examinados por especialistas competentes de Estados Unidos, quienes comprobaron la veracidad del fenómeno; aunque no se han dado conclusiones exactas dada la variabilidad de elementos dispersos en torno al cuadro clínico y a las diferencias de las posibles formas de exposición de los casos, lo que ha limitado poder establecer el necesario nexo causa-efecto, independientemente de la fuerza de la hipótesis de un daño provocado por determinado elemento complejo y sofisticado capaz de provocar daño auditivo en los afectados, toda vez que este ha sido el denominador común de todos los examinados por expertos. 

Su padre, el dictador Raúl Castro, se mostró sorprendido con la difusión del hecho. Luego, las declaraciones del régimen cubano fueron – como era de esperar– evasivas al declarar que Cuba ofrece protección extrema a todos los funcionarios extranjeros en funciones diplomáticas.   

Este incidente al que la Castro Espín no le concede importancia, y lo asocia a una onírica fantasía política, pondrá fin a las incipientes relaciones establecidas entre Estados Unidos y Cuba. Estados Unidos está retirando aproximadamente un 60 por ciento de su personal diplomático de Cuba, dejando en La Habana solamente el personal de emergencia.  De igual forma han advertido a los viajeros estadounidenses del peligro de viajar a un país que está atacando de manera solapada y con alta tecnología a sus funcionarios y familiares en misiones de la diplomacia. 

Dudo que lo sepas Mariela, de cualquier modo, te digo que lo mejor de “La guerra de las galaxias” es su extraordinaria música creada por el genial compositor y director orquestal estadounidense John Williams, y no sus fantasías argumentales, en las que, sin duda, no aparece ningún ataque sónico, por cuanto, dichos ataques pertenecen al mundo de la realidad, y con certeza podrá comprobarse la participación directa o la complicidad de la dictadura cubana en las provocadoras acciones.       
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